JaeHyun tiene un montón de sentimientos encontrados, lo repasaba de forma cuidadosa y no tenía respuesta. ¿Amaba a Kun? Claro que sí, ¿lo hacia feliz? Sí, pero, ¿Kun era feliz con JaeHyun? Comenzaba a preguntarse eso una y otra vez.
Y había caído en cuenta que en todos estos meses junto a él solamente había logrado dañarle una y otra vez, inconsciente y conscientemente. YoonOh no sabe amar, YoonOh no sabe como hacerlo feliz, estaba tan acostumbrado al dolor que solamente eso puede dar.
Se maldice una y otra vez, una y otra vez. Sabe que no merece a alguien como Kun, lo tiene muy presente.
Así que finalmente tiene una respuesta.
Dejara en paz a Kun.
No buscara nada más que su amistad.
Porque solamente logra hacerle daño y eso no es justo, porque Kun es el chico más precioso en la faz de la tierra y merece alguien que le haga feliz cada segundo. YoonOh había entendido que ese alguien, no era él.
La noción del tiempo se pierde, se perdió el desayuno y probablemente tampoco baje a almorzar o cenar. No tiene ánimos. La decisión que tomó no le gusta, pero tal vez es lo mejor.
Escucha tres golpecitos en su puerta y aquella dulce voz.
—JaeHyun, déjame entrar.— una parte de él quiere abrir la puerta, abrazarlo y pedirle perdón, la otra parte de él quiere no abrirle la puerta y ponerse a llorar.
Kun del otro lado vuelve a tocar y se escucha un suspiro.
—Por favor... Tú madre está preocupada.— JaeHyun tiene la mano sobre la perilla y la gira lentamente.
Kun entra y lo abraza, su corazón se rompe, en serio se rompe.
Perdóname en serio. Piensa antes de apartar el pequeño cuerpo.
—¿Qué quieres?— disimula lo rota que se oye su voz.
—Tú madre dijo que no habías salido de tú habitación y estaba preocupada...—
—Estoy bien Kun, lo siento por la otra vez. No era mi plan que JungWoo estuviera ahí. — hizo una mueca.
—¿Qué querías decirme? — insiste, Kun quería saberlo, quería que le confirmara sus sospechas sobre declararse.
—Nada, no era nada importante Kun.— se encoge de hombros. —Tal vez deberías... Fijarte en otros chicos Kun. — suspira.
—¿Qué?—
—Sé que te gusto, pero... Tú a mi no me interesas en lo absoluto en el lado sentimental, eres mi amigo, sí. Eso jamás cambiara.— voltea a ver a Kun y lo que ve no le gusta, los ojitos del mayor están llorosos y JaeHyun sabe que esto debe suceder para que deje de dañarlo. —Lo siento.— hace una mueca.
—Entiendo, no importa ya, creó que estás bien. Solamente deja de preocupar a tú madre y ve a comer.— dice eso y simplemente se da la vuelta y sale de la habitación.
JaeHyun siente como de golpe sus ojos se llenan de lágrimas y se maldice nuevamente, pero.
Ya no podrá dañar más a Kun.