Seúl, 2012
— Tu nombre.
Park JiMin se había mantenido en silencio desde que los hombres que acompañaban a V lo tomaron sin ningún tipo de cuidado y lo llevaron al interior de una camioneta blindada. Estaría mintiendo si dijera que no se encontraba asustado, definitivamente lo estaba, alguien que no era capaz de apreciar había comenzado a conducir y se encontraban en un rumbo que jamás había tenido la oportunidad de visitar.
— ¡Tu nombre, he dicho! — Exclamó el hombre de piel porcelana en señal de desesperación.
JiMin siguió en silencio.
— ¿Te crees muy listo, ricachón? — Preguntó repentinamente — Eso no te servirá aquí. No tienes opciones, colabora o estrellaré tu cabeza contra el jodido pavimento en cualquier momento, ¿Queda...
— Silencio. — La profunda voz de V resonó en el interior del vehículo.
Se encontraba sentado en el asiento del copiloto, mantenía la pierna derecha cruzada y sostenía un vaso de bourbon en su mano izquierda. JiMin no podía apreciarlo con claridad, pero estaba seguro de que seguía manteniendo aquella expresión seria que llevaba dentro de la residencia.
— Si no te he encomendado alguna tarea de intimidación, no la ejecutes — habló con frialdad —. ¿Queda claro?
JiMin observó de reojo al hombre de piel porcelana, quien simplemente asintió sin ningún tipo de expresión en su rostro.
— De acuerdo. Les ofrezco una disculpa a ambos.
V asintió antes de observar el rostro del joven adinerado a través del espejo retrovisor.
— Convivirás con nosotros un largo tiempo, así que debemos empezar a facilitar las cosas — comentó repentinamente —, así que... ¿podrías decirme tu maldito nombre de una vez?
JiMin tragó saliva. Los oscuros ojos del castaño no dejaban de observarlo a través de ese maldito espejo. Quería salir corriendo de ahí, abrir la puerta del vehículo y lanzarse sin siquiera pensarlo dos veces.
Él no sabía con qué tipo de personas estaba tratando en ese preciso momento, pero estaba completamente seguro de que eran personas peligrosas. Quizá demasiado.
— JiMin — su temblorosa voz penetró los oídos de todos los pasajeros sin previo aviso —. Park JiMin.
V alzó una ceja antes de apartar la mirada y asentir mientras observaba al conductor de aquella enorme camioneta.
— La familia Park... jamás he tenido el gusto de conocerlos — masculló quien vestía con un particular blazer azul — ¿Lo has tenido tú, RM?
El conductor negó inmediatamente.
— Jamás, V.
— ¿Suga?
El de piel porcelana tomó la postura adecuada cuando escuchó su llamado. Frunció el ceño, se encontraba desconcentrado y por ello no estaba consciente del tema de conversación entre los demás pasajeros.
— ¿Disculpe?
V rio por lo bajo.
— Siempre estás con la cabeza en las nubes, ¿verdad? — dijo con un tono burlón — Creo que deberíamos quitártela y acomodártela de nuevo, quizá eso te ayudaría a enfocarte — aseveró el hombre sentado en el asiento del copiloto antes de observarlo fijamente una vez más — ¿Qué opinas tú, JiMin?
¿Qué? ¿Por qué carajos estaba preguntándole su maldita opinión? ¿Por qué el ambiente se había vuelto aún más tenso tan de repente?
Park JiMin estaba llegando a la conclusión de que lo más factible en ese preciso momento era que el tal Suga le disparara directamente en la frente.
— B-Bueno, yo... — balbuceó el joven Park.
— Silencio — ordenó V mientras se encorvaba un poco para tener una mejor visibilidad de lo que se encontraba justo frente a sus ojos —. Hemos llegado.
La expresión de JiMin cambió rotundamente, de temor a sorpresa. Frente a él se encontraba probablemente la residencia más grande que había visto en su vida, pero eso no era lo más sorprendente. Lo que había captado su atención era que estaba siendo vigilada por decenas de hombres armados y completamente protegidos.
Sí, definitivamente estaba tratando con personas peligrosas.
— ¡Benvenuto a Punizione divina, Park JiMin! — Exclamó el de blazer azul — ¡Benvenuto! — Y después de eso, se echó a reír.
ESTÁS LEYENDO
Omertà - Vmin
FanfictionLa omertà es conocida como el código de honor dentro de una mafia, la ley de leyes. Se trata de la ley del silencio, esta declara que está peligrosamente prohibido hablar o colaborar con las autoridades bajo ningún concepto. En caso de quebrantamien...