~•||Save me||•~KOOKV~•

||Eureka||

Ando sin rumbo.
No sé dónde acabaré cuando pare de andar.
Tampoco sé si acabaré vivo, porque no estoy mirando un solo semáforo que hay en la calle.
Sólo ando. Pero también pienso.
¿Por qué me ha hecho esto?
¿Por qué yo fui tan ingenuo de creer todo lo que me dijo?
¿Por qué Jinhyung aún no se ha cansado de jugar conmigo?
¿Qué mierda pretende?
Cuando me doy cuenta de que mis piernas estas empezando a fallar, me siento en un banco que hay cerca de mi localización, y saco el móvil.
Cabe destaca que no tengo ni la menor idea de dónde estoy. Nunca había visto esta zona.
Realmente he caminado muchísimo, pero nunca es suficiente cuando quieres huir.
Busco una tarjeta en la funda de mi móvil, y marco el teléfono que hay escrito en ella.

Motel Kim Nam

-Motel Kim Nam, ¿qué desea?
-Namjoon, soy Jungkook, el de la habitación barata..., ya sabes-no se oye nada, y de repente habla.
-¡Oh, Jungkook!, ¿ocurre algo?-pregunta preocupado al oír mi tono de voz.
-Yo...,verás..., ¿podrías venir a recogerme a un sitio?...Se que suena ridículo, pero no tengo ni puta idea de dónde estoy y bueno..., eso..., pero que si no puedes no pasa nada..., yo me las apañaré.
-No te preocupes,Jungkook. ¿Hay algo cerca de dónde estas para poder guiarme?
-Hmm..., hay un restaurante...¿italiano?, creo que sí. La pasta de Luigi se llama. Qué original-oigo como se ríe.
-Ahora mismo estoy ahí. No te muevas.
-Vale, Nam. Gracias.

Cuelga y me guardo el móvil en el bolsillo.

-PIRIBIRI PIRIBIRI-suena el teléfono y lo cojo sin mirar quién es.
-La pasta de Luigi, Nam, La pasta de Luigi-digo anticipándome a que el chico me pregunte que dónde era.
-...¿Jungkook?-mierda.
-Piérdete, Tae-aparto el móvil de mi oreja, pero cuando veo que Tae empieza a gritar, vuelvo a ponerlo en su sitio.
-Jungkook, por favor...-está llorando. Se nota mucho-. Necesito que hablemos, por favor...Yo...necesito contarte cosas, y explicarte otras muchas...Te juro que no tengo nada que ver en eso, Jungkook..., por favor...

No puedo soportarlo más. Por mucho que intente odiarlo, me es imposible.
Creo que todo el mundo se merece una segunda oportunidad. Si no, yo ya no estaría aquí.

-La pasta de Luigi-digo simplemente, y cuelgo.

Espero que tenga suficiente cerebro como para saber a lo que me refería.
Llevo esperando ya 10 minutos a Namjoon, y aún no aparece.

-PIRIBIRI PIRIBIRI.
-¿Sí?...¿Nam?...¿20 minutos más?...pf...Vale, vale, no te preocupes...Adiós.

Mierda mierda mierda. ¿Por qué nada me sale bien hoy?
Ahora resulta que me tengo que esperar veinte minutos más para poder salir de aquí. Joder enserio, vaya mierda de...¿Qué hace corriendo?
Tae. Tae está corriendo hacia mí. Muy rápido. ¿Qué cojones pasa aquí?

-¡Jungkook!-grita hasta llegar a mi altura, casi sin aliento-...Jungkook, por favor, vamos a hablar a otro sitio...
-Tae, ¿qué pasa?
-No es nada...p-por favor...-me coge del brazo y me lleva a rastras. Pero no puede evitar que me de cuenta de quién viene corriendo por detrás. Hacia nosotros. Los jodidos babosos.
-¿Te han tocado?-le digo yo subiendo el tono de mi voz y agarrando su muñeca-.¡Taehyung, ¿te han tocado o no?!
-Jungkook por favor, v-vámonos-se pone detrás de mí y empieza a sollozar.
-Les dije que como te tocaran un puto pelo, se iban a enterar-digo apretando los dientes y los puños. Les voy a partir la jodida cara-. ¡¿Qué coño hacéis?, ¿no os quedó claro la última vez!

Los pavos avanzan rápido hasta nosotros, y se paran cuando llegan a mi altura.

-Tu puto novio es un calienta pollas-suelta el gilipollas del otro día.
-Mira tío, hoy no me apetece lo más
mínimo pegarte una paliza, así que retira lo que has dicho de mi novio y pírate.
-Ja-ríe sin gracia-. ¿Qué te hace pensar que voy a hacerte caso?
-Bueno, tú verás... a no ser que quieras que te arranque cada trozo de piel de tu puta cara, yo que tú retiraría lo dicho.
-Bah...mira tío, que te den por culo. Estoy hasta la polla de los ángeles de la guarda-ahora se dirige a Tae-. ¡Hay que aprender a solucionar los putos problemas que provocas!
-¿De qué hablas...?-pregunto, esperándome lo peor.
-Pregúntaselo a tu novio. Él sabrá explicarte con pelos y señales cómo ha intentado seducirnos a mis colegas y a mí. Es una puta barata, pero he de decir que mi polla queda muy bien dentro de su...
-No te atrevas a decirlo-he avanzado, y ahora me encuentro cara a cara con él, agarrándole el cuello de la camisa con la mano. Él se escapa y escupe al suelo.
-Sois basura. Vámonos, tíos-dice refiriéndose a sus asquerosos amigos-. Y tú-Tae-, lleva cuidado con lo que haces.