Anochecer.

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Lila jugaba con Chris, era fácil de divertir, bastaba con darle la razón un rato, y ya se sentía "a cargo" para luego, seguir sus órdenes sin chistar.

Había estado pensando alguna manera de vengarse de Nino, y estando en su casa varias ideas vinieron a su cabeza, sus padres confiaban en ella no? Podría hacer algo y usar a Chris a su favor. Pero lo tomaría con calma... Alguna travesura que saliera mal tal vez?

Sonrió pensando en las posibilidades.

En la Mansión Agreste comenzaban las despedidas, era ya pasada la hora límite impuesta por el dueño de casa, por lo que entre todos, para dar mejor impresión, limpiaban y ordenaban, llevándose con ellos las pruebas de las pizzas y bocadillos prohibidos.

Adrien aprovecho el momento para hablar con Marinette.
- Podemos hablar un momento?-
- Claro Adrien. - contestó la joven.
- seré breve, puedes venir mañana? Necesito hablar algo contigo. Es muy importante para mí aclarar algunas cosas. - dijo con seriedad.

Marinette abrió los ojos. Se habría arrepentido de pedirle ser su novia? Adrien continuó.

- No quiero que nuestro noviazgo éste rodeado de mentiras o que tú me odies cuando sepas algunas cosas, pero hoy no tuve tiempo de conversar bien las cosas. Por favor, ven mañana princesa.- pidió con una sonrisa anhelante.
Marinette abrió la boca "princesa" la expresión llegó de golpe y la remeció.
Estaba a punto de decir algo, pero Alya los interrumpió.

- Disculpen tortolos, pero debo llevarme a Marinette, el clima está un poco frío, y anunciaron más lluvia para el resto de la noche, si no nos vamos ahora, nos mojaremos!- explicó.

- pero mañana el clima estará mejor, saben? Ideal para una cita o algo así.- les guiñó el ojo con picardía.

- Alya!- reclamó Marinette, que ya era arrastrada hasta la salida, aunque en un momento se detuvo abruptamente, con una mirada aún más intensa que antes.
- aunque, si tienen algo que conversar, podrías quedarte un rato más Marinette, claro que sí la tormenta es muy fuerte tendrías que pasar la noche acá... Agreste tiene bastante espacio no?-

Marinette y Adrien no pudieron evitar el tono carmín en sus mejillas, y reclamarle a Alya ese tipo de insinuaciones.

- calma! Sólo era una broma... Jajajaja debieron ver sus caras! Debí fotografíarlos!- y se alejó hacía la puerta, dónde Nino los miraba intrigado.

- Creo que debo irme, mañana entonces, a qué hora te acomoda?- consultó Marinette.
- a las 4 sería perfecto. - contestó Adrien.
- hasta mañana a las 4 entonces.- dijo ella.
- hasta mañana. - sin dejar de mirarla.

Al voltearse en dirección a sus amigos, todos la miraban a ella y Adrien, por lo que no pudo evitar sonrojarse.

Alya la abrazó y la llevó al primer piso. Adrien las siguió y despidió a todo el grupo en la puerta misma de la Mansión.

- Gracias a todos por venir, fue muy agradable tenerlos a todos aquí. Espero podamos repetirlo próximamente- Adrien muy feliz.

- Gracias a ti, tu casa es genial. Sí tú padre lo permite podríamos venir una vez por mes, a un club de películas o algo así!- dijo Alix.

- buena idea Alix, lo considerare con mi padre. -

Mientras todos comenzaban su trayecto hacía la reja, Adrien tomó la mano de Marinette, y beso sus nudillos, procurando que nadie los viera, al menos no los que estaban más cerca.
- Hasta mañana Marinette.-
Marinette sonrojada, sólo atino a asentir y sonreír, antes de bajar la escalera y salir al encuentro de Alya y Nino que seguían riendo de la broma que la morena les había hecho.

El grupo se dividió entre los que tomarían el subterráneo, y los que caminarian hacia una parada de buses, o simplemente les quedaba cerca sus casas para ir caminando.

- Bueno, Adiós.- dijo Chloé preparándose para caminar las dos calles que la separaban del Hotel de su padre.
- Te acompañamos?- preguntó una voz.
Chloé miró en dirección al joven.
- No es necesario, vivo sólo a dos calles. - contestó.
- No importa, te acompaño igual, así me aseguro que nada malo te pase abejita.- sonrió Luka.
- Está bien, si insistes. - y se encaminó hacia su hogar, caminando un par de pasos por delante del joven de mechas azules.

De pronto se volteó y miró hacia los que aún quedaban conversando y riendo. De pronto su mirada chico con la de Marinette que no dudó en saludarla con la mano de manera bastante exagerada.
- tonta...- sonrió Chloé.
- no es tonta, sólo es algo torpe.- la corrigió Luka.
- lo sé, es la costumbre.-
- tratabas mal a los demás para descargar tu propio dolor no?-
- eres un loquero o algo así que tratas de analizarme?-
- no, sólo soy observador señorita Bourgeus, cómo le hace sentir eso?.-
Chloé no pudo evitar soltar una ligera risa, que fue acompañada con la de Luka.
- eres ridículo.- le reclamó aún sonriendo.
- aveces...- contestó Luka.

Llegaron a la puerta del Hotel.
- Gracias por tu compañía Pitufo. Te invitaría a pasar pero tu hermana emo y sus amigos te están esperando.- dijo Chloé.
- siempre eres tan dulce?- preguntó irónico el guitarrista.
- no sabes cuánto!- río la joven.
- ya puedes sentirte libre de retirarte, y que no se te ocurra besar mis nudillos, eso es bastante tonto...- continuó ella.

- también los viste?- preguntó el joven. Chloé sólo asintió.
Ambos se miraron y sonrieron, y así sin más se separaron.

Chloé entro directo al elevador, apenas mirando quién estaba en recepción.
Luka con una sonrisa de regreso con el resto de sus amigos.

Nino llegó alegre a su hogar, había tenido, sin duda, un gran día.
Había trabajado con su novia, sobrevivido a su ...ya había perdido la cuenta, pero a un Akuma más, y había coronado la jornada con una tarde de películas, pizza y dulces en casa de su mejor amigo.
Estaba realmente contento, fue uno de sus mejores días en lo que iba del año.
Entró a su dormitorio sin reparar en algunos detalles disonantes, solo se tiró en la cama y se puso a escuchar musica antes de que llegara el momento de dormir.

Lila al sentir llegar a Nino, se escondió en el dormitorio de Chirs, el pequeño ya dormía, por lo que había aprovechado de investigar en la habitación del DJ, no encontró nada realmente interesante, pero sí algo útil, que guardaría para cuándo llegará el momento de su revancha.

Sonrió. Mañana domingo, la familia Césaire le había encargado a las gemelas, así que también tendría oportunidad de revisar en el dormitorio de Alya, ya que si la pedían de niñera, era obvio que la aspirante a periodista no estaría en casa.

Sí todo iba como lo planeado, esos dos pagarían muy luego en haberse cruzado en su camino.
Ahora más molesta que nunca, después de ver las fotos que Kim subió a redes sociales de su tarde en la mansión Agreste.
Fueron todos, pero ninguno llamó para invitarla.
Todos bebían pagar.

Corazón de cera [Pausada Hasta Diciembre]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora