Un nuevo día llega la casa de los López y por supuesto, también a la de los Marcos. Emilio se despierta tarde, como siempre, y normalmente no le molestaría, pero desde ayer tenía curiosidad en sí veía salir a Joaco de su departamento, depsués de todo eran vecinos y no había nada de malo en ir a la escuela juntos. Sin embargo, cuando toca la puerta del departamento de abajo, depués de esperar unos minuos, es claro que ha llegado tarde y sus vecinos ya se han ido sin él a la escuela. Se alborota el cabello, que no se ha molestado en peinar y se echa a correr en direcció a su preparatoria para bueno, no llegar más tarde. Por fortuna cuando entra al aula aún no ha llegado el profesor, da un vistazo por el salón y ve a Azul agitarle la mano al fondo, después de barrer el salón más veces, no hay señal de Joaco así que va y se sienta con su amiga, la clase le parece más tediosa que de costumbre, una parte de él quiere mandarle un mensaje a su vecino pero ni siquiera tiene su número, vamos, ni siquiera sabe si tiene teléfono.
La clase acaba y Emilio es el primero en salir.- ¿A dónde vas? - la voz de la chica se escucha detrás de él.
- A buscar a Joaco.
Azul se encoge de hombros y simplemente asiente con la cabeza, yéndose de ahí - Te veré en el almuerzo.
- Me guardas chilaquiles.
- Quisieras.
Emilio podría quedarse a discutir como lo hacen diario pero hoy no tiene ganas, solo le saca la lengua a la chica, que ya está de espaldas alejándose y no lo ve. Le gusta su cabello, que hoy está suelto adornado con unos prendedores, Azul es muy bonita.
No tarda mucho en encontrar a Joaco. Es fácil ver a un chico acostado en medio del patio mirando hacia el cielo. Decide acercarse por detrás y asoma su cabeza por encima de la del contrario, obligándolo a verlo a la cara - Hola.
Joaco solo lo mira y esta vez es Emilio quien no logra identificar la emoción en aquellos ojos. Antes de poder decir algo, Joaco se pone de pie y empieza a alejarse.
- Ey ey - dice Emilio caminando detrás de él - ¿pasa algo?
- Te quiero lejos de mí.
El pelotazo que le dio Niko hace unos días en pleno rostro, le había dolido menos. Vamos, sí, que Joaco y él no son muy amigos, pero habían formado una conexión, o eso creía.
- ¿Q-qué? ¿Y ahora por qué? - y sigue caminando detrás de él.
Joaco lleva sujeta su mochila delante de él, en un abrazo extraño, con los labios fruncidos y evitando contacto visual con el mayor.
- Porque, porque sí.
Emilio lo sujeta del brazo, no de forma brusca, es más, quizás de forma titubeante, con intención que el chico se gire - Joaco...
Sin embargo el chico no despega la vista del piso.
- Estoy enfermo.
- ¿Qué? ¿De qué?
- Tú me enfermaste.
- ¿Que yo qué?
Joaco se zafa de su agarre y se echa a correr, dejando a Emilio con la boza abierta y una incomodidad en el pecho.
........
El rizado ya está cada vez más despeinado, de tanto pasarse las manos por el cabello en actos cíclicos de confusión. Va y se sienta en la mesa de siempre, donde ya se encuentra Azul, o al menos lo que se alcanza a ver de ella, pues la mitad de su rostro está metida en un libro.
- ¡Ahhhh!
- No grites Emilio - le dice su amiga sin despegarse de libro - ¿Encontraste a Joaco?- con una de sus manos busca en su bandeja su torta y se la lleva a la boca - Ahí está la tuya, chilaquiles rojos.
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J04K0 (Emiliaco) TERMINADA
Novela JuvenilJ04K0 es una inteligencia artificial de última generación con aspecto humanoide, asemejándose físicamente a un chico adolescente de 16 años. Fue desarrollado por la científica Rebecca Barba durante diez años, luego del repentino fallecimeinto de su...