13.

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LIZZIE.

Lizzie: Evie, ¿puedo hablarte de algo?

Evie: Claro -dijo sin despegar la mirada de la tarea de Chad.

Lizzie: Es sobre Chad.

Evie: ¿Te dijo algo sobre mí? -preguntó sonriente.

Lizzie: No, de hecho yo no hablo con él.

Evie dejó el lápiz sobre la mesa y me miró.

Lizzie: No creo que Chad sea el tipo de chico que quieres para ti, ¿entiendes?

Evie: No entiendo porque lo dices. Chad es un príncipe y es lindo, es justo lo que estoy buscando.

Lizzie: Mira Evie, lo digo por experiencia. Chad es el peor patán que he conocido.

Evie: No puedes saberlo -dejó de mirarme, tomó nuevamente su lápiz y volvió a concentrarse en la tarea de Chad. 

Miré a Mal buscando algo de ayuda, pero simplemente levantó sus hombros y siguió en lo suyo.

Lizzie: Lo sé porque no hace mucho que terminé mi relación con él.

Volvió a dejar el lápiz de lado y me miro.

Evie: ¿Tú y él...

Lizzie: Fuimos novios por dos años, no porque quisiéramos, sino por un arreglo de nuestros padres. Él un príncipe, yo una princesa y la ley dicta que debo casarme con un príncipe. Pero era la peor relación que puedes imaginar. Chad siempre se comportó como un idiota, solo me utilizaba en su beneficio y siempre estaba coqueteando con otras. Al principio lo soporté por mis padres, pero ya no lo aguantaba.

Evie: Lizzie, creo que más bien estás celosa. 

Lizzie: ¿Celosa? ¿Yo? ¿De Chad? Ja.

Evie: Tranquila, lo entiendo. Tuvieron una relación de dos años y la ruptura fue difícil. Te duele que Chad ya haya encontrado a alguien, pero tienes que aceptarlo y seguir adelante.

Mal río a mis espaldas y yo rodé los ojos. No iba a lograr nada.

Lizzie: Como tu digas Evie. Las veo luego chicas.

Salí de la habitación y me dirigí a la de Jay y Carlos. Toqué la puerta y entré después de escuchar un "pase" desde dentro.

Carlos: Hola Lizzie.

Lizzie: Hola chicos.

Jay: Hola Lizzie, ¿lista para mañana?

Lizzie: Más que lista, estoy muy emocionada.

Carlos: Creo que iré a ver a las chicas. Diviértanse tórtolos.

Me sonrojé con lo que dijo. Salió de la habitación y se formó un silencio algo incómodo hasta que Jay habló.

Jay: El entrenador dijo que quería verme en el campo, ¿quieres venir conmigo?

Asentí y ambos salimos de la habitación. En el camino hacia el campo de tourney no hablamos mucho.

Cuando llegamos el entrenador estaba sentado en las gradas del campo. Nos acercamos a él y nos sentamos.

Jay: Espero que no haya problema en haber traído a Lizzie conmigo

Lizzie: Ni siquiera notarán que estoy aquí.

Entrenador: No hay ningún problema.

El entrenador le dio a Jay el reglamento del equipo y este comenzó a hojearlo.

Entrenador: Un chico rudo como tú me vendría bien. En el equipo son todos príncipes, sabes de que hablo.

Jay: ¿Y me lo dices a mi? Solo oigo: "Después de ti, amigo", "Ay, perdóname, te llevé por delante" -dijo en un tono de voz agudo, el entrenador y yo reímos- En mi Isla te dicen "Prepárate para el adiós, tonto" -frunció el ceño y tiró el reglamento- Como dice mi padre: "La única forma de ganar es asegurarse de que los otros pierdan -se puso de pie y levantó la voz- si le quitas..."

El entrenador se levantó y lo detuvo.

Entrenador: Jay, te diré lo que es un equipo. Es como una familia.

Jay: No le gustaría estar en mi casa a la hora de comer.

Solté una pequeña carcajada.

Entrenador: Okey. Tú sabes que el cuerpo tiene diferentes partes. Piernas, codos, orejas, pero todas se necesitan. Bueno, eso es un equipo con diferentes personas que trabajan y ganan unidas. ¿Te parece lógico?

Jay: ¿Puedo ser el puño? 

El entrenador río y le mostró la camiseta que tenía para él. Era azul, el color del uniforme del equipo, por detrás con letras doradas tenía su nombre con un número 8 debajo.

Jay la tomó y se la puso. Se le veía increíble. Me miró y sonrió, miró al entrenador y le sonrió.

Entrenador: Bienvenido al equipo.

Le dio un amistoso golpe en el hombro y se fue.

Cuando estuvimos solos me lancé a abrazarlo. Al principio dudó, pero después correspondió a mi abrazó. Me rodeó la cintura con sus brazos y me presionó contra él.

Lizzie: Felicidades, me alegro mucho por ti -dije cuando nos separamos.

Jay: Gracias Lizzie.

Volvimos a quedarnos en silencio hasta que hablé.

Lizzie: ¿Quieres dar un paseo?

Jay: Me encantaría.

Dimos un par de vueltas por la escuela y al final nos sentamos en uno de los jardines para charlar.

Un par de porristas pasaron junto a nosotros, saludaron a Jay y luego me dedicaron una mala mirada.

Lizzie: Eres un éxito entre las chicas.

Jay: No me interesa ninguna de ellas. Son simples princesitas primorosas sin gracia.

Asentí y bajé la mirada.

Lizzie: Todas las princesas aquí son así.

Miré hacia otro lado. No entendía porque su comentario me había afectado tanto. Al parecer lo notó. Se acercó un poco más y me tomó dulcemente del mentón, obligándome a mirarlo.

Jay: Lo lamento, no lo decía por ti. Tú eres mucho mejor que cualquiera de esas princesitas, y lo digo en serio.

Le sonreí. Su mano aún estaba en mi rostro pero ahora descansaba sobre mi mejilla. La acariciaba dulcemente.

Jay: Eres una chica increíble Lizzie. Debo confesar que me gustas mucho.







No Debo Enamorarme (Jay & Lizzie) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora