Kun toca la puerta de la casa de su amigo, su madre abre y le dice que JaeHyun está en su habitación, él asiente y agradece.
—Jae, soy yo.— Kun había obligado a YoonOh dejarlo llamarle JaeHyun, odiaba decirle YoonOh, sonaba como profesor. Quería usar el lindo apodo que le puso de niño.
—Kun, adelante.— Kun abrió la puerta y encontró a JaeHyun todo polviento, estaba limpiando su habitación.
La cual estaba reluciente, Jae creía que si comenzaba a cambiar su físico, también su alrededor debía cambiar, su habitación seria buen comienzo.
—Wow, tú madre estará orgullosa de ti Jae, al fin limpias tú habitación. — el chico paso y se sentó en el suave colchón, mostrando una pequeña canasta. —Ven acá.— de inmediato JaeHyun se sentó a un lado de su amigo.
—¿Qué traes aquí?—
—Verás anoche me la pase buscando recetas de postres bajos en calorías, estos son perfectos.— ladeó su cabeza y mostró una coloridas barritas de cereales, que olían de maravilla. —Así que dejaras las golosinas, y cuando tengas antojo de algo, dímelo, haré postres bajos en calorías para ti.— extendiendo una de las barritas JaeHyun la tomó y probo.
Síp, sin duda sabía exquisito.
—¡Wah! Kun esto sabe delicioso, muchas gracias.— le sonrió y Kun asintió, sonrojándose con levedad. —En serio, no sé como pagaré todo esto que haces por mí, haz sido un excelente amigo, amable, dulce, comprensivo... — acerco un poco de la barrita a la boca del chico quien también comió.