La Diosa Blanca (LDB #1)

Capítulo 51

-Una cuestión.-los dos chicos de antes me miraron interrogantes.- ¿Cuando se conviertan en humanos, estarán dignos de ver? Ya me entendéis,-me puse a jugar con mis dedos.- vestidos.

-¿Esto responde a tu pregunta?-oí decir después de que, por arte de magia, un chico y una chica aparecieran delante mío; suplantando a los animales.- Que gusto conocerte, prima.-dijeron los dos al unísono.

-¿Cassius, cuál es la fórmula de la poción mágica qué te has tomado para...?-miraba a los dos chicos muy sorprendida, eran muy distintos a mi primo/palo.

-No, no somos él.-respondió la chica.- Somos hijos de la hermana de tu padre.

-¿Bianca?-rememoré un poco.- Mi padre me puso mi nombre por ella, pero había muerto cuando él tenía diez años.

-No, otra, Hazel Levesque.

-Nunca oí hablar de ella.

-Normal, te ocultaron todo esto.-hizo un ademán con el brazo, indicando todo el lugar.

Me moví hacia un lado, para dejar pasar a Dionisio y que comenzara a hablar.

-Bueno, tenía preparado un discurso...

Un montón de quejas se oyeron pero, el sonido que más sobresalió, fue los gritos de unas personas.

-Tenía preparado, eso significa que por cualquier razón no lo va a hacer.-bufaron.- Simples no hijos de Atenea.-se oyó decir a una voz.

-A lo que iba, todos a cenar, y luego cada uno a su cabaña.-tiró los papeles al suelo.- Mañana hay mucho que hacer.

[°°°]

-Es para mí...-empezo a recitar Dionisio para fastidiar a las personas, por no decir todo el campamento, que no querían oír ese discurso.- Tranquilos, ya paro. Pero solo daré unos avisos: se llama a todos los apellidados Stoll a la casa grande después de la cena. Mañana empezarán los deportes, pueden encontrar una hoja con toda la información debajo de sus almohadas; y no, no lo hizo el hada de los dientes ni el ratoncito Pérez, sino las arpías. Bla, bla y más bla. ¡Vamos, a cenar!

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Dedicado a:

camy-cruz

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