Capítulo 17

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Marilyn:

Tomé una bocanada de aire y sentí como desperté de golpe.

Parecía que había sido escupida de repente desde las profundidades del mar. Inhalaba y exhalaba de forma agitada, hasta que poco a poco mi respiración se normalizó.
Mire a mi alrededor con detenimiento.

«¿Por qué el lugar de descanso para el alma de los difuntos luce como mi habitación?» fue lo primero que pensé.

«¿A caso cuando morimos Dios nos envía a un lugar familiar para nosotros?»

«Un minuto. Estoy respirando. No puedo estar muerta.»

«Estoy en mi habitación.»

Un aparato a mi lado comenzó a a emitir un pitido fastidioso, lo golpeé para que dejara de hacerlo y para mí suerte funcionó.

Caí en cuenta de que el aparato que acababa de romper era para monitorear mis signos vitales... Entonces, eso significaba que sí me  había ido mal en aquel incendio.

Sentí el impulso de levantarme pero un yeso en mi brazo y en mis piernas me lo impedían. Así que sin mucho esfuerzo, al igual que con el aparato los rompí y me los quité junto con varias vendas que traía encima, incluyendo unas que me cubrían parte de la cara, también me quité una vía intravenosa que sólo estaba estorbándome.

Aguarden un segundo... Los yesos... «¿Sin mucho esfuerzo?... ¿Cómo era posib...?»

Antes que pudiera responderme esa pregunta, Harry salió de su canasta para dormir y fue a parar en mi regazo. Me inspeccionaba con sus patitas por todos lados.

Estaba impresionado. Pero no más que yo.

«¿Había dormido con los lentes puestos?»

Toque mi rostro para asegurarme.

No estaban.

«¿Qué le pasó a mi vista?»

Es probable que no me hubiese impresionado tanto si la miopía hubiese aumentado, pero no fue el caso.

Por el contrario, me encontré con que veía todo perfectamente claro. No estaba borroso, ni movido, nada.

Me levanté de la cama con una agilidad que tampoco era común en mi y fuí hasta la ventana para comprobar que no estaba loca.

Era de noche.

Abrí, y sí señor. Veía con total claridad a pesar de la oscuridad nocturna.
Incluso lograba ver detalles que nunca antes vi sin mis lentes puestos: las estrellas, las flores del jardín principal, el detalle de la cerámica del suelo. Todo. Desde la altura de mi ventana...

«¿Qué me pasó?»

Noté algo bastante intrigante además: una tenue luz amarilla que provenía de debajo del colchón. Sacudí mi cabeza, eran demasiadas cosas en muy pocos minutos, así que asumí que era quizás algún aparato que mi tío puso allí por seguridad por lo que no le preste mayor atención.

Inspeccioné todo mi cuerpo en un riguroso escrutinio para ver si algo andaba mal o tal vez súper bien (como la vista).

Enseguida noté otra cosa extraña.

¿Qué tenía en los brazos?, ¿Brillantina?, ¿Polvo de hadas?, ¿Iluminador?...

Me enrollé el pantalón de pijama hasta las rodillas (a propósito de eso, luego preguntaría quién había elegido ésta pijama verde tan atroz) y sorpresa: ¡Mis piernas peludas tambien brillaban!.

GOLDENMIST [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora