Capítulo 1

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Agosto, 1991.
Campamento de investigación: AVALON.

Marcus estaba en la fila junto con otros 9 jóvenes, esperando por Gideon, que había dado la orden de reunirlos a todos en la base del campamento, demasiado temprano para su gusto.

Pero ahí estaba, esperando la dramática entrada del profesor que seguramente estaría acompañada por un sermón entre informativo y motivacional, el cual, más que nada serviría para que los presentes- incluyéndolo- estuvieran conscientes de cuál sería su papel en todo esto. Para ese entonces estaba obsesionado con las historias de brujas, rió por lo bajo cuando se le cruzó la idea de que Gideon estaba creando su propio aquelarre pero con jóvenes genios en lugar de brujas y hechiceros.

Dió un respingo al ver entrar al profesor dando instrucciones aquí y allá seguido de sus dos asistentes, todos con esas batas de laboratorio blanco impoluto. Tal como lo predijo, una entrada dramática que daría la impresión de que Gideon era un mandón insoportable. Nada más alejado de la realidad.

Marcus lo conocía bien, era su mentor y quien le mostró el gran potencial que tenía para la ciencia, Gideon era un poco excéntrico pero siempre tenía una razón y jamás fallaba. Viejo sabiondo.

-Bienvenidos, les agradezco su puntualidad. Mi nombre, aunque creo que eso ya lo saben, es Caleb Gideon y soy quien dirige la organización AVALON. Quiero comunicarles que me complace estar al frente de éste proceso de investigación y contar con diez de las mentes jóvenes más brillantes.- dijo en tono solemne y con un leve deje de orgullo.

Era cierto, los individuos que estaban frente a él habían sido cuidadosamente elegidos por AVALON de entre cientos. Noruega, Francia, Sudáfrica, Egipto, Estados Unidos, Argentina, Venezuela, Japón, India y Nueva Zelanda.

Éstos muchachos estaban entre los 16 y 23 años de edad pero poseían coeficientes intelectuales privilegiados y grandes habilidades en diferentes áreas de la ciencia y tecnología.

-Muchos de ustedes estaban desarrollando importantes producciones en sus respectivas áreas de investigación cuando fueron llamados- miró a Marcus- o prácticamente reclutados para participar en éste proyecto. Tanto la organización como el gobierno de los Estados Unidos les agradecen infinitamente su disposición y colaboración, les aseguro que no se arrepentirán- continuó el profesor con ferviente entusiasmo- y ciertamente grandes beneficios para éste planeta serán posibles, en parte, gracias a ustedes.- Claro, mejor que valiera la pena, pensaba Marcus, ese catalizador de nanopartículas que dejó a media búsqueda no iba a encontrarse solo.

-Muy bien, muchachos, verán; el que una extensión de los laboratorios de AVALON fuese trasladado temporalmente a éste lugar remoto de manera confidencial no es casualidad.- El profesor miró a un proyector que tenía detrás y se mostró enseguida la imagen de algo parecido a una meseta.

-Este lugar que ven se encuentra a varios metros cerca del campamento, fue encontrado hace un par de meses en una expedición especial llevada a cabo por un equipo de la organización. Y NO, no es una simple meseta*. Es un tepuy* y ésta singular formación alberga dentro de sí una cueva. Llamada por los nativos indígenas de la zona "La Cueva de los Ojos de cristal", en cuyos yacimientos fue localizado un recurso mineral y fuente de energía muy poderoso.

Los ojos de Marcus se abrieron como platos. De pronto la idea de trabajar en medio de esa selva ya no parecía tan terrible.

Los demás chicos comenzaron a murmurar, excepto una muchacha alta, de cabello castaño que estaba al otro extremo de la fila, se mantenía seria y en silencio, no parecía expectante, cosa que le extrañó a Marcus quizás sabía algo más.

GOLDENMIST [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora