Deslumbrante

Celos.

~8:00 Am. Torre de los vengadores, Sábado~

–Todo listo Parker?- preguntó Tony, alzando la cabeza de la pantalla que tenía enfrente, para escanear la sala.

–Todo listo- la risueña voz del chico le llegó desde una esquina de la sala, misma donde el dios Asgardiano había estado descansando desde el amanecer.

Mientras le chico se aproximaba, Tony vislumbró el destello de un celular desapareciendo en uno de los bolsillos del chico. Volviendo a examinar el rostro del chico, le pareció que su sonrisa era un tanto enigmática, como si disfrutara de una broma privada.

Una ceja interrogante se alzó en la frente del genio, pero fuera de eso no dio más muestras de cuestionar el ya de por sí cuestionable comportamiento del chico, había cosas más urgentes de las que hablar, como cuando se verían de nuevo... por motivos profesionales, nada más.

–Seguro que no quieres esperar a que los otros regresen?- preguntó de nuevo con fingida indiferencia.

El chico le dirigió una sonrisa de disculpa, antes de contestar –No, creo que no, realmente estoy muy cansado- comentó con una sonrisa, que rápidamente se convirtió en un bostezo.

Tony se vio incapaz de reprimir una sonrisa ante el largo bostezo, que denotaba realmente cuan cansado estaba el chico. –Sí, eso es bastante obvio- murmuró, aunque sus palabras se vieron sofocadas por el timbre del elevador.

El chico ladró una risa mientras entraba al ascensor, Tony lo siguió, sonriendo de forma involuntaria.

Un silencio que comenzó siendo agradable se instauró mientras descendían piso tras piso; eventualmente, Tony volvió a cortar el silencio, no queriendo lidiar con la creciente tensión que llenaba el reducido espacio.

–Entonces, piensas volver al juego esta semana?- preguntó casualmente, sin apartar la vista del frente.

–Probablemente esta misma noche- contestó Peter, riendo suavemente –Realmente extrañaba estar en las calles-

Tony frunció ligeramente el entrecejo, –Esperaba que después de lo de la última vez estuvieras un tanto menos... entusiasmado por volver a la acción- murmuró sinceramente, aventurando un vistazo al rostro del chico. Éste estaba contemplando el suelo con expresión tranquila.

–Me han pasado cosas peores- respondió al fin, luego de un largo silencio –No hago esto pensando en mí, sino en los demás. Tengo la ventaja de sanar muy rápido, pero el resto de las personas...Si puedo tomar un balazo o una puñalada a favor de alguien más, lo haré, lo habría hecho antes, si hubiera tenido la oportunidad...– su rostro se ensombreció con algún recuerdo desconocido por Tony. –Además- de súbito su expresión cambió, apartando la vista del suelo, deslumbró a Tony con una amplia sonrisa –Gracias a usted puedo ahorrarme algunos dolores- Tony lo miró, más desconcertado que antes. Peter volvió a reír –Me aseguraré de mencionar su nombre la próxima vez que alguien me dispare la bala rebote- aclaró risueño.

Antes de que Tony pudiera contestar, las puertas del ascensor se abrieron, dando paso a la recepción.

Sin perder un segundo Peter salió del ascensor, girando sobre sus talones hasta quedar de cara a Tony.

–Entonces, supongo que lo veré por ahí- comentó, sonriendo ligeramente. –Ya sabe, siempre estoy disponible para un café por la madrugada-

Tony soltó una risa temblorosa, seguro de estar malinterpretando el tono y sentido de las palabras del chico. Justo antes de que las puertas se cerraran, se las arregló para responder un sarcástico –Sigue soñando, chico-

Peter contuvo un grito de emoción, al escuchar el errático latir de su corazón, antes de girarse y avanzar hacia la recepción.

Dentro del elevador, Tony se golpeaba la cabeza contra las puertas, odiándose por el nudo dentro de su estómago.