Corazón de cera [Pausada Hasta Diciembre]

Control de daños.

Luka miraba con preocupación a la joven frente a él, su mirada estaba opaca y evitaba las miradas de otros, podía percibir que su alma y emociones eran, en ese momento, una cacofonia.

- Necesitas algo?- se atrevió a preguntar.
Chloé, sin alzar la cabeza simplemente negó.
- sabes? Después de todo ésto, yo sí necesito algo, me ayudarías?-

Chloé alzó brevemente la mirada con algo de fastidio, "qué acaso no veía lo afectada que todo eso la había dejado y osaba pedirle un favor? Ese pitufo se las vería con ella!"
- Bueno, tu eres una heroína, debes estar habituada a todo esto, así que, podrías ayudarme?- insistió Luka.

La expresión de Chloé cambio. "El pitufo cree que soy una heroína? Desde luego que soy Queen Bee, pero hoy no lo fuí, debe ser un fan, seré condecendinte... sólo por hoy..."

Chloé lo miró nuevamente y asintió.
- Gracias, lo que necesito es ésto.- y sin más palabras, Luka rodeo a Chloé en un abrazo. La joven se quedó inmóvil, sin saber que hacer, odiaba desde pequeña el contacto de ese tipo, salvo si era ella quien lo iniciaba. Nadie la abrazaba, ni siquiera Sabrina, se lo tenía prohibido. Pero algo en ese abrazó le impedía alejarlo y golpearlo por su osadía. Por primera vez en años, se sintió cobijada y contenida. Por primera vez en años se sintió apreciada de verdad. Lentamente fue cediendo, y se dejó abrazar, apoyando su mejilla cerca del hombro de Luka mirando hacía el ventanal, agradecida de que nadie pudiera verla en ese momento de vulnerabilidad, o al menos, que nadie estuviera en su campo de visión.

Luka por su parte percibió la incomodidad de la rubia, y cómo poco a poco se relajó y cambio su tención por calma. Esa chica estaba mal, dañada, lo podía sentir, por eso se atrevió a abrazarla, algo que no solía hacer con cualquiera, pero el impulso fue más grande, y no se arrepintió, al notar como la cacofonia interna de Chloé Burgois, se calmaba y ya era una melodía menos intensa y dolorosa de escuchar.

- Gracias.- susurró la rubia.

Luka sonrió.
- de nada abejita.- bromeó él.

- no soy una simple abejita, soy la reina abeja.- reclamó ella.

- lo tendré en cuenta.- contestó Luka.

Siguieron abrazados un momento más, pero no se les hizo incómodo, lentamente se separaron. Chloé evitó mirar a los ojos a su interlocutor, al menos no lo miraría hasta apaciguar su sonrojo.
- debo ir a ver a la banda, espero que te quedes por aquí, y piensen en ser nuestra manager. Sería agradable trabajar contigo, Queen Bee. - dijo Luka.

- Emm sí, lo pensaré.- dijo cruzándose de brazos y dando la conversación por terminada.

Luka se alejó lentamente en dirección al tercer piso. Chloé lo siguió con la mirada y una boba sonrisa se dibujó en su cara. Deshaciendo el cruce de sus brazos, llevó sus manos a su cara notando dos cosas, efectivamente sonreía, y sus mejillas ardían, al percibir aún sobre ella el leve aroma del perfume de Luka.

- pero que demonios me está pasando?- se preguntó a sí misma temiendo a la respuesta.

No muy lejos de ella, una pareja con las manos entrelazadas observaba la escena tan impresionados como la misma Chloé.

- Estás bien? - preguntó el joven.
- ahh?- contestó ella.
- yo, creí que el te gustaba, así que quizá estés triste de verlo abrazar a Chloé...- explicó él.
Ella sonrió.
- no estoy molesta, al contrario, creí que se me haría difícil rechazar sus sentimientos, pero veo que quizá mi suerte me ayudó, y a él mismo, de encontrar a alguien más...- dijo Marinette.

- Ya hace un rato noté como ella reaccionaba a Luka, como lo veía y se sonrojaba.- añadió.

- entonces no estás triste por perder un pretendiente?- insistió Adrien.