Capítulo 3

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Lechería, Estado Anzoátegui, Venezuela.

16 años más tarde...

El delicioso olor del pastel de calabaza que estaba en el horno ya inundaba sus fosas nasales, estaría listo justo a tiempo.

Mientras, se dedicó a observar desde la ventana a su pequeña hija jugar con un montón de coloridos legos. Eran impresionantes las cosas que podía construir con tan sólo 6 años, como solía decir su buena amiga Elizabeth:

"Marilyn heredó, la mente brillante de su madre, el carácter de su padre y el encanto de su tío".

Esa pequeña maraña de cabellos castaños y grandes ojos café era lo más importante que tenía en su vida y sabía que solo había una persona capaz de protegerla y amarla tanto como ella lo hacía.

No pudo evitar que se le escapara una sonrisa al escuchar el cerrojo abrirse, sin embargo no apartó su vista de Marilyn que seguía entretenida con su construcción.

-Traje un café maravilloso para acompañar ese pastel de calabaza- Dijo Marcus a todas voces mientras llegaba hasta ella- pues supongo que después de un año debes tener muchas cosas que contarme.

Volteó y le dedicó una hermosa sonrisa y un abrazo cargado de amor y nostalgia.

-Marcus, no tienes una idea de cuánto te extrañamos- le respondió Marina.

La pequeña entro a la casa como un rayo al escuchar la voz de su tío, lo abrazó y Marcus la cargó en brazos.

-¿Cómo está la niña revoltosa más bonita de éste y otros tantos planetas?- preguntó mientras le hacía cosquillas en la panza

--Tíooo, basta,basta, estás matándome- dijo la pequeña entre risas- ¿Cómo es la comida de la India?, Mamá me dijo que estabas en la India con tu nueva novia.

Marcus no tenía ni idea, miró a Marina de soslayo y le siguió la corriente a la pequeña. Ya más tarde se enteraría de porqué Marina le había dicho eso.

-Pues, la comida no estuvo mal, pero mi novia...- hizo una mueca- eso sí es una larga historia.

-Mamaaaaá, el tío Marcus de nuevo cambio de novia. Tío, no son calcetines - dijo Marilyn muy alto, ocasionando que Marina y Marcus estallaran en risas.

- Tomaré ese buen consejo.

Marina interrumpió y les llamó a ambos

-El pastel está servido- canturreó- y tú Marcus Hawthorne, será mejor que vengas aquí y me des ese fantástico café del que hablas.

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-No fue fácil, pero logré que se quedara dormida- Dijo Marina mientras bajaba las escaleras.

-Apuesto que no dejaba de hacer preguntas. Y si es así, pues prepárate para otra ronda, porque no estoy entendiendo nada, la última ves que te ví saliste con tus amigas y bum, desapareciste un año... ¿Y dónde rayos está Aarón?, ¿En el Tíbet?.
Nunca más respondió mi uno sólo de mis mensajes- respondió Marcus ofreciéndole un lado en el sofá.

Respiró profundo antes de sentarse y enfrentarlo con la mirada, hizo una pausa que parecía eterna ¿Por dónde empezar a explicar todo lo que estaba por ocurrir?, Sólo esperaba que Marcus no enloqueciera...

-Antes de que preguntes cualquier cosa, debo decirte que Aaron no está en uno de sus viajes por trabajo, y me gustaría que estuviera en el Tíbet, pero no...- todas las alertas de él se encendieron al ver el rostro de su hermana del alma ensombrecerse -Aaron murió, Marcus. Y no fue un accidente, no fue una enfermedad.
A Aaron lo asesinaron. Y lo asesinaron porque me buscaban a mí.

GOLDENMIST [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora