Deslumbrante

Osadía & Afrenta

–MJ...- murmuré, mirando nerviosamente alrededor.

–Mmmm? – contestó ella sin despegar la vista de su celular.

–Realmente no entiendo cómo puedes leer en el metro- comenté con un estremecimiento, al recordar los mareos que había sufrido en las mañanas de mi tercer año de secundaria, cuando solía aprovechar el paseo en el metro para leer en el diario las noticias sobre Spiderman.

MJ bajó el teléfono y me dio la "mirada de la muerte" antes de preguntar –¿Eso querías decir?-

–No. No, lo siento. Es que...- empecé, bajando la voz hasta hacerla un murmullo –Bueno, me siento observado-

Al entrar al vagón quedaban sólo un par de lugares libre, que por supuesto había cedido a Ned y MJ, después de todo, yo raramente me cansaba por estar de pié. 15 minutos después me arrepentía profundamente de esa decisión.

Pero, entiéndanme ¿Cómo podría haber imaginado yo que un par de pantalones (muy) ajustados atraerían tal atención. Lo peor de todo era el rango de género y edad de los mirones.

¿Pueden darse una idea?

¿No??

Bien, les diré.

Hombres, entre sus sesentas, si es que aquel grupo de viejos repugnantes no tenían más.

Ugghhh.

Malditos reprimidos.

MJ dejó pasear la mirada por el vagón y al toparse con el grupo de momias depravadas, esbozó una sonrisa burlona. –Bueno- dijo con sorna –Ahora ya sabes lo que siente una mujer cuando un idiota se le queda viendo-

–¿Cómo puedes decir eso?- dije, fingiendo estar ofendido, al tiempo que ponía una mano en mi pecho, para efecto dramático –Tu sabes muy bien que yo jamás he mirado así a una mujer y por lo tanto no creo merecer este castigo-

Su respuesta fue un puñetazo en el muslo acompañado de un "Tu eres gay, idiota", seguido de una sonrisa enigmática.

–Bueno, por lo menos puedes estar seguro de algo. Si logras que un hombre que va literalmente de la mano de una mujer se te quede viendo embobado, no tendrás problemas en apantallar a tu playboy-

Girando la cabeza instintivamente me encontré con la pareja en cuestión. Las miradas de ambos comprobaban las palabras de mi amiga.

–Ya decía yo que sentía como alguien me estaba derritiendo la espalda con la mirada- murmuré, sonrojado hasta las orejas, aunque no por la vergüenza, sino por la idea del Sr Stark viéndome en esas ropas.

–Ned, amigo, no quieres intercambiar pantalones?- pregunté, como último recurso.

Mi amigo de toda la vida, compañero de alma, legos y ser nerds, dio una mirada rápida a mis asfixiadas piernas, luego un vistazo a las propias y tras lanzarme un último vistazo de lástima, decidió ignorar mi pregunta.

El resto de paseo en tren fui acompañado por las carcajadas histéricas de MJ y muchas miradas con intenciones variables.

_-_-_

–Buenas piernas- saludó Paul mientras me acercaba a su mostrador ­– Tardes!!!!- exclamó de pronto- Quise decir tardes. Buenas tardes Piernas, digo Peter! Piern-Parker!- luego de boquear como un pez fuera del agua por un par de segundo más, optó por dar un largo suspiro y volvió a empezar. –Buenas tardes, Peter. Bueno verte- dijo al fin, rojo como un camarón

Decidí pasar por alto el desliz. Pobre alma.

–Hola Paul- contesté, esbozando una sonrisa afectuosa mientras pasaba mi tarjeta por el identificador. Como aún tenía algo de tiempo decidí hacer un poco de plática para ayudarlo a pasar el bochorno –Como va todo?- pregunté.