Capítulo 8

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Me miró para que yo dijera mi nombre, pero hasta que no le lanzó una mirada a la chica que me había tapado la boca no pude hablar:

- Bianca Angioli Nelson.

Al oír mi nombre y mis apellidos parecía un poco sorprendido, no se porque ni me importa.

-Llevenla a la casa grande.-dijo a los gemelos.- ¡Vamos, no tengo todo el día!

Tardaron un tiempo en poder cogerme, obvio que me iba a resistir. Quién se cree que soy ese hombre, una persona débil, por favor, soy Bianca Angioli Nelson y ahí no se encuentra la palabra débil. Pero como me aburría mucho de estar ahí de pie deje que la chica me cogiera como a un saco de patatas y me llevara a donde estuviera esa "casa grande".

Al entrar por la puerta me soltaron, no sin antes llevarme a rastras a lo que parecía ser una oficina. Cuando iba a girarme ellos cerraron la puerta con llave. Intenté abrirla pero no pude, así que me puse a investigar esa sala.

Había un vídeo de pantalla completa, un ordenador y un equipo de música, y más cosas que te puedes encontrar en una oficina, un escritorio, papeles... Me acerqué al ordenador a intentar encenderlo, pero al mover el ratón la pantalla se iluminó mostrando la página de inicio, en la cual se necesitaba una contraseña para acceder. Dejé eso de lado y fui a encender el reproductor, ese se puso a funcionar de inmediato reproduciendo "Don Carlo" de "Giuseppe Verdi". Llamadme loca, pero a mi me encanta esa ópera, y más cuando se oyen los violines, es simplemente hermoso. Y no lo digo por ser mitad italiana, sino porque me encanta.

Me fui a sentar en una silla mientras oía mi parte favorita, pero alguien abrió la puerta estropeando el hermoso momento.

-¡Quién ha sido el mal nacido que ha estropeado la mejor parte de la ópera!-dije mientras giraba hacia la puerta.

Al girar pude verla abierta, y enfrente a un hombre en silla de ruedas. Espera, ¿ese no es el caballo de la hoguera?

-Buenos días.-se acercó a mí.- Por lo menos veo que usted entiende de buena música. Los otros campistas dicen que es una bazofia, hasta una vez la utilizaron para ahuyentar a unas Aves del Estínfalo.-se puso al otro lado de la mesa.- Le explicaré esto paso a paso, y sí, soy el centauro de la hoguera. Usted puede ser una semidiosa o una hija de algún semidios o semidiosa.

-¿¡Qué!?-creo que debió afectarme lo que se fuman mis compañeros en el baño.

El hombre me iba a seguir explicando eso, pero se vio interrumpido por un ruido de una puerta abriéndose de golpe.

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Dedicado a:

saydi23

EvelynLuquez

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camy-cruz

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La Diosa Blanca (LDB #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora