Let me hold you, let me love you.

Diez.

Nathan

— ¿Qué es lo que sucede, Thom? –le pregunté cuidadosamente a mi amigo.

En su rostro apareció una mueca que, claramente, me decía que estaba buscando por dónde empezar. Le dio un gran trago a su café y abrió a boca, pero la cerró de inmediato.

El clima en Clemson estaba cambiando notoriamente, de un día para otro, el frío llegó, aunque no lo suficientemente fuerte como para usar una de esas chaquetas gigantes y pants súper gruesos y calientes; aún se podía usar hasta shorts.

—Thomas, es mejor que hables ya, me estás poniendo nervioso.

Un suspiro profundo salió de su boca, poniéndome, ahora sí, nervioso.

No era común que Thomas actuara así, ¡por Dios! Es Thomas Johnson, él nunca actúa así a menos que sea algo realmente muy, muy, muy súper serio.

Finalmente, juntó sus manos y habló.

—Quiero dejar la universidad.

Okey, buen comienzo, ¿qué tiene eso de malo? Pronto lo averiguaré, estoy seguro.

—Ajá, ¿y? –lo incité a continuar.

Que Thomas dijera que quería dejar la universidad no me sorprendió, de hecho, desde que entramos de vacaciones lo he visto ya no tan convencido de su carrera o del hecho de estudiar.

—He estado pensándolo desde hace muchísimo tiempo, y eres la primera persona con quien lo voy a hablar, ¿sí?, bueno, yo quiero… hmm… -tomó aire y lo soltó- Quiero formar parte del Ejército en la Fuerza Armada.

Fruncí el ceño. ¿Thomas perteneciendo a la Fuerza Armada? Realmente no me lo imagino.

— ¿Al Ejército? Mira Thomas, si viste de nuevo uno de esos documentales de ser alguien en la vida y ayudar y ser alguien importante y esas cosas, olvídalo, no es que diga que esas cosas no importan ni nada, ¡al contrario! Pero, vamos, hay muchos contadores muy exitosos, ¡tú puedes ser uno de los próximos!

—No entiendes, no es por eso… Realmente me gustaría ser parte de ellos, lo he pensado mucho y hasta he pedido información, y en serio me interesa esto. Quiero ser parte del Ejército. –dijo, con voz soñadora.

No lo podía creer… ¡No podía! Jamás me hubiera imaginado que Thomas quisiera pertenecer a la Fuerza Armada, me hubiera creído antes que él dijera que quería casarse, tener veinte hijos y mantenerlos gracias a vender paletas en la calle, pero, ¿ser militar? Jamás.

—Bien. –le dije después de procesar aquello- Está bien, me parece… bien. –Balbuceé- ¿Cuándo se lo dirás a tus padres?

 —Esta misma noche, quería convocar una “reunión” y decírselos.

— ¿No has pensado en si ellos no lo aceptan?

—Sí, pero ya soy mayor de edad, no necesito su consentimiento, aunque no te voy a mentir, realmente me encantaría que estuvieran de acuerdo.

—Y ¿has averiguado sobre la convocatoria?

—Sí. Tengo los requisitos necesarios. –dijo orgulloso.

—Genial. Entonces, ¡mi mejor amigo pertenecerá al Ejército! Fantástico.

También me sentía orgulloso por él, pero al mismo tiempo triste, porque ¿si lo aceptan, un día se va a luchar y no regresa? Viviré con ese maldito miedo, y ni hablar de Chelsea y sus padres.

[…]

Al llegar a la casa, nos encontramos con Chelsea sentada afuera fumando. Thomas de inmediato le arrebató el cigarrillo de la mano.

— ¡Hey! ¿Qué te pasa, tonto? –gritó Chelsea.

— ¡¿Estás fumando?! –exclamó enojado.

Chelsea bajó el volumen de su voz.

—Ah, sí. –dijo como niña pequeña.

Su cabello lo llevaba suelto, sus rulos chocolate caían por su rostro, haciendo resaltar aún más sus pequeños ojos verdes.

Normalmente, cuando vez a Chelsea, lo primero que notas es su cicatriz en la frente, pero conmigo, no sé por qué, pero lo primero que veo son sus ojos… Sus facciones.

Es increíble cómo puede lucir como una mujer y una niña al mismo tiempo. A pesar de que tiene una personalidad dura, por fuera parece ser una chica tierna pero sensual.

Y que además me hace sentir tan extraño.

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Losé, corto, pero listo ;)  ¿qué les pareció? Por cierto, ¿se han dado cuenta de que puse el cast de los personajes? Bien, si lo hiceron o están por hacerlo, se darán o dieron cuenta de que Chelsea no está, bueno, es porque realmente no he encontrado a nadie con sus características :/ pero ya que... 

Gracias por leer.