Guerrera

Nosotros los bárbaros.

Venían tras nosotros unos barcos del Rey de la isla, la tormenta estaba a todo lo que daba. Las velas se sarandeaban, era dificil navegar en el mar de noche pero no había otra manera, era hoy o nunca. Me aproximaba a la orilla del barco para ver que hacer. R estaba fuera cerca del timón.

Edris:
-R? Son aguas poco profundas en aquella dirección no?

R:- se acercaba veía al horizonte lo que podía- lo son pero hay arrecifes y con la tormenta puedes perforar el casco del barco.

Pensando que hacer tenía que resolverlo en segundos e iba con Quien llevaba él timón, debemos adentrarnos a los arrecifes para entrar al mar abierto. Y perderlos.

R:
-Queeee? Haz perdido la razón? Estás desafiando al mar y la tempestad mujer. Haz llegado muy lejos Tara. -se iba acercando a mi-

Edris:-giraba a verlo-
-No me llamo Tara mi nombre es Edris. Ya no soy su esclava. Soy una oficial del Rey Angus. Y tu pagarás por conspirar contra él, mantenerme en contra de mi voluntad y a ellos.

R:
-Yo sólo cumplia ordenes. Por favor No sea así conmigo, yo le tarte bien en el coliseo, y eso que tenía que torturarla.

Edris:
-si, acostarme con usted fue una tortura. Me obligo.

R:
-y el niño que llevas en el vientre es mío acaso no? -como queriendo escuchar un no-

Iba a tomar el timón, le veía.

Edris:
-No. No es de usted. Para mi fortuna.
-daba instrucciones- todos a sus posiciones entraremos en una zona complicada espero que sus Dioses o en lo que crean se apiaden de nuestra alma.
Extiendan las alas -vamos contra el viento pero no podemos detenernos-

Tomaba el timón, el barco se bamboleaba por las agitadas olas, los rayos en el cielo Retumbaban, los demas barcos iban avanzando cada vez mas cerca.

Edris:
-volteaba a ver y el oficial del barco me hacia una seña de cortarme la cabeza. Lancen los dragones.

Se veían entre ellos.

Edris:
-los barriles de fuego.

Y sacaban los barriles los aventaban al paso del otro barco haciendo que se incendiaria de algunas partes deteniendose un poco, mientras el barco de la izquierda golpeaba el costado de nuestro barco, aventaban unos barrilitos que explotaban dentro de donde estaban los marineros listos para la pelea, salían volando algunos, yo sólo me cubría. Las velas vuelvanlas a hizar, jalaban las velas queda poco para llegar a los arrecifes.

Arthur:
-que es eso? -se ve como una montaña-.

Edris:
-es una ola gigante, imagine- ola gigante tomense de donde puedan.

Los marineros iban a tomarse de donde podían, R corría dentro del camarote. Yo tomaba bien el timón,
El hombre de R me veía me empujaba.

-Tu no sabes nada, quítate romperas el casco del barco.

Edris:
-si seguro. -me sostenía de donde podía-

Empezaba la ola se veía imponente, el hombre estaba atravezandola directamente, iba a volcarnos.

Edris:
-que estás haciendo? Vas a volcar el barco. Atraviesa de lado

-callate tu no me das órdenes. Maldita vieja puta.

Fruncia el ceño, puedo partirle la cara pero por mi estado, no podría pero si no hago algo este nos llevara a la tumba así que me acercaba tratando de no resvalarme, así que tomaba el timón fuerte le daba vuelta, ya que no el no lo esperaba. Le pegaba con el mismo timón en la nariz.

Edris:
-alejate -gritaba- Yo soy quien da ordenes ahora. No R. -tomaba el timón haciéndole girar para llevar el barco esquiando para poder pasar la ola.
El hombre ya no le quedaba opción, se quitaba agarrándose de la madera de
la baranda de las escaleras, yo hacía que con dificultad, el barco cruzara la gran pared de agua, que hacía que el corazón de cualquier se agitara. Mientras los otros barcos enemigos se quedaban a medias volcando en la ola, siendo llevados arrastrados de nuevo a aquella isla. Habíamos logrado dejar atrás todo, sólo la lluvia interminable nos acompañaba, los mercenarios festejaban de que habían logrado escapar de ahí.

En eso salía R sosteniendo un arma me apuntaba con una Ballesta. Sus marineros le veían.

R:
-ahora si Edris, quítate del timón, tu no das ordenes aquí, las doy yo. Vas a regresar a un agujero, y tu criatura se te sera quitada para que no pierdas ninguna pelea Tara la reina negra.

Yo cruzaba mis brazos, suspiraba

Edris:
-en serio? Vas a encerrarme en un agujero? Primero antes que nada, que mal tienes a tus marineros, el barco en pésimo Estado, no se como es que a un te siguen? Y el segundo al mando no le reconoces su puesto. Poniéndome a mi. Muy mal.

Todos volteaban a verle y su hombre a segundo mando le veia enfadado, mientras Drago le daba un puñetazo en la cara, R cayo al piso.

Edris:
-llevenlo a una celda.

Se lo llevaban para que no estuviera molestando más. Y no ocasionará mas problemas poder enfocarnos para llegar a isla Sirena.
Todo después de un tiempo, a un era de noche pero estaba el mar en calma y la lluvia habia cesado. Seguia llevando el timón, recordé cuando era una niña vi una pelicula de piratas, ahora navego el mar timóneando uno,  mis padres y hermanos verdaderos? Estarán bien? Me extrañaran? A pasado tanto tiempo que por todo esto casi los olvido.
Ahora espero un bebé y no se de quien es, si de Alexander o Angus. Me conviene que sea mas de Angus eso lo voy a sostener a un que Alexander en verdad siento algo por el. Dejare de pensar en esto y dejar que pase lo que tenga que pasar.

Arthur:
-Deberías ir a descansar Edris.
El timón que lo agarre el tal Gastón

Edris:
-quizás es tiempo de descansar, Gastón podrías llevar el barco?

El no muy convencido por que yo le mandara, es el hombre que le partí la nariz con el timón, tomaba el timón yo bajaba para descansar.
Edris:
-Arthur y Drago. Gracias por ayudarme en esto. Y les pido que vean que realmente llevan el rumbo a isla sirena.

Arthur:-me tomaba el hombro-
-nos haz ayudado tu a nosotros, sacándonos del coliseo, vamos a ir por tu hermano, niña. Ve a descansar un poco.
Yo asenti me metia al camarote, me acostaba en la pequeña cama que había ahí. Cerraba mis ojos pensando en la isla, creo que estaba demaciado cansada que me quedaba dormida muy rápido.

Que ira a pasar llegare a la isla sirena? Encontraré a Phoenix? Estará con vida.