Un Marido Infiel H.S.

Capítulo Treinta y Siete: Falsedad

Narra Blake:

No hay nada que pueda levantar mi estado de ánimo, la verdad es algo preocupante ya que debo de cuidarme por la salud de mi hijo, pero es por lo único que sigo cuidándome. En ocasiones tengo el pensamiento de terminar con todo el sufrimiento que oscurece mi felicidad. Cada que pienso en eso, comienzo a recordarme que debo seguir por mi hijo, que él no merece el sufrimiento de crecer sin el amor de su madre y que nadie lo va a querer de la misma manera a la que yo lo quiero.

Los días han transcurrido con rapidez, cada día que pasa es un recordatorio de que mi madre ya no está en este mundo y hoy es uno de esos días en los que me siento sin ánimo de absolutamente nada. Ahora mismo me encuentro sola en la casa de mi madre ya que mi hermano fue a dejar a Ginnie al aeropuerto pues ella debe regresar a su país por los deberes laborales, y eso significa que Zayn pronto hará lo mismo y yo deberé de tomar una decisión.

Levanto la blusa para dejar descubierto mi abdomen abultado, coloco mi mano sobre mi vientre y comienzo a dar movimientos circulares.

Blake: ¿Estas dormido bebé? - Susurro con cariño mientras observo mi abdomen - Perdóname por pensar en cosas que no debo... Yo sé que tú me necesitas y quiero que sepas que yo también te necesito, eres lo único que tengo en mi vida. - Me sobresalto al sentir como el bebé comienza a moverse en mi vientre - ¿Estas escuchándome...? - Las lágrimas nublan mi vista y después de mucho tiempo me siento un poco feliz - Te prometo que no me voy a dar por vencida, voy a hacer todo lo que este en mis manos para tener una mejor vida... - El timbre comienza a sonar, lo cual es raro ya que no tiene mucho que Zayn salió y además es muy temprano.

Me levanto del sillón con dificultad, respiro profundamente y comienzo a caminar hacia la puerta, al abrirla me llevo una gran sorpresa y los recibo con una gran sonrisa.

Blake: ¡Genna! - La envuelvo en un cálido abrazo

Genna: ¡Hola! - Acepta mi abrazo y me aprieta con cuidado - Ella es mi madre... Annette - Dirijo mi mirada hacia la mujer que se encuentra en una silla de ruedas eléctrica.

Blake: ¡Mucho gusto! - Me devuelve la sonrisa - Hasta que por fin nos conocemos

Annette: Así es linda - El enfermero que las acompaña, ayuda a la señora Annette a ingresar a la casa y por órdenes de Genna, él se retira hacia el auto. - Es una hermosa casa... Pero no tanto como tú

Genna: ¡Madre! - La mira con asombro por su comentario y comienzo a reír

Blake: Lo mismo digo, usted es una mujer hermosa

Annette: Lamento mucho lo de tu madre, es una lástima que no llegue a conocerla - Asiento con lentitud

Blake: Si... era una gran mujer - Mantengo mi mirada hacia uno de los jarrones que mi madre coleccionaba - ¡Que descortés he sido! ¡Por favor pasen a la sala! - Genna me mira con una pequeña sonrisa - ¿Les gustaría tomar algo?

Genna: Por el momento estamos bien ¿No es asi madre? - Mira a su madre con una sonrisa que me es tan familiar

Annette: Estoy bien, no te preocupes - Me mira directamente a los ojos con intensidad y su mirada me es tan familiar que me hace pensar en... - Y estuviste casada ¿no?

Genna: ¡Madre eso no se pregunta! - La mira molesta - Además eso ya lo sabias

Blake: No pasa nada - Miro a mi amiga con tranquilidad y regreso mi vista hacia Annette - Lo estuve. Estuve casada con... - Me interrumpe

Annette: Con Harry... - Al mencionar su nombre, su mirada luce perdida y me confunde aún más - No sé qué le paso... En verdad que dejo ir a una gran mujer