Capítulo (005)

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Los rayos de sol comenzaron a filtrarse de entre las cortinas de mi cuarto me daría la vuelta en un principio al darme algo de pereza pero finalmente el despertador del celular que me dió Arceus comenzó a sonar haciendo inevitable el tener que dejar la cama.

—Joder... ¿Que ya es de mañana? —Daria un largo bostezo luego de aquella frase, me senté en uno de los costados de la cama mientras tomaba el celular apagando la alarma.— Vaya 7:30 de la mañana eh supongo está bien para no llegar tarde el segundo día de trabajo.

Dicho y hecho me levanté de la cama para tomar una ducha, he de mencionar un detalle aunque no lo parezca ahora lavar mi cuerpo es mas tedioso a cuando era humano sobre todo porque ahora tengo cola, no es precisamente fácil de lavar o bueno... Más que todo el siquiera poder llegar a ella, espero realmente no golpear a alguien hoy por accidente.

Luego de bañarme me dirigí a tomar mi desayuno, ¿Que hay de desayunar? pues nada más y nada menos que bayas es un sabor diferente a las frutas eso sí aunque quisiera más variedad de comida, supongo que con el dinero que ganaré podré probar otras cosas.

—Lo suyo sería que luego de la misión pudiera ver algo más la ciudad aunque si todas van a ser igual de casadas que esa... —Me tire sobre el mueble de la sala mientras obsevaba el techo pensado.— Espero que solo sea que no me acostumbro a mi cuerpo aún y no el hecho que estoy fuera de forma.

Poniéndome de pie y arreglándome el pañuelo que he de decir que me dormí con él, me dispuse a ir a la puerta llevando solo mi reloj y el morral vacío ya que sinceramente creo el mapa de momento está demás y no quiero llamar la atención con el Mobil.

—Bien ciudad de Trost allá vamos. —Pensé entusiasta antes de tomar el pomo de la puerta y salir.

Sin embargo antes de salir un par de golpes llegarían a mi puerta lo cual me parecía cuanto menos curioso quien sería a las 8 de la mañana y tan alejado de la ciudad.

—Bueno voy de salida así que... A lo mejor es Estaban o otro vecino que vive por aquí buscando saludarme. —Abrí la puerta con una visita cuánto menos curiosa...

—Hmmm al menos veo que ya estás listo para partir. —Comento la tipo veneno mientras miraba a Cross de pies a cabeza.

Me quedé estupefacto mirando a Rocío frente a mi en la puerta de mi casa.

—Eh... ¿como rayos sabes donde vivo?

—Obviamente Vent me lo dijo, no te hagas y de una vez vamos, que Lira y Vent no están esperando.

—Ajá... No te preocupes de todas maneras ya iba de salida hacia allá. —Comente un tanto dudoso de su declaración mientras que ella solo se dió vuelta saliendo del portón de mi casa.

—Andando entonces no hay que hacerlos esperarlos más Cross.

Salimos de mi casa rumbo al centro de la ciudad, Rocío como ayer tenía la misma actitud indiferente hacia mi presencia aunque en un momento de lo que ella iba adelante retrocedió hasta quedar al lado mío y finalmente romper el silencio entre los dos que perduró desde ayer.

—Asi que Cross ¿has tenido ya experiencia en esto de ser rescatista? —Me preguntó mientras alzaba su mirada hacia mi.

—No no para nada, soy un novato a decir verdad, vine a la ciudad de Trost para poder volverme rescatista.

—Oh genial viniste para aprovechar las oportunidades aquí eso suena bien ¿de qué ciudad vienes exactamente? —Me cuestiono cambiando de cierta manera su expresión a una más amable.

Obviamente yo me quedé bastante nervioso ante su pregunta no tenía la más remota idea de que debía de responderle

—b-bueno verás yo vengo d-de la ciudad... Arborada, si Arborada.

Reencarne en un ¿Sceptile?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora