Capítulo 69

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Sus besos se volvieron más intensos, y fueron haciendo un recorrido hasta mi cuello.

-¡Mierda!

-¿Tan rápido te has mojado?-le pregunté lascivamente.

-Se me olvidó avisarles de que te quedarás aquí.

-Y...

-Volveré luego, y seguiremos sin que nadie nos moleste.

Dio un último beso a mi cuello, para luego salir de la cabaña y volver a donde estaban todos reunidos.

POV 3° persona

-¿Entonces...?

-Se va a quedar en la cabaña, para mañana cambiarse a la de Hermes.

-Muy bien.-el centauro se giró hacia donde todos estaban.- Creo que, para todos, esta ha sido una noche muy rara, así que mejor ir a descansar.

Todas las personas, también dioses y centauros incluidos, se fueron a sus camas a descansar; aunque tres campistas iban a pasar parte de la noche en vela, aunque uno de ellos era muy asiduo a eso desde hacía poco tiempo.

[°°°]

POV Bianca

⚠️ (Aviso avisador, el lemon comienza, si no es de tu agrado o eres menor de edad (aunque igualmente lo vas a leer xd) saltatelo. El lemon se dará por terminado cuando aparezca este emoji 🔱) ⚠️

-¿Ya está?

Cassius me miró, para luego acercarse a mí y pasar sus manos por mi ropa interior de encaje.

-¿Qué os habíais pensado? ¿Qué era virgen y una santa?-me subí encima de él.- Pues no.

Comenzamos a comernos con la boca, porque esos no eran besos dulces; sino llenos de pasión.

Mientras sus labios recorrían mi cuello, y yo apretaba mi cuerpo alrededor de su paquete, puso sus dos manos en mi espalda para desabrocharme el sujetador.

Cuando lo consiguió me hecho sobre mi cama. Me lo quitó desesperadamente, para luego comenzar a dar besos por mi pecho.

-Mmm... ¿Porqué no sueltas los pies de mi cadera?

Apreté más fuerte, y puse la mejor cara de orgasmo que alguien podría poner; haciendo que la persona más ávida en el sexo hubiera pensado que había llevado a su compañía al punto culmen del clímax.

-¿Te gusta?-me preguntó, aunque supiera muy bien la respuesta, para hacer un movimiento con las caderas; el cual me hizo gemir.

-¡Ahhh!

Comenzó a pellizcarme un pezón, mientras que al otro le daba lamidas.

Desesperado, bajó rápidamente sus besos hasta mis bragas, para luego quitarlas con gran rapidez.

-Ahora sí que vas a disfrutar.

Empecé a tocar su camiseta, para intentar quitársela y recrearme con su torso desnudo, pero él me cogió las dos manos e hizo que rodeara con ellas el cabecero de la cama.

Dioses, estaba deseando ese momento. Ya me estaba mojando con solo imaginar como su lengua recorría esa parte. Sus dedos jugando dentro, mientras su lengua les hacía compañía.

En un movimiento muy rápido se bajó el pantalón, para luego colocarse un condón en su pene y empezar a embestirme con gran avidez.

-¡Dio...!

Ya era muy asidua a tener muchas pollas dentro de mi coño (por mala suerte mía, porque muchas veces sobraban hombres y necesitaba más mujeres en mi cama), pero eso me sorprendió mucho y sentir un poco de dolor; debido de la forma más repentina en la que me había penetrado.

-No grites.-me calló a mitad de la palabra con un beso, para luego meter su lengua por mi boca.

Me giró, para ponerme en cuatro, y seguir penetrándome con gran rapidez.

Si no estuviera mordiendo la almohada, un montón de gemidos hubieran inundado la habitación; y habrían hecho que un par de gente viniera aquí y nos encontrara de esta forma.

-Mmm... ¡Mmmm!

Eso era lo único que se oía por nuestra parte, con la diferencia que los míos eran atenuados por la almohada y los suyos por sus propios labios.

Un montón de embestidas hicieron que esos sonidos se repitieran sin pausa.

Mis paredes estaban envolviendo con fuerza su pene.

Se dobló un poco sobre mí, para luego susurrarme al oído.

-Como me puso verte tocándote.

Cassius siguió un rato más, para luego sacarla, dándome a entender que se había corrido.

Después de eso noté menos peso en mi cama. Oí sus pisadas, para luego notar por el ruido como se subía en su cama.

Pov tercera persona

Hay, principalmente, dos colores que destacan con cualquier estado de ánimo. El azul que sería para tristeza, aburrimiento... Y el amarillo, el cual sería para la felicidad, el jolgorio... Y eso era lo que había en aquella cabaña.

El azul era el de Bianca, y no por sus ojos, sino por su estado de abatimiento y sus pensamientos.

-"Menuda mierda de polvo, ni a un mínimo orgasmo llegué,-pensó la chica de ojos azules eléctricos.- de haberlo sabido me habría ido al baño a hacerme dedos. Y luego hay gente que ve como si fuera extraño que haya chicas que prefieran a una chica que a un chico entre sus piernas."

El color amarillo era el de Cassius, al otro lado de la habitación.

-"Por fin Luke y Bian me aceptaran en su club.-el chico se arropó con las mantas.- He hecho lo mismo que ellos hacen, solo buscar su propio placer. Aunque hice bien en ponerme el condón, porque si digo que no lo hice Luke pensará que le intento quitar el puesto de jefe, y no quiero morir".

POV Bianca

Mi vida iba a cambiar desde ahora. Bianca había desaparecido, y otra chica en su lugar iba a aparecer.

La Diosa Blanca (LDB #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora