Min seguía sin poder creer el hecho de que había tenido que volver al departamento del oficial de policía. Y no cualquier oficial, pues se trataba del comandante que acababa de ser marcado por su jefe.
Su cabeza seguía dando vueltas, aquello iba a salirse de control en cuanto Jeon se enterara de quién realmente era él, pero no quería adelantarse aún. Planeaba hacer todo lo que estuviera en sus manos para que su corto romance no saliera a la luz tan pronto.
Pero cuando saliera... el capo definitivamente iba a matarlo.
El hombre de piel porcelana se levantó de la cama al notar que el comandante seguía profundamente dormido, tomó su camisa y se la puso con rapidez, al igual que su ropa interior y sus pantalones.
Se giró para observar a Jeon, quien aparentemente seguía durmiendo.
Min suspiró antes de acercarse al escritorio de la habitación en busca del joyero y, cuando lo encontró, empezó a buscar su anillo entre las cosas del oficial.
Tardó alguno minutos, pero por fin lo encontró.
Pero la sensación de tranquilidad no duró tanto como a él le hubiera gustado.
— ¿Qué tanto husmeas, señor misterioso?
El hombre dejó de respirar al escuchar la voz rasposa del oficial.
— Oh, buenos días — intentó decir con naturalidad —, sucede que recibí un mensaje y dejé mi teléfono aquí anoche.
Dijo mientras le mostraba el teléfono.
Y cuando los ojos del comandante se centraron en el móvil, Min guardó con rapidez el anillo en uno de los bolsillos de su pantalón.
— Ya veo — susurró antes de ponerse de pie para buscar sus prendas —. Fue una noche divertida, señor misterioso.
Min asintió.
— Sí... definitivamente lo fue.
Jeon rio por lo bajo, seguía sin poder creer que aquel sujeto fuese tan serio y misterioso.
— Escucha, me encantaría quedarme, pero debo apresurarme para ir a trabajar.
Mintió.
— Te entiendo, también debo prepararme.
Min le sonrió.
— Bien, debo salir corriendo ahora.
Jeon le correspondió la sonrisa.
— De acuerdo, espero verte otra vez.
Sí, seguramente se verían otra vez.
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Omertà - Vmin
Fiksi PenggemarLa omertà es conocida como el código de honor dentro de una mafia, la ley de leyes. Se trata de la ley del silencio, esta declara que está peligrosamente prohibido hablar o colaborar con las autoridades bajo ningún concepto. En caso de quebrantamien...