Mientras crecía

823 53 2
                                    

Abrí mis ojos lentamente, seguía doliendo mi cabeza, me sentía confundida, donde estoy?-pregunté en mi interior- Veía techo de madera, y mi sentido de oído captaba ruido de agua volteaba a ver, Había una mujer de cabello largo Castaño Rubio y vestido morado largo, volteaba a verme.

-Oh! Estas despierta.

Me iba a enderezar pero ella me ponía una toalla en la cabeza, me sonreía.

-Descuida, tienes temperatura, donde están tus papás?

Yo recordaba, era verdad mis padres? Me habia metido a lo que sea que haya sido y no se como regresar. A mis 8 años sabía que decir pero despues de todo era una pequeña niña, asustada sin saber que hacer.

-No!lo sé, -Haciendo como que no sabia donde estaban, a que la verdad no sabia donde estaban.

-los encontraremos, mi hijo y mi esposo han salido a buscar a tu familia. Pero cuál es tu nombre?

No sabía si responder, no la conocía. Pero no tenía a donde más ir, así que le di mi nombre, ella cambiaba los paños de mi frente con agua fresca, me atendió como si fuera mi mamá, fue tierna y amable, desde entonces viví con ellos al no encontrar a mi familia me adoptaba y aceptaban como una más de ellos. Crecí en el campo donde ayudaba en labores domésticos y parte de lo que cosechabamos como uva teníamos un viñedo. Mis nuevos padres me amaban no podía quejarme lo único que me limitaban a comparación de mi hermano. Todo era diferente el podía ser rudo y yo debía ser delicada pero antes me enseñaron a que debo utilizar mi rudeza y fuerza en una pelea pero aquí debo ser alguien gentil como el pétalo de una rosa.
Pasaron años mi padre adoptivo Denes a pesar de que no podía enseñarme a pelear yo se lo pedí y accedió la excusa que le di es poder defender a mamá por cualquier cosa, me enseño, vio mi coraje a la hora de pelear el se emocionaba ya que mi hermano era muy buen guerrero, el también me daba aliento me decía que llegaría lejos. Tenía fe en mi.
Mi madre llamada Eileen no le gustaba que usará armas ya que cuando creciera debía encontrar un esposo y temia que no le gustara alguien como yo, pero no se si es lo que quiero ser como el resto de las demás.
Pasaron años y yo crecí, no era como el resto no me dejaba intimidar, será por que vengo de un lugar dónde me enseñaron a no tener miedo? Me convertí en una joven adolecente con conociminetos del presente y actitudes del pasado dónde vivo ahora, mi hermano de ahora siempre esta apoyándome es como si hubiera llegado al lugar correcto en el momento correcto. -sentada en el campo comiendome un bocadillo despues de ocuparme del viñedo-.
Tambien había hecho amigas 2, que vivían cerca Hera y Isaura ambas estabamos sentadas observando el atardecer.
Hera preguntaba
Hera:
-que lindo día no lo crees? Y que pasará aceptaras casarte con él Edris?

Ambas me veían yo veia a ambas.

-Yoo!... No lo sé,

Isaura:
-como que no lo sabes? No deseas casarte con Lander? Es un buen chico.
De buena familia.

Me paraba viendo hacia el horizonte tenía fijo lo que quería, pero puedo decir que temia que sintieran que estoy mal en querer usar armas y pelear como lo hacía mi padre e hermano, volteaba a verlo.

-Alguna vez No han decido ser mas que, pensar en casarse y tener hijos? Hay un mundo por descubrir haya fuera.

Ellas se veían

Isaura: es un mundo hecho para hombres Edris, hay muchos peligros para nosotras. No nacimos para ser cómo ellos. Debes ocupar tu lugar en el mundo y eso es lo que se nos a enseñado. Tu y Lander son una gran pareja, tu madre está entusiasmada con la boda.

Yo volteaba a verla y Hera le codeaba, habia metido la pata.

-Que? Mi boda?

Hera:
-Sonreía- si bueno se supone que no debiamos decírtelo, era una promesa de tu madre una sorpresa, mañana Lander te pedira matrimonio en el jardín.

Asentian viendome, yo no sabía que responder, todos quieren que pertenezca a algo para lo que fuimos nacidas pero y si no quiero casarme no es lo que deseo.
Yo bajaba la mirada me agachaba por mi canasta recogía las cosas.

-Yo debo irme a casa, es que debo pensar en que ponerme mañana -sonreia fingida-

Isaura y Hera se paraban me tomaban del hombro.

Hera:
-mira Edris, eres nuestra mejor amiga y te apoyaremos, en la decisión que tomes, se que siempre haz decistido en estas cosas, hasta en clases de modales. Toma la decisión que dicte tu corazón.
-Me sonreían-

Yo asentía, las abrace y me fui de ahí pensando muy bien en lo que haría, era ya de tarde estaba mi hermano mayor Phoenix fuera con su amigo de las batallas llamado Admes, estaban peleando con espada, practica.

Phoenix:
-Donde andabas Edris? -e iba a mi me abrazaba y yo a él acababa de llegar de una batalla-

Edris:
-Hola Phoenix, me da gusto que estes en casa bien. Algo herido por lo que veo pero vivo.-entusismada por verlo-

El se reía, se acercaba el amigo de mi hermano Admes

Admes:
-Hola Edris? Me a dicho Phoenix que sabes usar bien una espada. -en modo burlón-

Yo veía a mi hermano, el sonreía de lado, me aventaba su espada yo la tomaba en el aire del mango la empuñaba y sonreí mientras me ponía en modo de ataque frente a Admes.
Empezaba a pelear con el, con la espada, trataba de tirarmela pero no lograba, en eso salía mi padre y se reía junto a Phoenix al ver que peleaba, empujaba a Admes con mi cuerpo y frenaba su espada bloqueando con la mía. Y se la quitaba, La espada caía al piso. El levantaba las manos yo sonreí
Mi madre salia con las manos en la cintura enfadada.

-Edris? -me gritaba-

Yo le daba la espada a Phoenix. Tomaba mi canasta del suelo e iba hacia mi madre
Eileen:
-Te e dicho que no me gusta que uses armas y tu concientes esto?
Diciendole a mi padre, mi mamá entraba a la casa yo detrás de ella.

Eileen
-Escucha hija, te quiero como si fueras mía, se que piensas que te regaño todo el tiempo, pero quiero lo mejor para ti. Lo sabes no? -se giraba tomando mi canasta me tocaba una mejilla- pero eres una joven que ya está en edad para casarse y tener una familia. Y no puedes andar por la vida usando armas de varón, metida en peleas, eres una señorita hermosa que tiene suerte con los chicos.

Yo me sentaba en una silla viendo el frutero detenidamente que estaba en la mesa.

Eileen:
-Pronto te casaras y verás que seras felíz hija.
-mi mamá me sonreia gentilmente-

No quería romper la armonía que habia en el momento, amaba a mi mamá de ahora siempre se preocupaba de mí y a un que no era mi mamá biológica siempre me amaba como si lo fuera, pero siento que ya no puedo ocultar mas mi deseo de formar parte de los guerreros, e mostrado que se pelear excelente desde niña e sido entrenada. Y ahora e afinado mis habilidades gracias a mi padre adoptivo y mi hermano. E iba ser de seguro como mis padres de donde vengo entrenada como ellos, pero al ver a mi madre Eileen tan ilucionada, no se que hacer seguir mi deseo o elegir lo que han escogido para mi.




GuerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora