Taehyung es un afortunado omega...¡se casó con el hijo del presidente de Corea del Sur!
Y podrán decirle interesado, pero él de verdad ama mucho a su Kookie. ¡Él solo quiere un beso! Pero su esposo es tan ocupado que no se lo puede dar.
¡Él solo pid...
Las cosas para el pro-parto de TaeHyung no estaban siendo tan fáciles como le decían. Gracias al cielo tenía un ángel de la guarda que con su amabilidad y cariño siempre cuidaba de él cuando su Kookie no estaba.
- Gracias Hyung - murmuró con alivio - pensé que nadie me vendría a retirar.
- Ya sabes pequeño - le sonrió antes de abrirle la puerta - siempre que pueda ayudarte, lo haré TaeTae.
Sí, su hyung era su favorito. Sabía como mimarlo, y de hecho, con el embarazo de su otro hyung, le entendía completamente; justo ahora iban directo hacia la heladería, por su antojo favorito de óreo con mora y naranjilla, llevando de paso el de SeokJin.
- Esperamé aquí, no te bajes -
- ¡Sí hyung! -
Kim TaeHyuhg, opinaba humildemente que su hyung era el mejor del universo, y que sin él, el mundo estadía perdido sin duda alguna: era el mejor consejero que alguien podía tener, y cuando estabas triste, tenía una manera única de darte un aliento de esperanza. Era la octava maravilla del mundo.
Sus bebes estaban algo...inquietos. Se movían mucho si no estaba junto a su padre. Los niños podían predecir cuando este llegaba y lo levantaban, o pateaban cuando lo sentían cerca. Ahora mismo, parecían dormidos. Uff, que alivio.
- Su helado - aclaró NamJoon entrando en el auto y dandole su cono - y yo llevo el de Jinie, no quiero morir antes de ver a nuestros cachorros.
- Va a ser bipolar hasta el cuarto mes, hyung - recordó el menor con una sonrisa - de ahí, sera de vez en nunca.
- Eso espero - suspiró - mi amor soporta todo eso, pero mis oídos no.
- No lo diga en voz alta, hyung - susurró Tae - a Jin-hyung se le pondrán las orejas rojas - rió.
- Tienes razón, TaeTae - lo miró - no hay que hablar mal de los demás, perdón.
- Si hyung - tomó su helado - no quiero sus orejas rojas.
- Ni yo tampoco las tuyas -
El auto empezó a moverse y de volver a casa. A TaeHyung le hubiera gustado avisar a sus padres sobre esto pero...ellos ya no estaban para ello. Por eso tenía a sus dos hyungs: Kim NamJoon y Kim SeokJin; lo querían mucho, como a uno de sus cachorros, como el mayor.
Si no fuera por NamJoon, él probablemente siguiera siendo tímido y acomplejandose con la familia Jeon; ahora ya no le importaba mucho, ¡y había aprendido más con su hyung!
- ¿Cuánto te falta para tú parto? -
- Es la próxima semana, hyung -
Siempre se preocupó de él, desde que lo conoció. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera ido al psicólogo? Tal vez se hubiera perdido de toda esta maravilla. Iba a contarle lo de sus cachorros y Jungkook cuando sintió un dolor en el abdomen.
- ¡Auch! -
Otro, y otro, y luego...ya tenía mojado las piernas y la ropa. Podía sentir como su interior se abría paso una fuerte corriente de energía y la adrenalina le recorrió las venas com fuerza.
NamJoon abrió los ojos como dos platos.
- T-Tú fuente...T-Tae... -
- ¡Auch! ¡Maldición!!!!! ¡So-Son contracciones! -
Enseguida el mayor condujo al hospital, como si el mundo se fuera a acabar.
- Respiera TaeTae, ¡ya casi llegamos! -
Era una carrera contra el tiempo. Y NamJoon sintió una gran desesperación viendo como sufría su donsaeng, ¡incluso le salían lágrimas por sus bellos ojitos!
- ¡Ayuda! ¡Está en parto! -
Las enfermeras y la camilla llegó en menos de un minuto. TaeHyung se aferró a la mano de su mayor, entre quejidos susurró una palabra que se grabaría por siempre.
- Gracias, papá -
NamJoon asintió antes de besarle la frente y soltarle la mano para verlo desaparecer detrás de las puertas de la sala de parto...
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¡Cap Sorpresa!
Feliz Cumpleaños mí Namie! El mejor líder del mundo! Dedicado este cap especialmente para Kim NamJoon.