Omertà - Vmin

XXV

Busan, 2020

Sus labios están dejando un rastro caliente en el cuello de TaeHyung mientras sus manos se deslizan por debajo de su pijama de seda.

— Hoy te tocaré justo como te gusta, cariño — le susurró al oído —. Quiero que te corras.

Ante la perspectiva gimió con suavidad. Los dedos de su pareja eran muy convincentes y el hecho de que hablara con aquella seguridad solo hacía que se excitara aún más.

JiMin acarició la base del miembro de V mientras lo besaba con suavidad. Era un poco extraño que ambos fuesen románticos mientras estaban en la cama, pero de vez en cuando les salía naturalmente.

— Joder, y yo que quería esperar a la media noche.

El capo se burló, acariciando su mejilla con suavidad mientras él seguía masturbándolo.

— Se llaman juegos preliminares.

V alzó una ceja antes de invertir las posiciones, quedando encima esta vez. El capo besó su cuello y movió su cuerpo, rozando con sus labios cada contorno, disfrutando de cada centímetro de la piel de su amante.

— No entiendo cómo haces para lucir fantástico todos los días.

Susurró mientras deslizaba los pantalones de JiMin hacia sus muslos para terminar sacándolos por completo.

La fría brisa hizo que JiMin temblara un poco, pero eso no le importó. Pasó sus dedos por el cabello castaño de su amante, acercándolo aún más a su cuerpo.
Sin perder el tiempo, V lamió los muslos del menor, haciéndolo gemir con poca discreción.

Una sonrisa se asomó en los labios del capo, quien comenzó a besar por encima de la tela de su ropa interior, sintiendo la dureza del miembro de JiMin justo debajo de sus labios.

— Pareces ansioso.

Acto seguido deslizó la prenda por sus muslos hasta despojarlo por completo de ella.

Lamió con suavidad la dureza de JiMin, quien sintió toda la sangre de su cuerpo subir hasta su rostro. No importaban los años que ambos llevaran juntos, él seguía avergonzándose tanto como la primera vez.

— Luces adorable — susurró mientras se inclinaba hacia adelante, quedando ambos cara a cara —. No entiendo en qué momento me enamoré tanto de ti, Jiminnie.

Susurró antes de besar su frente.

Los brazos del menor rodearon la espalda de su amante. Cuando V era así de romántico solo podía enloquecer.

— Ni yo de ti, pero eso no importa...

Susurró mientras jugueteaba con los mechones de su castaño cabello.

— Lo que realmente importa es que seguimos estándolo... tan enamorados el uno del otro.

Se mantuvieron en esa posición por al menos un minuto. V rio por lo bajo cuando sintió las manos de JiMin en los bordes de su camiseta, obligándolo a quitársela.

— Te dije antes que estos solo eran los juegos preliminares, cariño.

Sonrió con malicia antes de acariciar el miembro del capo una vez más.

Aquella sería una larga noche.