Fervor

3.3K 389 38
                                    

~Sábado. 15:00 horas. Torre de los Vengadores~

— Señorita Potts. Tenemos una situación - la voz de FRIDAY sonó a través del auricular de Pepper, deteniéndola en seco.

— ¿Qué tipo de situación FRIDAY?- preguntó finalmente, reemprendiendo su camino hacia el ascensor.

— El jefe me ha bloqueado- Rezongó la IA- Lleva 7 horas sin comer y 36 sin dormir. Ingiere líquido constantemente pero el café no es un suplemento adecuado para el agua. Me temo que de continuar así podría colapsar.-

— Maldición, ¿pero qué diablos le ocurre? - masculló Pepper en voz baja —No se había encerrado de esta forma desde lo de Alemania.-

Aquel comportamiento no auguraba nada bueno. Hacía días que algo había comenzado a perturbar a Tony y nadie en el equipo sabía qué era o cómo ayudarle.

----------------------45 minutos después----------------------

— Por lo que más quieras Tony, ¡no ignores mis llamadas! - la pelirroja había irrumpido hecha una furia al taller privado del genio, localizado 4 pisos más abajo del pent house, tras 26 intentos fallidos de comunicación telefónica. Eran casi las 4 de la tarde y ella aún tenía demasiadas cosas que hacer como para tener que actuar de niñera.

Sentado sobre una mesa, junto a una armadura a medio armar, Tony la contemplaba con su habitual sonrisa ladeada.

— Vamos Pep, estamos a sólo 17 pisos de distancia, no hagas una escena- dijo, sacudiendo una mano manchada de grasa, quitándole importancia al asunto.

Aquellas palabras consiguieron acentuar aún más el ceño de Pepper, llevándola a preguntarse qué tan factible era aquel posible colapso que F.R.A.I.D.A.Y. había mencionado. Haciendo un gran esfuerzo la CEO se obligó a mantener la calma.

— Llevas más de 35 horas sin dormir - dijo señalando con un gesto vago las bolsas bajo los ojos de Tony. – Has tomado suficiente cafeína como para provocarte un ataque de ansiedad; estás cubierto de aceite y grasa y en general luces como un vagabundo.- Tony rió suavemente. — ¿Podrías decirme cómo piensas asistir a la gala en este estado?- finalizó, con tono suplicante.

Tony saltó de la mesa en la que estaba sentado y comenzó a limpiarse las manos con una vieja camiseta al tiempo que replicaba con tranquilidad— Por lo menos debes admitir que soy un vagabundo sexy — Hizo una pausa y frunciendo ligeramente el entrecejo, preguntó — ¿Espera, dijiste gala?-

Pepper bufó.

-Sí, Tony, la gala de beneficencia organizada por el estado para abarcar la asistencia de todas las compañías de investigación de Manhattan. La gala a la que prometiste asistir. ¿La gala de beneficencia infantil? —preguntó, al notar que Tony seguía sin recordar. Parecía que su mente estaba en otra parte.

Y así era, le tomo unos momentos más al cerebro de Tony  procesar las palabras de su amiga, a través de la bruma insómnica en la que estaba sumido.

Finalmente asintió con la cabeza y preguntó —¿Cuándo?-

—Hoy, dentro de 5 horas!!!!—

—Mierda. —

_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Debía haber sabido que aquel día no terminaría bien. Desde el momento en el que Pepper me anunció lo de la gala. O cuando el presentador decidió tomarse unas cuantas libertades y ponerse a contar chistes. Chistes por dios santo! Si se tratara de una broma habría sido, por lejos, la más graciosa de la noche.

DeslumbranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora