"Jungkook y yo" Destino o Casualidad "EDITANDO"

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Narra T/N
Llegué a mi habitación y me tiré en la cama con una gran sonrisa en mi cara. No sabía si era por qué mi hermana estaba feliz o porque Jungkook era realmente adorable. Saque mi computadora y busque BTS, comencé a estudiarlos y a reírme con los vídeos y las bromas que se hacían entre ellos. Eran las 12:05 am y todavía no había dejado de verlos, se veían muy unidos y súper cómicos. Cuando decidí dormir mi teléfono sonó de forma inesperada.

Jungkook: Hola T/N espero que no estés dormida.

Su mensaje me sacó una sonrisa cómplice y me llenó de alegría. No sabía que responder, estaba nerviosa por un chico, si mi hermana estuviese aquí sé que estaría molestándome solo como ella sabe hacerlo. Solté una risita y me decidí a responderle.

T/N: No, estaba viendo vídeos en la computadora.

Jungkook: Me preguntaba si querías salir conmigo mañana y te enseñaría un poco la ciudad.

T/N: Claro me encantaría. ¿A qué hora nos vemos?

Jungkook: Te veo en la puerta del hotel a las 11.

T/N: Ok allí nos vemos.

Cuando me acosté no pude calmar a la chica enamorada en mi interior que se emocionaba por lo que podría pasar entre él y yo, o puede ser que sólo quisiera que fuésemos amigos. Sin darme cuenta me sentí triste, aunque no estaba segura. Nunca había tenido la necesidad de gritar por algo así, siempre me pareció irreal una persona tan perfecta como él. ¿Y si me fallaba? O peor aún ¿Y si le fallaba yo? Dejar de ser invisible puede costarme un alto precio, pero lo pagare gustosa por él.

Narra Jungkook
Desde que se fue a su habitación estaba tratando de enviarle esos mensajes pero el temor me lo impedía hasta que Tae me ayudó.

-Acaba de enviarle en mensaje, me enferma tu nerviosismo.

-Es que tengo miedo, que me rechacé, no lo entiendes- comenté realmente frustrado.

-Tienes a millones de chicas que se morirían por recibir un mensaje tuyo y tú te estás muriendo por enviarle un mensaje a una chica que no conoces y que, aunque sea realmente bella e inteligente- recalcó- no sabe nada de ti o tu vida- dijo Tae mirándome a los ojos y me encogí de hombros restándole importancia.

-No sé qué es, pero ella tiene algo que me impulsa hacerlo, no sé si son sus ojos o esa sonrisa, pero desde que chocamos no puedo dejar de pensar en ella, además de eso se trata una relación ¿no? De conocernos poco a poco y ver así si somos compatibles o no. Apuesto a que lo seremos – soltó un bufido junto a una sonrisa.

-Ok, que intentas decir ¿que fue amor a primera vista? - soltó con tono burlón.

-No es amor si no lo sentimos los dos, pero estoy completamente seguro que mañana lo voy a saber- el hizo una mueca y envié el mensaje. De repente el teléfono sonó y Tae me miro pidiendo que leyera el mensaje en voz alta.

-Dice que si quiere que nos veamos mañana- grité orgulloso con una sonrisa.

-Sabes que te estás comportando como un niño pequeño.

-Lo sé, pero no pienso perder la oportunidad de conocerla un poco más- le dije enviando un segundo mensaje.

-Está bien, pero ¿Cómo harás para que nadie te reconozca?

-Lo que hacemos siempre- conteste mientras buscaba en mis redes sociales a T/N.

-Ya vi todo de ella- soltó Tae y le lancé una mirada asesina-Tranquilo sólo quería saber quién era.

-Y ¿Qué viste? - pregunté curioso y demandante.

-Bueno parece que estudia idiomas y el coreano será el que la llevará a graduarse así que deberías ayudarla.

-Está bien ¿Qué más?- pregunté exigente.

-Vive con sus padres y su hermanita, con la que hablamos. Pero no veo ninguna foto o comentario de amigos o pareja que haya tenido, eso es extraño- solté una carcajada ante su cara de Sherlock Holmes.

-No sé porque, pero lo averiguaré- lo ignoré y seguí mirando mi teléfono con una gran sonrisa, era hermosa y me encantaba. No iba a darme por vencido por ningún tipo de comentarios. Solo quería gustarle al igual que ella me gustaba a mí y así, poco a poco, iríamos construyendo una relación que se haría más fuerte con el tiempo. Aunque nunca había querido una relación así, ella me impulsaba a eso, sus ojos tiernos me miraban y ya estaba rendido a sus pies.