Un día, un día entero había pasado desde que Kun aceptó intentarlo con JaeHyun y se sentía bien, estaba feliz y lo demostraba.
Esa tarde había salido de compras con su madre, era realmente hermoso el día, había viento y el sol estaba brillante, juraba que hasta escuchaba a los pájaros cantar, como si estuviera en un cuento.
Así que recargo su mejilla en la ventanilla del auto donde iba conduciendo su madre, observó el camino que ya casi se sabía de memoria, eso hasta que su teléfono vibró, era un mensaje de un número que no tenía agendado, con mucha curiosidad se dispuso a leerlo:
Hola Kun, pensé bastante en sí debía hacer esto por mensaje o en persona, pero aquella vez en casa de JaeHyun me congele, quería hacerlo pero no tuve el valor, es difícil. Pude ver el enojo o tal vez decepción en tus ojos cuando me viste con JaeHyun, pero solamente fui para disculparme con él y de pasó pedirle tú número. Sé que lo que yo escriba no cambiará en lo absoluto todos los malos tratos y todas las cosas horribles que llegué a causar, te odié, porqué eras tan lindo y todos querían estar contigo, porque todos decían que a tú lado se sentían cómodos, en diferencia a mí, los chicos no me querían para más de una noche y eso llegaba a ser molesto a niveles que no tienes idea. Sé que necesitó ayuda, sé que está mal jugar con las personas y hacer con ellas lo que me venga en gana, dañé a muchas personas, YukHei entre ellas. Kun, todos te quieren, en cambio yo estoy muy podrido por dentro, otra vez lamentó no hacer esto en persona pero te juró que no tengo el valor, no puedo ni verte a los ojos sin sentir vergüenza, pero en serio quiero hacerte saber que lo siento, muchísimo. JaeHyun te adora y tiene sus razones, tienes un corazón hermoso Kun y admiro mucho eso de ti, siempre piensas en todos y estás dispuesto a ayudar, incluso a sacrificar tú propia felicidad. Tengo muchas cosas que aprender de ti y muchas más que mejorar. Del fondo de mi corazón esperó que me perdones y que JaeHyun y tú sean felices.
Pequeñas lágrimas se habían estancado en sus ojos al leer todo aquello, obviamente iba a perdonarlo, JungWoo solamente era una persona muy dañada que merecía apoyo, amor y mucha ayuda.
—¿Todo bien Kun?, ¿Por qué estas llorando?— su madre lo mira de reojo mientras comienza avanzar en el auto.
—JungWoo me pidió disculpas, aunque no sé qué responderle.— era verdad Kun no sabía exactamente qué debía responder.
—Tal vez deberías hablar con él mañana... ¿No crees?— Kun lo meditó unos segundos antes de asentir.
Mañana en la escuela podrían hablar un momento, estaba bien.
—Y, ¿cómo van las cosas con JaeHyun?, ¿ya lo besaste?— un sonrojo adorno las lindas mejillas de Kun.
—¡Mamá!— cubrió sus mejillas negando a su segunda pregunta. —Para ser sincero es bastante dulce ahora, me gusta mucho y estoy feliz... ¡No lo he besado! Es bastante extraño hablar de eso contigo teniendo en cuenta que te llevas con su madre y son nuestros vecinos.— Kun hizo una mueca mientras su madre soltaba una carcajada
—Ella y yo apostamos quién se iba a declarar primero. — se encogió de hombros.
—¿Y quién ganó?—
—Ella, te aposté y me defraudaste Kun.— fingió indignación. —¿Por qué crees que vamos de compras? Debo comprarle el nuevo álbum de Red Velvet.—
Kun comenzó a reírse y suspiro.
—Lo siento madre.—
Horas más tarde, madre e hijo volvieron a casa, la señora Qian tuvo que darle su premio a la madre de JaeHyun mientras que Kun junto a él se reían con con algo de vergüenza, no sabían que sus madres apostaran por ellos.