Anniken Lokison

Anniken Lokison Cap 44

-Deja que la menor se acerque- una sonrisa maliciosa apareció en sus ojos, estaba seguro de que había una persona diferente en su familia y eso sería suficiente para poder declarar una guerra con buenas razones.

-Vamos Helmir- murmuró su hermano con seriedad mientras curaba su vena color azul que dejaba ver sangre azul oscuro.

-Ven acá mocosa- Anniken estaba por actuar de manera cruel contra su abuelo, pero si hacía algo con aquellos Jotuns vigilando sería el fin de Asgard y de todos aquellos que componían el lugar. Helmir ofreció su mano temblorosa que fue enseguida cubierta por la enorme mano de Laufey.

-Criaste a tus nietos correctamente, Loki- murmuró el gigante ganándose una fulminante expresión por parte del peli-negro.

Clavo la daga, un pequeño chillido hizo que todos se asomaran un poco al brazo de la menor...la sangre brotó de color rojo pero el hielo hizo un efecto extraño en sus brazos que ni Loki, ni Anniken ni Viggo habían notado cuando ella empezaba a crecer. Sus manos se tornaron de azul claro hasta quedar suspendidas en pleno brazo, difuminándose a mitad de su músculo. Laufey gruñó.

-Creo...que no tenemos mas de que hablar- y se retiró con sus dos guardias a los lados, Loki tenía los ojos abiertos mientras escuchaba pequeñas gotas caer al suelo, Helmir estaba llorando por el dolor que aquella herida le producía. Thor tampoco tardó en llegar solo.

-¡¿Donde esta Laufey?!- exclamó con su martillo en mano, acercándose a su sobrina para abrazarla con todo el amor que pudo salirle mientras curaba su herida del brazo.

-Helmir...¿por qué no dijiste nada?- preguntó Viggo en forma de susurro, tal vez Helmir no era la favorita de Loki y mucho menos la que lo visitaba con mas frecuencia pero, Loki se acercó preocupado.

-Tenía miedo- murmuró con todos viéndola, inclusive su hermano mayor estaba sorprendida ya que tampoco tenía conocimiento de que su hermana tenía sangre Jotun.

-No puedes ocultarnos algo así- regañó Loki- si tienes algo mas que ocultar mas te vale decirlo ahora.

-No tengo nada mas abuelo Loki- murmuró avergonzada, Thor acarició su mejilla con ternura conociendo ese miedo de exclamar a los cuatro vientos que era como los demás sin ser criticado o inspeccionado para cerciorarse de que era verdad.

-Amor- llamó Viggo- ¿podemos hablar?- Anniken se acercó a su esposo, alejándose de los otros dos dioses que atendían a sus nietos/sobrinos- tenemos problemas Anniken, demasiados.

-Estoy muy clara de ello Viggo, pero me preocupan los niños- Viggo soltó una pequeña risa- ¿qué es tan gracioso?

-Anniken ellos ya son guerreros, ¡aunque no lo parezcan ya están mas que capacitados de pelar con nosotros!

-¡Lo sé! ¿Pero y si les pasa algo? ¿Lo has pensado?- Viggo bajó la cabeza, conocía bien esa mirada como para saber que era mas que suficiente bajar su cabeza para que su esposa se enterara que no lo había pensado- los mandaremos a Midgård con los amigos de Thor, son los únicos en los que podemos confiar y estarán a salvo.

-Bien- ambos caminaron a la escaleras que daban al trono, Anniken se arrodilló enfrente de sus dos preciados milagros y suspiró- niños, tenemos problemas serios ¿entienden?- los dos asintieron- y es por eso que su seguridad nos importa demasiado y Viggo y yo decidimos...que estarán mas seguros con los amigos de Thor en Midgård.

-¡Pero madre!- exclamó Ivar que, por la mirada de su superior, fue callado.

-Ivar entiendo que te preocupe, pero ahora debes tomar el papel de padre y hermano a la vez y cuidar de Helmir- agregó el dios de la guerra mirando seriamente a su primogénito mayor, éste asintió con seriedad.