El cuerpo del chico se tenso ante aquello, ¿cómo esperaba que respondiera? Kun ese día no estaba en sus 5 sentidos, no quería lastimar a YukHei, no, no quería eso.
—YukHei y- yo... Estaba ebrio, lo siento.— el moreno negó.
—Sé que JaeHyun te gusta, Kun— y las mejillas del chico se enrojecieron.
—¿Cómo sabes?—
—Ese día me llamaste JaeHyun antes de besarme.— tomó un largo suspiro antes de continuar. —Sé que no soy él, pero Kun, siendo sincero, me gustas. Quiero tratar de conquistarte.—
Kun se quedó estático en su lugar.
—YukHei, me agradas, eres un buen amigo pero no creo que tú y yo...— se quedo callado, no sabía exactamente cómo decirlo para que no se sintiera mal.
—Déjame tratar, por favor.— YukHei insistió y Kun se levantó de su lugar.
—Y- yo... Yo, debo, debo hacer algo.— y corrió.
No sabía exactamente porqué, solamente sabía que lo que menos quería era decir algo que no sentía.
Amaba a JaeHyun, lo amaba y no creía sacar el sentimiento tan fácilmente.
Y eso era lo que más le daba miedo.
Terminó chocando con un chico.
—¿Estás bien?— con un coreano inexperto, tanto como el de Kun, el chico lo miró.
—Lo siento, y sí, estoy bien, pero debo irme.— dicho eso, Kun siguió su camino.
Tal vez encerrarse en su salón de clases era buena opción.
No quería ver a YukHei, no quería ver a JungWoo y mucho menos a JaeHyun, quería que el mundo lo tragara y lo devolvería al día de esa estúpida fiesta para negarse a ir.
Pero dicen por ahí que las cosas pasan por algo, pero hasta ahora Kun no entendía qué de bueno traía todo lo que le estaba sucediendo.
Podría haberse encerrado en su salón a como planeaba, pero ya habían dos personas dentro del salón de clases.
Y sí, eran JungWoo y JaeHyun quienes compartían almuerzo mientras JungWoo escribía, lo que parecía ser la tarea de álgebra.
Tonto JaeHyun.
Kun estaba consciente que si JungWoo se te acercaba era para sacar alguna especie de provecho. Tal cómo hacia con Jae.
Su mirada conecto con la de JungWoo, quien solamente le sonrió y beso la mejilla de JaeHyun, ocasionando un sonrojo en él.
Kun no iba a negar lo celoso que estaba, poco le importó si ambos estaban ahí, entró al salón sintiendo ambas miradas sobre él.
—Jae, ¿puedo hablar contigo?— susurro sin querer verlos.
—¿Es algo importante? —
—Lo es, por favor hablemos.—
—Kun, JaeHyun ya no te necesita, gracias por ponerlo bonito para mí por cierto, puedes irte o quedarte, pero si te quedas será en silencio— la voz de JungWoo sonó burlona.
Eso no le dolió a Kun, en lo absoluto, lo que si le dolió fue que JaeHyun no dijo nada.
¿Simplemente dejaría que la amistad acabará así? Por JungWoo?
Estaba a punto de darse la vuelta pero sacó fuerza de voluntad de no sabe dónde.
—¡Bien! Quería decirte esto en privado JaeHyun, pero viendo que no tengo opción. ¡No puedes ser marioneta de JungWoo! Eres más que sólo un lindo chico JaeHyun, por favor escúchame, eres un chico de buen corazón y además de es...— la voz de JaeHyun lo interrumpió.
—JungWoo te dijo, te vas o te quedas, pero en silencio, ¿no fue claro?—
Kun abrió la boca pero no formuló palabra alguna.
Entonces sí, se dio la vuelta y se dio cuenta que en serio había perdido a su amigo.
Lloró, antes de que la última clase llegará limpio su rostro y trató de estar lo más normal que podía, eso, sin decir que sentía la insistente mirada de YukHei y si eso no era poco también la de JaeHyun.
JaeHyun admitía que era idiota, lo era, pero realmente no, no podía, la compañia de JungWoo no se comparaba a la de Kun, las sonrisas brillantes que le dedicaba, los abrazos suaves, porque sí, Kun era hermoso y muy cálido, JaeHyun está consciente que sin Kun habría enloquecido, él lo vino a salvar.
El timbre que indicaba la salida hizo que todos los estudiantes salieran, Kun permaneció en su lugar con la vista perdida, YukHei también permaneció en su lugar y para cuando se dio cuenta solamente quedaban ellos cuatro, contando a JungWoo, claro.
JaeHyun no quería dañar a Kun aunque con todo lo anterior ya lo había hecho lo suficiente.
—Kun, vayamos juntos a casa.— la mirada del chico le hizo pequeño el corazón, tenía una pequeña sonrisa en sus labios y un pequeño brillo en los ojos.
Entonces aún hay esperanza. Pensaba el chino mientras se levanta de su asiento para poder marcharse junto a JaeHyun, en el camino podrían arreglar las cosas, sí, arreglarían las cosas y para cuando llegará el domingo irían a ese viaje a la playa que sus familias estaban organizando.
—¡Pero Jae! ¿No crees que deberías llevarme a casa?— JungWoo sujeto su brazo impidiendo que se moviera. —Mi novio debe llevarme a casa.— JaeHyun girándose sorprendido miro a JungWoo.
—¿Novio?— susurró incrédulo.
—Sí, eso dije, porque desde ahora, eres mi novio Jae...— JungWoo se acercó en su totalidad al chico solamente para estampar sus labios en un beso.
Kun se quedo congelado y se apresuró a salir del salón, no quería ver esa escena.
Recordó aquella vez que JaeHyun le dijo que no había dado su primer beso, bueno, ya lo había dado.
Escuchó los pasos detrás de él y se giro teniendo el rostro rojo de puro coraje.
—¡¿PARA QUÉ VIENES DETRÁS DE MI?! VETE CON JUNGWOO.— y después de haber gritado eso, se dio cuenta que era aquel chico alto con el que había chocado. —¡Lo siento! Pensé que eras otra persona.— haciendo una reverencia, suspiro.
—¡Está bien! Perdón por seguirte es que soy nuevo, y te vi, quería preguntarte tú nombre.— el chico camino hasta quedar frente a Kun. —Soy Johnny.—
—Kun, un gusto y perdón por todo el alboroto.— Le sonrió levemente.
—¿Tuviste un mal día Kun?— ambos comenzaron a caminar y Kun soltó una risa.
—Ni te imaginas. —
—¿Qué te parece si me cuentas mientras vamos por un helado? — el alto sonrió.
—Uhm... Claro, ¿por qué no?—
