7.

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NARRADOR.

Los chicos habían llegado a la Galería de Villanos, que estaba encabezada por los peores villanos de la historia. Sus padres. Los cuatro miraron las figuras de cera con detenimiento.

Jay: Bueno, la varita no está aquí. Vámonos -dijo rompiendo la tensión y saliendo de la sala.

Evie y Carlos lo siguieron, pero Mal se quedo admirando la figura de su madre mientras escuchaba su voz en su cabeza. "El futuro de todo el mundo libre necesita tu ayuda. No falles".

Mal miró la figura de cera de más cerca y comenzó a cantar a su madre. Evie la sacó de sus pensamientos.

Evie: Mal, ¿qué pasa? -le hizo una seña para que la siguiera y regresó con los chicos.

Mal iba a salir de la sala, pero escuchó una risa y volteó para encontrarse con su madre. Mal la miró sorprendida.

Maléfica: No seas tan seria querida. Ay, perdón -dijo riendo.

Evie: ¡Oye! -dijo volviendo a la sala y llamando la atención de Mal- Encontré la varita. Vamos.

Evie salió de la sala. Mal miró a su madre, quien volvía a ser una figura de cera. Se sacó eso de la cabeza y fue tras Evie. 

Llegaron a una sala donde había un agujero circular en el suelo rodeado de una barandilla. Del centro salía una luz azul brillante y, cuando se asomaron, vieron que en la planta de abajo estaba la varita.

Mal: Allí está.

Los cuatro se miraron sonrientes y se dirigieron a por ella.

Llegaron a la sala de la varita, que flotaba en el centro de un círculo formado por pequeñas barandillas.

Jay se agachó para cruzar por debajo de la barandilla y tomarla.

Mal: ¡Jay, no!

Jay le sonrió de manera retadora, paso por debajo de la barandilla y tomó la varita. Bueno, eso hubiera pasado si la varita no hubiera estado rodeado de un campo protector, que hizo que la mano de Jay rebotara y las alarmas se activaran.

Carlos: ¿Un campo de fuerza y una sirena? -los cuatro tapaban sus oídos.

Jay: ¿No es un poco excesivo?

Por otro lado, el guardia, que había caído dormido bajo el hechizo de Mal, había despertado por el estruendo de las alarmas.

Mal: ¡Vámonos!

Los cuatro recorrieron pasillos a paso veloz hasta que llegaron a la sala por la que habían entrado. Un teléfono sonaba y, mientras los demás huían, Carlos se detuvo a contestar.

Carlos: ¿Hola? -...- Si, dame un segundo -tapó la bocina con su mano, revisó unos papeles que estaban a su lado y tecleó un par de cosas en el sistema de seguridad, acabando con la ruidosa alarma- Ah, si. -...- No, falsa alarma -...- Fue un desperfecto en el chip LM 714 del circuito de prueba -...- Si, okey. Saluda a tu esposa.

Carlos colgó el teléfono y corrió para alcanzar a sus amigos.

Mal: ¡Muy bien, Jay! -dijo mientras bajaban las escaleras para salir del museo- Tendremos que ir a la escuela mañana.

Llegaron a la Preparatoria, se fueron a sus dormitorios y a dormir. Tenían que prepararse para la tortura del día siguiente.


LIZZIE.

Ya había amanecido y acababa de salir de mi habitación en busca de Chad. Aún no terminaba con él y no podía dejar que pasara más tiempo.

Lo encontré en el patio de la escuela, rodeado de chicas y un par de sus amigos que eran más como sus seguidores.

Lizzie: Chad, tenemos que hablar.

Todas las miradas se posaron en mi.

Chad: Lizzie -se levantó de donde estaba y se acercó a mi- Mi linda novia -puso sus manos en mi cintura y trató de besarme pero lo aparté.

Lizzie: No me beses -quité sus manos de mi cintura y me alejé un par de centímetros.

Chad: Tienes que comportarte como mi novia. No me avergüences -me susurró.

Lizzie: Justo de eso quería hablarte -dijo en voz alta asegurándome que todos me escuchaban- Ya no seré más tu novia. La alianza terminó al igual que nosotros.

Quienes estaban con Chad nos miraban con la boca abierta. Chad se giró para verlos y río.

Chad: Eres tan divertida amor -siguió riendo pero se detuvo al ver mi expresión seria.

Lizzie: No estoy bromeando Chad. Estoy harta de ti y de nuestra falsa relación.

Chad: Estás loca si crees que puedes romper nuestra alianza con tanta facilidad. Nuestros padres estarán muy enfadados.

Lizzie: No me importa si tus padres se enfadan conmigo. Mis padres saben de esto y lo aprobaron, así que estoy segura que hablarán con tus padres y también lo aprobarán.

Unas pequeñas risas se escuchaban detrás de Chad y este comenzó a avergonzarse.

Chad: No me hagas esto Lizzie. Te prometo que cambiaré, te haré feliz.

Lizzie: Te di muchas oportunidades a lo largo de estos dos años y nunca cambiaste Chad. No voy a seguir desperdiciando mi vida contigo. No me busques más, por favor.

Me alejé de ahí y me dirigí a mi clase. Ni siquiera me molesté en ser un poco sensible, no se lo merecía.

Entré a mi salón de clases y me senté junto a Doug y Jane, como de costumbre.

Jane: ¿Dónde estabas? Por poco llegas tarde.

Lizzie: Estaba con Chad.

Doug: ¿Y qué pasó?

Lizzie: Al fin estoy libre -dije sonriente.

No Debo Enamorarme (Jay & Lizzie) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora