J04K0 (Emiliaco) TERMINADA

Escuadrón Suicida.

Emilio llega justo a donde están los dos jóvenes envueltos en un abrazo. Su primer instinto es separarlos y darle un puñetazo a Mauricio. Total, una pelea más, una pelea menos en el día no hará ninguna diferencia. Sin embargo, lo que más le importa es Joaco así que, por una vez, se contiene y espera a que sea el mismo Joaco quien se aparte del mayor.

Mauricio nota su presencia y mira a Emilio, dándole una pequeña sonrisa.

- Oh - dice con aparente sorpesa- ¿Emilio, cierto?

- Sí. - se siente algo incómodo ahí parado frente a esa escena que muy a su pesar parece bastante íntima.

Joaco al escuchar su nombre, suelta a Mauricio y se gira a mirar a su rizado amigo. Sus ojos enrojecidos se abren con algo de sorpresa.

- Emi... Yo.. ¿Qué haces aquí?

- ¿Cómo que qué hago? Te fuiste corriendo Joaco. Me preocupé. - Emilio se acerca a Joaco y le da una palmada en el hombro - ¿Estás bien?

Antes que una palmada hubiera preferido estrujarlo en sus brazos pero bueno, le queda algo de orgullo y no está muy contento con el hecho de que Joaco haya preferido buscar a Mauricio antes que él ¿Celos? Sí, tal vez. Pero más que eso creía que habían formado una amistad. Que al parecer un chico que acaba de conocer sea alguien que le inspire más confianza a Joaco que él, le duele un poco.

- No. No lo estoy. Lo siento, lo siento mucho. Yo no quería Emi. Perdóname. - Joaco está programado para poder experimentar sentimientos humanos pero en ese momento preferiría que no porque la culpa no es su sentimiento favorito. Aparta la vista hacia el suelo y la mantiene fija ahí.

- ¿No querías qué cosa? ¿Besarme? - pregunta Emilio sin pensar en lo que acaba de decir y con delicadeza levanta la barbilla de Joaco para que lo mire.

- ¿Cómo? ¿Se besaron? - la voz de Mauricio interrumpe aquel momento entre los dos. Por un momento Emilio había olvidado que el rubio estaba también ahí.

- No, bueno.... - qué te importa, quiere decirle Emilio pero no necesita otro problema.

En un instante, de pasar a ser tres, pasan a ser cinco, pues Azul Y Niko se acercan a su lado.

- Yo le dije a Niko que esperáramos en la esquina pero él quería venir a ver si el tal Ken era real - dice Azul como saludo.

- Ya nos exhibiste - dice ahora Niko con una voz exagerada - ¿Estás bien, Joaco? Deberías entrar al equipo de atletismo, nadie te gana en echarte a correr.

Joaco los mira a ambos y apenas y logra sonreírles. Puede notar en ellos la preocupación, incluso en Emilio. Y entonces ya no entiende nada.

- ¿No están molestos? - pregunta algo temeroso. Aunque la pregunta va dirigida a todos, mira a Emilio.

- Claro que no, Joaco. Estábamos muy preocupados por ti. - le dice Emilio y está vez no se contiene y le da un abrazo, pues la expresión de su amigo le hace querer protegerlo siempre.

Joaco corresponde el abrazo al instante, cerrando los ojos y soltando un suspiro aliviado.

- Carlos es un idiota. Tú no tienes que pedir perdón de nada.

- Así es. No hiciste nada malo. - le dice Azul, agarrando su mano para mostrarle algo de apoyo.

- Sí y nos hiciste hacer ejercicio, al menos. - Niko le sacude el cabello y ahí están los tres rodeando a Joaco, intentando que se sienta mejor.

Mauricio, a unos pasos de ellos, se aclara la garganta y los obliga a mirarlo.

- Supongo que ya no me necesitan - Su sonrisa en ningún momento desaparece y por más que Emilio intenta fijarse, no parece ser falsa.