Deslumbrante

Kilig

~Viernes. 16:00 horas. Torre Stark~

-Peter-

— ¿Peter?-

¿Cómo puede ser? ¿Cuándo me descubrieron? ¿Van a arrestarme? ¿Por qué mi sentido arácnido no dice nada? ¿Por qué tenía que ser justamente él?

¡No puedo enfrentarlo!

— ¿Parker? ¿Hay alguien en casa?- la voz del hombre frente a mí interrumpió mis pensamientos.

Parpadeé un par de veces y me las arreglé para formar una sonrisa. Podía sentir mi piel arder con rubor, todos mis nervios estaba a flor de piel.

—Sr. Stark! Si, disculpe, yo soy Peter. - dije soltando una risa nerviosa - Aunque ¿usted ya lo sabía?- pregunté, ladeando la cabeza.

Era una pregunta idiota, lo sé, pero mis instintos gritaban "¡actúa lindo!" y con el shock de tenerlo enfrente, ese consejo era lo único que tenía.

— Bueno Peter- la forma en la que dijo mi nombre, como si lo saboreara, me hizo estremecer —No todos los días llega uno de éstos a mi escritorio - dijo moviendo su mano derecha, desplegando un holograma de lo que parecía ser un informe.

Di un paso al frente, acercándome para leer el reporte, pero al punto retrocedí, completamente pasmado al leer mi propio nombre al pie de la primera hoja. Al comprender lo que aquello significaba cubrí mi boca con las manos, ocultando mi expresión de alivio.

No lo sabían, mi identidad estaba a salvo, era libre de continuar en la pasantía... pero sobre todo: Tony Stark había leído mi reporte de investigación!

Palidecí ante este pensamiento. Anthony Edward Stark había leído mi absolutamente patético reporte de investigación.

Descubrí mi boca y lo mire.

—Lo- lo leyó? - pregunté con voz temblorosa.

—Crees que habría bajado hasta aquí si no lo hubiera leído?- dijo, alzando una ceja

—Nno, no, supongo que no- dije sonriendo a medias.

Él sonrió, no de forma sarcástica sino cordial.

—Creo que dejaste caer algo- dijo, de repente

—Qué?- pregunté desorientado. Él se limitó a señalar con una mano el suelo bajo mis pies.

Bajé la vista a mis zapatos, notando que la bolsa de frascos de muestra se había abierto, desparramando su contenido. Afortunadamente ninguno de los frascos se había roto.

Me agaché y comencé a juntar y meter los pequeños frascos de nuevo en la bolsa.

Cuando me puse de pie, encontré al Sr. Stark leyendo algunos de los esbozos y notas del proyecto que cubrían mi escritorio.

Me dispuse a colocar la bolsa en el escritorio, pero la voz de Tony a mis espaldas me sobresaltó de tal manera que casi la dejo caer... de nuevo.

— ¿Has sufrido alguna quemadura por frío?- preguntó distraídamente, mientras continuaba examinando mis notas.

—Ehh, sí, pero sólo fue algo de bajo grado. Una vez me quedé atrapado en un elevador y el aire acondicionado se descompuso y...- mi voz fue perdiendo fuerza a medida que hablaba.

En realidad mis quemaduras habían sido bastante graves. Tras quedar encerrado en un congelador de carnes por 1 día, cortesía del idiota de Oscorp, los dedos de mis manos y pies estaban de un impactante color púrpura.

Cuando mis amigos finalmente dieron conmigo, Michelle pensó que tendría que cortármelos... Por suerte eso no fue necesario. 12 horas después mi factor de curación había traído mis dedos de regreso a la vida.