El resto del día, Deku no volvió a dirigirle la palabra. Le daba miedo. Había tratado de ser amable, de entablar conversación con él, de ser amiga de quien iba a estar con ella todos los días; y lo único que recibió fue una mala contestación por parte del bicolor.
Por otra banda, Todoroki no sabía cómo sentirse: si bien por haber evitado conocer a la peli verde; o si mal porque ella no era lo que él pensaba. O más bien, lo que quería que fuese.
No. Imposible. Izuku era una niña mimada e irritante que miraba a todos por encima del hombro. Lo de aquella mañana fuera un simple intento de ligoteo, estaba seguro. Después de todo, él era muy atractivo y nada más verlo, ella se había sonrojado. Eso debía ser. Por dios que lo fuese.
A Deku le dolía en el corazón lo sucedido. No quería que alguien así de borde la tuviese que proteger. No, de hecho, en el momento de la verdad, ¿lo haría? ¿Realmente la protegería? Parecía alguien que se tomaba su trabajo muy en serio; pero, a fin de cuentas, lo dudaba. Lo dudaba por la forma en la que le había hablado.
Para cuando acabó de estudiar, eran las dos de la mañana. Suspiró, cansada, y apagó el flexo. Supuso que Todoroki ya se habría dormido sentado en su cama, aunque no oía ningún tipo de ronquido ni respiración fuerte, ya que lo había visto fumando al salir del instituto. Se levantó, se estiró, y cuando se dio la vuelta, se sorprendió al ver a Todoroki de pié, apoyado en la puerta, con los brazos y piernas cruzados.
-¿Para qué estudias tanto?-se quejó.-Llevas diez putas horas.
-Para sacar una buena nota. Tengo selectividad en tres meses y los exámenes de fin de trimestre esta semana. Si no me pongo las pilas, no sacaré la nota más alta en todas las materias.
-¿Y de qué te sirve sacar la nota más alta? ¿Qué quieres estudiar?
A Deku le extrañaban esas preguntas. Estaba segura de que, en el fondo, a Todoroki no le importaba.
-Haré psicología.
-¿Qué? ¿Para qué?
-No deseas conocerme...-murmuró.
Izuku quería evitar dar una respuesta a aquello fuese como fuese. Era un tema muy delicado que, por supuesto, no contaría a alguien como el bicolor. No mientras no le tuviese confianza.
-¿Por qué sigues aquí si son las dos de la mañana?-esquivó el tema.
-Mi turno termina cuando tú te hayas dormido. Y, que yo sepa, sigues despierta.
Sintiéndose algo culpable por su guardaespaldas, suspiró de nuevo y se metió en cama.
-Pues ya puedes irte. He acabado por hoy.-le dijo, dudando en si darle las buenas noches o no, ya que no sabía si su conversación había acabado. Pero sí lo había hecho. Él lo demostró.
-De acuerdo.
Todoroki apagó la luz y abrió la puerta, dejando unos segundos ver una línea de luz. Luego, la cerró sin despedirse, lo que hizo que Deku se sintiese mal. De alguna forma, ese chico siempre le hacía sentirse mal.
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El Brillo De Tus Ojos | ᵀᴼᴰᴼᴰᴱᴷᵁ-ᶠᴱᴹ
FanfictionOdiar por inercia es la manera más sencilla de desquitar la furia, Shoto lo sabe a la perfección. Sin embargo, no desaprovecha la oportunidad que le ofrecen de vengarse de quien considera el detonante de la nefasta vida que lleva, arrebatándole a lo...