Isla Sirena

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A un que pasamos una semana para poder llegar a isla sirena, mientras entrabamos una densa neblina, hacía que la visibilidad fuera nula, pero a un así mientras nos adentrabamos para atracar, pedazos de madera había en el agua, no pintaba nada bien, mis amigos Arthur y Drago se aproximaron a mi.

Arthur:
-huele a polvora, y hay ceniza en el aire, en esta isla hay un volcán, pudo a ver explotado. No creo que haya vida en la isla Edris.

Me aproximaba a la orilla del barco tomaba el catalejo por si lograba ver algo, yo negaba.

Edris:
-quiero atracar, bajaremos a ver si hay vida a un, las cosas no pudieron acabar así, no para Phoenix. Debo cerciorarme se que esta vivo.

-le entregaba el catalejo a Drago-
Daba instrucciones de atracar, esperaba para bajar, preparaba mis armas, tomaba una espada extra colocandola al otro extremo, ahora si parecía una pirata, mientras me veía en el espejo quebrado del camarote, esperaba que todo estuviera bien, escuchaba mi nombre, habian logrado atracar, salia del camarote, me giraba le decía a Gastón que cuidara el barco, dejaba a Artur y Drago a cargo mientras yo me adentraba ahi con otros hombres del coliseo que iban conmigo en el barco.
Debo encontrar una prisión? En dónde? Es un enorme lugar la isla. -nos adentrabamos a la selva, llevabamos con nosotros a R el sabia la ubicación exacta, nos guiaba pero todo parecia gris y quemado por el volcán? Realmente paso? Es posible? Veia cuerpos de niños en el piso llenos de ceniza y cuerpos calcinados, era una terrible escena, entonces llegamos a la prisión, se escuchaba un silencio ensordecedor. Dividia hombres para ver si encontraban con vida a alguien, entrabamos por un lado de la puerta, caminabamos entre los oscuros pasadisos de aquel lugar, habia cuerpos. Caminaba con la esperanza de encontrar vida, de encontrar a Phoenix.

Edris:
-Phoenix? -gritaba su nombre- Phoenix? Soy yo Edris.
Iba de recorrendo cada celda algunas destruidas, llegaba a lo que fue el patio donde tenían a más reos, observaba ese panorama.

R:
-Tara, todo esta bajo cenizas, no creo que haya gente con vida. Ni siquiera hay animales vivos.

Edris:-observando cada recobeco, con la vista, era muy observadora-
No, eso quieren que creamos, no estamos sólos.

Caminaba al centro del lugar

R:
-Que quieres decir con eso? -veia el lugar-

Edris:
-estaban esperandome no es asi? -una flecha se incrustaba en el pilar de R,  veía y se agachaba- Piratas -sacaba la espadas-

Salian de sus escondites, hombres míos me cubrían para que no peleara tanto, pero necesitaba estar activa, empezaba a pelear, le metia un puñetazo a uno, mientras le pateaba a otro, me costo algo pero logre derribarlos, ensartaba mi espada a 1, y golpeaba con el mango de la otra en el rostro a un pirata, Caían al piso. -empezaba a llover-

Observaban todo desde lo lejos alguien en un Catalejo, la neblina se dicipaba lentamente con la lluvia.

Phoenix lo habian encerrado en una celda que estaba bajo tierra, estaba amarrado de sus manos, el de lado abria los ojos lentamente, se giraba viendo hacía arriba, era una reja que estaba como puerta, sobre él, cerrada con llave se notaba que era muy viejo, escuchaba muy poco estruendos y gritos, el escuchaba que algo se arrastraba, eran serpientes el trataba de no moverse pero necesitaba salir, el sabia que estaba metido en un problema le tenía mucho miedo a las serpientes. Volteaba al otro lado había una daga la que su amigo de celda le entregaba, el se aproximaba como podía perdiendo su miedo a las serpientes, de espaldas tomaba la daga se le volvia a caer, notaba la inquietud de esos animales, lograba agarrar la daga de nuevo, y empezaba a limar los amarres de su manos, hasta liberarse, pero las serpientes querian atacar el se quitaba cuando una se le lanzaba, se pegaba a la pared, se le iban encima, las pateaba, no lograba alcanzar la reja que estaba encima de el, la puerta, estaba como en una celda pero que hacía en el piso, el corria impulsandose de la pared lograba agarrase de la reja, la pateaba pero al ser algo vieja, se empezaba a zafar, la puerta se abría hacia dentro el caia de nuevo al piso arriba de las serpientes. El se quejaba del dolor por la caida, al voltear a un lado, una le atacaba moriendole una parte de su cara, el gritaba.

Edris al estar peleando se detenía al escuchar ese grito, giraba a su al rededor. Veia unas escaleras que llevaban hacia abajo, pateaba al hombre con el que peleaba.

Edris:
-cubranme -le decía a unos de mis hombres, ellos asentían-

Lograba llegar hacía ahí, era una puerta de metal, una reja vieja, que iban hacía abajo, bajaba las escaleras pateaba el candado fuerte, rompiendose, abria la puerta, entraba necesitaba buscar cada recobeco de ese sitio, eran unas masmorras podría decirse que desde hace mucho tiempo esto existe, mientras mas decendia el aroma era desagradable, tomaba una vela encendida, escuchaba que se abria la reja de dónde yo venía, al girar alguien descendió de una parte alta parandose delante de mi, me empujaba de las escaleras, no podia detenerme, caí hasta el último escalón boca bajo, volteaba a ver pero veía borroso, empece a oir que se aproximaba a mi. Cuando un animal se le hechaba encima a ese hombre quien me había atacado. Trataba de pararme pero un dolor insoportable inundo mi abdomen, me doblaba del dolor, me quejaba.
Me empezaba a ver borroso escuchaba la voz de alguien conocido y que corria a sostenerme.

Phoenix:
-Edris, Edris -la agarraba en sus brazos- estás herida?

Quería responder pero el dolor era tan grande que hacía desmayarme, no se cómo cada vez que logro dar un paso, algo esta ahí para atacarme cada vez es imposible para mi, y esto no es nada comparado lo se. Acaso esto era lo que tenía que vivir?

GuerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora