Tres.

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Chelsea

Le di una gran y última calada a mi cigarrillo, y lo tiré en el primer bote de basura que vi.

Tenía alrededor de una semana sin fumar. Lo disfruté.

Mi mamá negó con la cabeza.

—El cigarro es malo, Chelsea. Debes dejarlo. –dijo mi madre.

—Losé, mamá, pero no fumo todo el día.

—No importa, sigue siendo malo.

—Solo fumo cuando estoy estresada o molesta. –le informé.

Quoi qu’il…-se encogió de hombros.- ¿Cuántos libros dijiste que te faltaban? –preguntó, cambiando de tema.

—Dos. –respondí.

—Entonces, a la librería. Después iremos a comprarte algo de ropa. –me guiñó el ojo. Yo sonreí.

Caminamos hasta una librería llamada “La mejor”, ¿qué original, verdad?

Al entrar a la librería, un muchacho (que había visto antes en la universidad) se acercó a nosotras.

— ¿En qué les puedo ayudar? –preguntó, mirándome pensativo.

Sus ojos café me recorrían el rostro, supongo que intentado asimilar donde me había visto.

Le entregué el papel donde tenía anotados los libros que ocupada, y le señalé los dos que estaba buscando.

Él asintió mientras leía el papelito.

Hizo un gesto para que lo siguiéramos, y caminó hacia el pasillo que decía UNIVERSITARIOS.

—Es un muchacho guapo. –susurró mi mamá.

—Lo he visto antes, en la universidad. –susurré también.

El chico, quien, por cierto, se llama Edward, subió a una escalera y, al bajar, traía ambos libros.

—Aquí están tus libros, próxima biomédica. –dijo el muchacho, con un poco de humor.

Le sonreí y le dije gracias, mientras tomaba los libros de sus manos.

—Tú eres… Nancy, ¿cierto? Tienes cara de Nancy. –dijo, inseguro y entrecerrando los ojos.

Yo solté una carcajada totalmente falsa (pero con la esperanza de que no se notara…).

—Chelsea. Soy Chelsea. –le corregí.

—Cierto, cierto.

—Tu eres Edward, ¿cierto?

Estaba más que segura que así era.

—Sí, pero dime Eddie, Edward es mi padre. –rió.

Yo sonreí de nuevo (falsamente, otra vez).

¿Qué se hace cuando ya te quieres ir, pero no quieres parecer grosera?

—Bueno, nos tenemos que ir. –Me salvó mi mamá- Gracias.

—Sí, gracias. –dije yo también.

—No hay de qué, vuelvan pronto. –se despidió Edward, perdón, Eddie.

Fuimos hasta la caja y mi adorada madre pagó por los caros libros.

[…]

— ¿Qué tal esta? –preguntó mi mamá, sacando del perchero una blusa amarilla fosforescente que tenía escrito “Love Me” con letras blancas.

Hice una mueca y negué con la cabeza.

Ella abrió la boca para protestar y decirme por qué debo de llevarla, pero antes de que algo saliera de sus labios, mi celular sonó interrumpiéndola.

Al mirar el identificador de llamadas, solté un pequeño chillido de emoción.

— ¡Ashley Miranda Coleman! ¿Por qué no te habías reportado? –le reclamé al contestar.

— ¡Lo siento! Es que con esto de la mudanza y la adaptación y todas esas cosas de la universidad… ¡Pero tú tampoco me has llamado!  Así que no te quejes.

—Ya, ya. ¿Cómo te ha ido?

—Agotadamente increíble. ¡La universidad es genial! Tengo tanto que contarte…

Escuché el carraspeo de mi madre detrás de mí, me voltee y le di una sonrisa de disculpa.

—Lo siento, Ashley, ¿te parece si hablamos luego? Estoy de compras con mi mamá.

—Está bien… ¡adiós! Te quiero.

—Igual. –colgué.

—Listo, mami.

Cette fille... ¿Vas a querer la blusa o no?

— ¡No!

— ¿Por qué no? ¡Está a la moda! Y como YO la voy a pagar… Si, te la llevas.

Puse los ojos en blanco, y la seguí hasta la caja.

No pensaba ponerme esa blusa en público, no me gustaría parecer un marca-textos buscando que lo amen al caminar por la calle, ni dejar ciega a la gente.

—No voy a ponerme esa blusa, mamá. –le advertí.

— ¡Pero si se verá hermosa en ti! Y vas a llamar la atención cuando vayas a los bares con tus amigos.

Encarné una ceja.

—Soy menor de edad. -le recordé.

Je sais, losé. Pero como si no conociera a los chicos de tu edad –lanzó una gran carcajada-, a mí no me importaba, yo tomaba e iba a los bares a pasarla bien.

—Cómo sea, mejor vayámonos ya, mañana tengo escuela.

—Solo pago la blusa y nos vamos.

Puse los ojos en blanco y asentí.

Nunca se puede con mi mamá…

Ella gana porque gana, a como dé lugar.

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¡Hola, criaturas! Lamento haber tardado tanto :/ es que la escuela me trae COMPLETAMENTE LOCA Y ESTRESADA. Y también lamento que me haya salido ñah este capítulo... fue por la misma razón por la que no he podido subir a tiempo. 

Por cierto, ¡gracias a DreamGetaway! Por haberme hecho la nueva portada :'D 

Let me hold you, let me love you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora