1: Seúl -

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"Nadie sabe que ha pasado, pero nuestro queridísimo Jeon Jungkook se ha casado con un omega de escasos recursos. La mayorían de analístas afirman que es por puro interés y avaricia".

- ¡Kookie! -

Jeon Jungkook es sombrío, frío, calculativo, y algo malicioso, mezclado con competitivo. Ya no era raro verlo llegar a la cima en pocos meses solo con su inteligencia y gran modo de persuadir a las personas de su cículo social.

- ¿Sí, bebé? -

Pero todo eso se iba al retrete cuando se trataba de su pequeño bebé llamado Taehyung. Un omega sencillo, adorable, muy bonito y de sonrisa cuadrada.

- ¡Y-Yo sí te amo! ¡lo juro Kokokie! -

Aquella cabellera castaña se ocultó en su pecho. No era normal verlo así: siempre tenía algo que hacer. Ya fuera tomar fotos, dibujar, cantar, bailar o ver alguna serie, era una rutina; pero, ahora...tenía aquellos hermosos orbes azules llenos de lágrimas.

- ¿Eh? ¿bebé? ¿por qué lo dices?

Taehyung hizo un leve puchero y señaló la noticia que acababa de dar. Por un momento, el alfa odió profundamente a aquella maldita beta que ofendió a su novio por televisión. No, a su novio no; a su esposo. Le sonrió mientras se acunclillaba frente a él, acariciandole el rostro.

- Y-Yo te amo mucho, Kookie - susurró el omega - de verdad.

- Lo sé cariño, lo sé. Pero hay gente... - dudó - que no entiende que el dinero no lo es todo ¿si? Tú eres perfecto para mí, y eso me basta.

Taehyung era feliz, ¡muy feliz! Porque adoraba esos pequeños momentos en donde su esposo le decía que, a pesar de todo, él lo amaba tal y cual era, como el primer día que se conocieron.

- ¡Kookie! - exclamó, abrazándolo de sorpresa - tú también eres lo más perfecto para mí.

A Jungkook no le importaba mucho si la gente decía que era por avaricía o no: él era el único que conocía todo de su omega, y eso le bastaba.

- Bien bebé - lo separó - ¿qué tal si me ayudas a arreglar la casa? Es muy grande y te puedes tropezar con algo ¿sabes?

- Si aunque... - lo miró - quiero algo.

- ¿Qué es, bebé?

- Un beso - señaló sus labios - solo un beso, y juro que me haré Ceniciento, Kookie.

Ese era su Taehyung, tan desafiante y tan...astuto a la vez. Se acercó y le robó un beso dulce y suave, mientras tomaba sus mejillas con delicadeza y las acunaba para mantener el beso.
Era una sensación muy rara, ¡y Tae ya tenía un zoológico por dentro!

- Bien cariño - anunció - vamos, hay mucho que arreglar.

¡Era Seúl! ¡la ciudad de sus sueños!
Luces, lugares de comida, paseos a canoa, obsercar el río Han...etc. Era algo tan emocionante, que no tardó en hacer la mayoría de las cosas, acomodando cajas y desempacando cosas.

- Kookie, ¿dónde va esto? -

- Por allá bebé -

Jungkook estaba orgulloso de su esposo, porque siempre se esmeraba al máximo. Tal vez, eso fue lo que lo enamoró.

- Kookie, ya acabé - lo abrazó por la espalda - ¿podemos salir? Quiero ver Seúl y sus calles...

- Dame otro beso y lo acepto - murmuró - dame otro si ¿TaeTae? Dame otro beso bebé.

Taehyung se tiró a sus brazos, haciendo que su alfa soltara el caja con basura por el pasillo. ¡Le robó un beso! Se sentía tan nervioso, y sus mejillas quemaban. Jungkook lo rodeó con sus brazos por su cintura y sonrió a través del beso; después de unos segundos, ambos conectaron sus ojos y el omega le tocó el mentón con su dedo índice.

- Muy bien hecho, Kookie - aclaró sonriendo - ahora, vamonos Kookie.

- Esta bien Hyunie - lo soltó - recojo esto, tú ve por nuestros abrigos ¿si?

- ¡Sí mi capitán! - aclaró entre suaves risas.

Subió caminando y tomó el mejor oufit que le quedaría a su esposo. Se colocó sus lentes de sol: tan redondos y con ese filo dorado que le encantaba. Al bajar, observó como su alfa se limpiaba el polvo y abría la puerta.

- ¿Listo, bebé? - asintió - estás muy guapo - lo tomó de la cintura y lo apegó a él - ¿y sabes lo que es mejor?

- No Kookie, ¿qué? -

- Que eres solo mío - susurró a su oído y le besó la mejilla - vamonos bebé.

¡Su nuevo hogar era Seúl!

KOOKIE...¡MI BESO! (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora