GOLDENMIST [editando]

Capítulo 10

Sala de reuniones del Hotel Cambria.
Dallas, Texas.

Marcus, estaba inquieto, tenía esa sensación de que algo no andaba bien, se sentía, preocupado, ansioso pero no sabía porqué. Esta sensación extraña era bastante contraproducente tomando en cuenta que en 20 minutos debía presentarse ante unas mil personas.

Hizo un breve repaso mental: Ya había llamado a Marilyn y estaba bien, habló con Ruth, todo iba bien en casa, y en la compañía, si algo estuviera pasando ya lo habrían contactado. Intentó convencerse a si mismo de que todo estaba bien y que pronto estaría de vuelta en San Francisco porque eso lo dejaba más tranquilo.

-Señor, 5 minutos, es hora de salir- la voz de Alice, su asistente personal, le trajo de vuelta al presente.

Se colocó un micrófono de balita y siguió a la mujer hasta quedar tan sólo a unos cuantos pasos del escenario. Era momento de salir a darlo todo, llenar con información innovadora y valiosa las mentes de todos los que decidieron estar ahí ese día. Era de las cosas que más le gustaban, siempre se le dio muy bien hablar en público y lo disfrutaba, así que intentaría soltarse y cerrar con broche de oro esa gira nacional de conferencias.

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Marilyn:

Con el tiempo jugandome en contra no era mucho lo que pudiera hacer, más que intentar a toda costa escabullirme y burlar a los bomberos.

Me hice con todo el valor que pude reunir, me agaché y caminé así en sentido contrario a la multitud. Traté de hacerlo lo más rápido posible. El bombero no se dió cuenta.

Todo estaba sucediendo demasiado rápido. Me quité los tacones. Llegué a las escaleras de emergencia, corrí escaleras arriba a toda velocidad. Llegué al piso donde estaba mi cubículo.

El calor se hacía cada vez más intenso y el humo se colaba por todos lados aunque (gracias a Dios) no lo suficiente como para bloquearme la visión.

Entré y tomé la muestra.

Misión cumplida, o eso creí.

Justo cuando quise salir, me encontré con que la puerta se había trabado.

«¿Por qué?, si yo no la cerré» pensé.

Me desesperé como nunca en mi vida.

Sentí un leve temblor y luego de eso un sonido hueco.

Un fuerte golpe.

Mi cuerpo dolía y se hacía más pesado, y no sé cómo, pero todo a mi alrededor se volvió negro.

Mis ojos se habían cerrado y supe que ese era el final...