-Spiderman, spiderman, does whatever a spider can~
-Hey, Pet? Amigo, tu teléfono está sonando, creo que es May- Ned me despierta mientras me sacude suavemente un hombro.
-Hmm?- abro los ojos, agradeciendo que mis amigos hayan bajado las persianas de la habitación y doy un vistazo a mi cuerpo, tendido en un sillón de la casa de Michelle, en ropa interior y con dos grandes agujas en los brazos, que transportan sangre y analgésicos a mí cuerpo. Mi metabolismo consume la anestesia demasiado rápido por lo que MJ tiene que administrármelos vía intravenosa para conseguir un verdadero alivio del dolor.
Me revolví en el sillón, intentado incorporarme, pero el movimiento me sacó un gemido de dolor y tuve que volver a recostarme.
- Hey, there! There goes the Spider-Man~
Aquella cancioncilla continuaba taladrándome el cerebro...
-May Pete, tienes que contestar.-
-Ok ok, pásamela- Ned contesta la llamada y sujeta el celular junto a mi oído, evitándome tener que hacer ningún movimiento.
-Peter- la voz de May está llena de alivio, ella siempre ha sabido que soy Spiderman, tratar de ocultárselo habría sido inútil, así que le conté todo conforme pasó, creo que ya lo había dicho pero soy un libro abierto. –Como te encuentras cariño? Los noticieros dicen que fue un ataque de robots, ¡Pensé que tú no te involucrabas en esas situaciones!-
-Estoy bien May- ella soltó un resoplido enfadado y me sentí obligado a excusarme. –Mira, no había nadie más que pudiera encargarse de ello, los Vengadores no estaban y si no hubiera hecho algo esos bots habrían destruido Harlem, además, no fueron un gran reto-
De alguna forma May detectó la mentira en mi voz y pidió que le pasara con Michelle. Desde el momento de conocerse ellas dos se habían vuelto muy cercanas y en cuanto MJ comenzó a tratar mis heridas, May dejó de creer mis mentiras, decidiendo consultar siempre con mi amiga para conocer mi estado físico.
-Mich?- Llamé, alzando la voz. -May quiere hablar contigo-
-Claro que quiere- los alborotados rizos de MJ aparecieron en el umbral que da a la cocina, venía cargando un montón de vendas y toallas limpias, un pequeño plato con agua y dos agujas curvas, que brillaban malévolamente entre sus dedos.
Ned le alcanzó el celular después de que ella hubo acomodado todo el material que cargaba, sobre un mesita cercana a mi lecho convaleciente.
-Hola May- Michelle tiene el hábito de vagabundear cuando habla por teléfono, pronto, sus pasos la llevaron fuera de la sala de estar.
-Cómo te sientes amigo?- Ned tocó la bolsita que contenía la sangre que me estaban metiendo al cuerpo, comprobando que el goteo continuara.
-Como si me hubiera arrollado un tren.- una tos repentina me obligó a parar, dios, me siento un anciano- Me podrías traer algo de agua Ned?
-Ohh, sí sí, claro, Michelle preparó algo para ti, déjame ir a buscarlo-
En el tiempo que le tomó regresar finalmente logré incorporarme en el sillón y desde arriba pude apreciar mejor mi cuerpo. En verdad parece que me haya arrollado un tren.
Mi pierna derecha está cubierta con grandes manchas de sangre seca, puedo ver dos heridas de bala, en el muslo y la rodilla, medio cubiertas por gasas, desde mi posición no puedo analizar las heridas de la pantorrilla. La mayoría de los cortes que tenía se han curado hasta dejar cientos de cicatrices rosaditas, que con suerte desaparecerán para mañana. Como los disparos atravesaron mi pierna va a tomar más tiempo para que se curen, pero lo harán, quizá el sábado ya pueda caminar sin cojear.
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Deslumbrante
FanfictionPorque el amor surge, sin importar el cómo, cuándo o dónde; es un flash, un momento que te ciega y te abre los ojos a la vez, encandilándote. Tony jamás creyó en el amor, no para él, no siendo quien era, hasta que lo conoció. Tony no sabía que est...