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Todo en la vida es un sacrificio.

Esas palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez. Me levanté de la cama y fui a darme una ducha. Estaba ansiosa y no sabía porque ya que había pasado por esto otras cuatro veces.

-Date prisa que se te hace tarde - me gritó una vocecita desde afuera del baño.

-Tranquila Naty, ya salgo.

Me llamo ****(tu nombre) y vivo en ***(tu país) con mis padres y mi hermana menor Naty. Tengo 23 años y estudió Idiomas en la Universidad. Empezaré a estudiar coreano porque fue el deseo de cumpleaños de mi pequeña hermana que está completamente obsesionada con los grupos K-Pop y los doramas. Este es mi 5to y último idioma para graduarme y enviar mi currículum a la más grande empresa que hay en mi país "MORAT" y no parare hasta ser la traductora principal. Mi hermana está loca por ir a recoger mi localización, es decir la SEDE a la que me asignarán donde haya un profesor del idioma que quiero, pues en mi SEDE no hay, Naty cree que me mandaran a estudiar a Corea del Sur porque dice que lo soñó, pero yo no creo en sueños, hay que esforzarse mucho para poder cumplir los sueños.

-Vamos, date prisa- volvió a gritar mi adorada hermana, quien estaba siendo más molesta de lo normal.

- ¡Enseguida salgo! ¡Deja de gritar como loca! - grite de igual manera y escuche su risita cómplice.

Salí corriendo y me vestí casual, con un vestido rosado y mis Converse, me maquille un poco y peine mi revuelto cabello. Bajé aún más rápido a desayunar y me encontré con la familia entera a la mesa (cosa que es muy extraña pues a esta hora todos deberían estar en el trabajo)

-Rápido coge una manzana y nos vamos- me decía Naty, mientras me alaba del brazo.

-Espera Naty aún es temprano- le dijo mi mamá.

- ¿Que hacen aquí todavía? - les pregunté a mis padres.

-Hoy llegaremos un poco tarde queremos desearte suerte para que te den la localización en Corea- comentó mi papá sin quitar la vista del periódico.

- ¡Si! - gritó otra vez mi pequeño piojo- Yo te acompañare porque soy tu amuleto.

-Pero se equivocan yo no quiero irme a Corea – confesé llevándome sus miradas cargadas de preocupación.

-Pensamos que querías ir a estudiar allá - habló mi madre mientras servía jugo en su taza.

-No, la que quiere eso es Naty, a mí me gustaría quedarme aquí con ustedes- les dije mientras cogía una manzana.

-Hija, la verdad es que estamos preocupados por ti, no tienes amigos y no sales de casa, te pasas el día estudiando y esa no es manera de vivir la vida -comentó mi padre poniendo su mano sobre mi hombro.

-Sólo queremos que veas el mundo exterior y salgas de tu burbuja- agregó mi mamá.

Guardé silencio y comí mi manzana. Yo no quería formar amistades que luego te desilusionarían o te herirían. Estaba mejor sola, tenía mis estudios casi finalizados con excelentes notas, mis sueños se cumplirían al fin, aunque a veces la soledad me abrumaba tenia a mi familia conmigo y eso era suficiente.

-Ya vamos - volvió a gritar Naty sacándome de mis pensamientos – Siempre serás igual de amargada, menos mal que me tienes a mí para acompañarte.

-Está bien, vámonos - le regale una sonrisa y nos despedimos. Cuando nos montamos en el auto Naty puso en su teléfono una canción de un grupo coreano y le pregunté:
- ¿Quiénes son?

- ¡Uff! ¿No sabes quiénes son? - preguntó ofendida - Es BTS mi grupo preferido, los amo desde hace dos años y siempre te hablo de ellos.

-Ok ya recuerdo, algún día traduciré esas canciones para ti -le dedicándole una sonrisa sin despegar la vista de la carretera.

El viaje duraba unos 45 minutos y ella no dejaba de cantar y poner muchas canciones, no le dije nada, pero en realidad me gustaban. Cuando llegamos nos bajamos del auto y caminamos hacia la oficina del rector. Donde su secretaria nos indicó que podíamos entrar en ese momento. Antes de pasar mire a mi intranquila hermana de 12 años y le envié una señal de que se comportara.

-Buenos días- hable en voz baja y el hombre sentado al otro lado de la mesa se giró y me regaló una gran sonrisa.

-Buenos días (T/N) encantado de verte otra vez – comentó señalándome el asiento frente a su gran escritorio.

-Muchas gracias.

-He observado tu expediente con mucha atención y quería hacerte una pregunta ¿Cómo puedes ser tan buena? - sentí mi rostro calentarse ante su alago- Tus notas son excelentes y todos los profesores tienen muy buena opinión de ti - dijo mientras me miraba a los ojos y Naty me regaló una sonrisa orgullosa.

-Muchas gracias es un placer escuchar eso de usted.

- Pero lamentablemente tengo una mala noticia - mi cara cambio y sentí que me apretaba el pecho- No tenemos aparte de ti, ningún estudiante interesado en ese idioma por lo tanto no podemos abrir un aula sólo para un solo estudiante -Naty apretó con fuerza mi mano y yo aguanté mis lágrimas. - Por eso te enviaremos a Seúl a estudiar ¿Qué piensas?

El alma me volvió al cuerpo y respire por primera vez desde que entre a la oficina. No me lo podía creer, el sueño de Naty se hizo realidad. No sabía porque, pero estaba feliz. Por un momento había pensado que tendría que cambiar de idioma. La voz de Naty me saco de mi ensoñación.

- ¡Si! Lo sabía. Gracias señor me ha hecho la chica más feliz del mundo – su voz chillona me sacó una sonrisa.

-Naty por favor puedes comportarte- ella se sentó e hizo silencio- Muchas gracias no sé qué decir.

-Pues no digas nada y ve a prepararte, por qué te vas en dos días- diciendo esas palabras me entregó un sobre, que tenía documentos de la universidad y un pasaje de avión.

No lo podía creer.

"Jungkook y yo" Destino o Casualidad "EDITANDO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora