《Capítulo 11:》"Dolor"

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Cuando Izuku terminó de estudiar, eran cerca de las doce de la noche. Le gustaba el español, así que siempre iba ocho pasos por delante del temario. La oscuridad era presente en el dormitorio; lo único que iluminaba levemente, era el flexo de la joven.

Suspiró, cansada, y se levantó de la silla, dispuesta a decirle a Todoroki que podía irse ya a su casa. Mas, lo que vio, la dejó sorprendida: el bicolor se había quedado dormido en su sillón. Por la música, no se había dado cuenta de la leve respiración del chico. Se sorprendió bastante de que no roncara, ya que él fumaba.

Apagó el altavoz y, sin hacer ruido, sacó una manta de uno de sus estantes. Se la colocó por encima y lo miró detenidamente: ni siquiera dormido se le sacaba el ceño fruncido. Deku evitó reír. Se lo veía calmado, tranquilo, aunque siguiera con cara de mala leche. Y eso, le gustaba en parte. No perdía su forma.

En una esquina de la habitación, sintió a su pequeño gato roncar, y se acercó a darle unas caricias. Recibió unos pocos ronroneos de su parte, y eso bastó para sacarle una sonrisa.

Intentando no despertarlos, se cambió de ropa para poner un pijama, apagó el flexo, y se acostó entre las sábanas de su cama, e intentó dormir sabiendo a quién tenía a escaso metro y medio.

~

Rondaban las tres de la mañana cuando Izuku sintió un pinchazo en su tobillo. El mismo que, horas antes, le doliera en el centro comercial. Soltó un pequeño quejido, y se dio la vuelta en la cama, inconsciente del dolor que sentía.

Se lamió los labios, sintiendo la boca pastosa, y con un suspiro se sentó en el borde de la cama.

Abrió los ojos a sabiendas de que no iba a ver nada en la oscuridad. Cuando éstes se hicieron a ella, distinguió a Todoroki, dormido en el sillón, aún arropado con la manta que ella le diera. Con una pequeña sonrisa adormilada, trató de apoyar los pies en el suelo y de ponerse en pie, y nada más tocar con su tobillo derecho la madera, soltó un quejido de dolor y cayó al suelo, despertando instantáneamente a Shoto.

 Con una pequeña sonrisa adormilada, trató de apoyar los pies en el suelo y de ponerse en pie, y nada más tocar con su tobillo derecho la madera, soltó un quejido de dolor y cayó al suelo, despertando instantáneamente a Shoto

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-¿¡Izuku!?-preguntó, asustado, y poniéndose en pie.

Entre la oscuridad, Todoroki avanzó hacia donde se encontraba el interruptor de la luz. Cuando se iluminó el cuarto y fue capaz de ver a la peli verde en el suelo, corrió a socorrerla.

-¿¡Qué te ha pasado!?-preguntó, nervioso.

-No doy apoyado el tobillo derecho...me duele...

El bicolor echó un rápido vistazo a donde la pecosa le indicaba, y abrió los ojos como platos cuando lo vio hinchado.

-Es probable que tengas un esguince. Avisaré a tus padres y te llevaré a urgencias. ¿Cómo te lo hiciste? ¿En la caída en el centro comercial?

-Probablemente...

-Espera un momento.

Shoto se levantó y salió del cuarto a toda prisa. Cuanto más consciente estaba Deku, más dolor sentía, y lo detestaba. Se mordió el labio inferior, nerviosa. Nunca había visto a su guardaespaldas así de nervioso, y en parte, eso le hacía sentirse protegida.

El Brillo De Tus Ojos | ᵀᴼᴰᴼᴰᴱᴷᵁ-ᶠᴱᴹDonde viven las historias. Descúbrelo ahora