JaeHyun se encontraba frustrado sobre la báscula, en dos semanas llevaba 6kg ya. Esto le parecía eterno, Kun asomo su cabeza por la puerta al escuchar sollozos, solamente había ido al baño y ahora su amigo lloraba.
—Jae, ¿qué sucede?—
—6kg Kun, me falta mucho.— el mencionado hizo un puchero y limpio sus lágrimas con lentitud.
—Todo con tiempo... Te pedí que confiarás en mí, ¿recuerdas?— Jae asintió y abrazo a su amigo.
—Es que no te merezco.— murmuró y Kun sonrió abrazándolo con fuerza.
—Está bien... Salgamos esta noche, ¿te parece?— Jae asintió y el llamado de la madre de JaeHyun para comer los hizo bajar.
La señora Jung adoraba a Kun, le caía tan bien y le encantaba que tuviera un impacto positivo en la vida de su hijo.
—Kun, ¿tú tienes novia?— cuestiono la madre de Jae y Kun soltó una risa.
—No señora...— respondió.
—Pero mamá, a todas las chicas de la escuela les gusta Kun, hablo en serio.— ese fue JaeHyun, avergonzando a Kun.
—Tal vez nuestro Kun tiene a alguien especial, ¿te gusta alguien cariño?— Kun se sentía mareado por tantas preguntas, y peor por la última.
¿Y sí lo admitía?
—¿Oh? ¿te gusta alguien especial Kun?— Esta vez fue JaeHyun quien lo miro.
Kun jugaba con su ensalada mientras sus mejillas se tornaban rojas.
—Pues... Algo así.—
—Pero que malo eres no me haz dicho quien.— Reprochó JaeHyun dramatizando. —Te aseguró que quién sea te va aceptar. ¿Quién no aceptaría a Kun?—
Él chino rió incomodo y negó nuevamente.
—Eso no lo sabemos.— susurro bajito.
—Anda dinos su nombre.— insistió la madre de JaeHyun.
Kun suspiro bajito y negó.
—Al menos a mí dime... Anda.— murmuró YoonOh y le hizo ojitos.
—Uhm... No lo conocen, era un viejo amigo de china.— mintió.
No hubo insistencia así que todos acabaron su comida con normalidad.
Kun estaba por irse, pero antes de eso le recordó.
—Jae no olvides que saldremos está noche.— le recordó.
—¡Claro que lo recordaré Kun!— se quejo, el chino llevaba recordándole su salida toda la tarde.
