El corazón de Kun está roto, odia toda la absurda situación, pero JaeHyun acaba de decírselo en su cara, no siente nada por él, duele, duele demasiado. Arde, el corazón le arde incluso y ni siquiera sabe si eso es posible.
—Kun, ¿ya te vas?— no quiere darle la cara a la madre de JaeHyun, no. No quiere que lo vea llorar, se niega a darle la cara.
—Mi mamá me espera en casa y JaeHyun está mejor. — se apresura a salir sin escuchar lo que la señora Jung responde.
Entonces se siente tan patético e insignificante, ¿cómo iba Kun a competir contra JungWoo? Debía ser un completo estúpido por tener la mínima esperanza de aquello, JungWoo es precioso, su cabello negro, sus facciones, es alto, delgado, tierno, su sonrisa es sublime y Kun...
Siente el vacío en su corazón, se siente torpe, quiere llorar, quiere sacarse el corazón y golpearlo hasta que deje de sentir ese absurdo enamoramiento.
Se odia por no poder controlar sus emociones, ¿por qué de todos los chicos se debía fijar en JaeHyun?, ¿por qué tuvo que volver de china? Si se hubiese quedado allá nunca habría terminado con DeJun y ahora estaría feliz con su precioso novio y no sufriendo por un amor no correspondido.
Porque JaeHyun puede sanar su corazón en un segundo, pero corre el riesgo que también puede desgarrarlo.
Llora por horas, horas eternas. Hasta que el sonido de su teléfono lo distrae.
Lucas.
¿Todo bien?, ¿estás mejor?
No tiene ánimos de responder así que solamente lo deja en visto y continúa con su labor de llorar, quiere llorar y sacarlo todo, llorar hasta cansarse y que no salga nada, llorar hasta que deje de estar enamorado.
Se termina durmiendo y eso ayuda bastante, dormir y desconectarte del mundo, dormir y no existir por unas cuantas horas.
Toc, toc, toc.
Kun aún duerme, los toques en su puerta se hacen más intensos, pero él los ignora y finalmente no los escucha porque aquella persona entró a su habitación.
—Kun, ¿qué tienes?— es YukHei, reconoce la voz de inmediato.
Kun no entiende porque de nuevo está en su casa, así que se atreve a preguntarle.
—¿Para que viniste? — se sienta en su cama con los ojos hinchados.
—No respondiste y me preocupe— YukHei sin invitación se sienta frente a él y ladea su cabeza, notando sus ojos llorosos y lo rojita que estaba su nariz.
—¿Por qué?— vuelve a preguntar.
—Bueno, ya que insistes, tú más que nadie sabes lo que un enamorado hace, no importa si no me llamaste o pediste mi ayuda, aquí estaré. Tú fuiste a por JaeHyun hoy sin que él te lo pidiera no?— Kun asiente y sus ojos se llenan de lágrimas, YukHei solamente lo abraza como si sintiera todo su dolor.
—No le gusto... Me lo dijo en la cara.—
—Kun... Él es el idiota que se pierde de un ángel como lo eres tú... No gastes tus hermosas lágrimas en un estúpido, por favor.—