6.

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NARRADOR.

Era ya de noche cuando las chicas se encaminaron al dormitorio de los chicos. Tocaron a la puerta y entraron sin esperar respuesta.

Carlos estaba frente al televisor jugando un videojuego y Jay estaba robando un par de cosas de la habitación.

Mal: Jay, ¿qué haces?

Jay: Se llama robar.

Mal: Bien, ¿cuál es el punto?

Jay: Bueno, Mal, es como comprar lo que quieras pero sin pagar.

Mal: Bien -tomó una de las cosas que Jay había robado- Haces eso o dejamos todo como está y lo buscamos cuando conquistemos el mundo.

Evie: Suenas igual que tu mamá.

Mal: ¿En serio? -dijo halagada.

Jay: Tú hazlo a tu modo y yo lo haré al mío.

Carlos: ¡Ahí tienen tontos! -le gritó al televisor y luego miró a Jay- Jay, tienes que ver esto, es divertido.

Jay tomó los controles y comenzó a jugar.

Mal: ¡Chicos! ¿Recuerdan que vinimos aquí por un trabajo?

Jay: Hada Madrina, bla bla bla. Varita Mágica, bla bla bla -Evie y Carlos rieron.

Mal: Esta es nuestra oportunidad de probarnos ante nuestro padres -los tres le pusieron atención- De probarles que somos malos, despiadados, inhumanos y crueles. ¿Sí?

J, C y E: Sí -dijeron al unísono.

Mal: Evie, el espejo.

En ese momento se escuchó como si alguien hubiera golpeado la puerta. Jay abrió y no había nadie, cosa que los sorprendió.

Después de eso, los cuatro se reunieron alrededor de la mesa. Evie tomó su espejo mágico y lo miró.

Evie: Espejito, espejito en la... en mis dedos -corrigió- La varita del Hada Madrina quiero.

En el espejo apareció la imagen de la varita.

Evie: Ahí está.

Carlos: Está muy cerca.

Evie: Espejo mágico no tan cerca -se alejó de forma que se mostraba el planeta tierra- Acercalo. Acercalo. Acercalo.

Jay: ¡Alto!

En el espejo apareció un cartel de un museo. El Museo de Historia Cultural.

Mal: Está en un museo.  ¿Saben dónde queda es?

Carlos tecleó un par de veces en la laptop y luego se la mostró a sus amigos.

Carlos: A 3.7 kilómetros.

Los cuatro salieron con mucha cautela del dormitorio de los chicos y recorrieron pasillos hasta llegar a la salida de la escuela, rumbo al museo. Pero tuvieron un pequeño percance.

Lizzie: ¿Chicos? ¿Qué hacen despiertos tan tarde? -dijo poniendo sus manos detrás de su espalda.

Los cuatro, que estaban de espaldas a la Princesa, voltearon lentamente.

Evie: Hola Lizzie.

Lizzie: Hola. ¿Iban a algún lado?

Carlos: Nosotros... -se quedó pensando.

Jay: No podíamos dormir y pensamos en dar una vuelta.

Mal: Si, todo este cambio es difícil.

No Debo Enamorarme (Jay & Lizzie) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora