||No poder hacer nada||

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-¿Qué haremos con ellos ahora?-dice una voz más aguda.
-De momento limítate a que no se escapen. Yo me encargaré de lo demás-esta vez habla la voz más grave-. Vuelvo a casa. Mi mujer se estará preguntando dónde estoy.
-P-papá...¿ella está bien?
-No te importa nuestra vida. Te he dicho que te limites a que no escapen. No te metas en mis problemas, Jin-abro los ojos y veo cómo Jinhyung sale del granero y Jin se queda de pie frente a la puerta.

Sigo un poco aturdido, pero ya consigo ver el granero entero. Ya no hay oscuridad.
Me pregunto qué hora será, pero cuando quiero levantar el brazo para mirar mi reloj, me doy cuenta de que estoy atado a una silla.
De pies y manos.
Inmóvil.
A mi lado, inconsciente y en el mismo estado que yo, está Chanwoo, mi padre.
Intento una vez más quitarme los enganches, pero están demasiado fuertes, así que finalmente me rindo.
No recuerdo nada de lo que ha pasado.
Sólo ver la cara de Jin cuando me golpeó con un metal. Todo se volvió oscuro, y yo me sumergí en un sueño inconsciente.
Me duele la cabeza, y de mi ceja y labio gotea sangre sin parar.
¿Me han pegado una puta paliza mientras dormía?
Juro por mi madre, por mi padre, y por Tae, que cuando me liberen, me encargaré personalmente de que el enfermo mental de Jinhyung no vuelva a ver la luz del puto sol.
Se va a pasar la vida en prisión, y yo me reiré en su puta cara de viejo asqueroso.
Perdón, pero realmente estoy demasiado cabreado como para no usar insultos tan ofensivos como trozo de mierda o deshecho humano para definir a este cabrón.

-El del pelito azul se nos escapó-dice de repente Jin a la vez que se gira para mirarnos-. Fue rápido. Ni si quiera se preocupó por ti un poquito-se ríe y se acerca lentamente a nosotros-. Se fue con el chico ese...¿Jimin?-¿cómo coño sabe su nombre?-. Me pareció ver cómo se abrazaban al entrar al coche. Tae empezó a llorar en su brazo y luego Jimin le acariciaba la cabeza. Arrancó y se piraron-suspira y sonríe-. Deberías echarte amigos que se preocupen más por ti...Pero sobretodo, échate novios que no se líen con tus amigos-empieza a reírse y a mi me hierve la sangre.

Miente. Tiene que estar mintiendo. Ellos se odian a muerte. No puede ser que se abrazaran. No. Seguro que me están diciendo esto para joderme. No puede ser real. Me niego a aceptarlo.
Este capullo quiere matarme sin tocarme un pelo, pero no voy a dejar que lo haga.

-¿Nam sabe que eres el hijo de un enfermo mental al cuál ayudas en su plan de secuestrar al hijo de la mujer con la que está casado?-río sin gracia-. Si Nam supiera todo lo que has hecho...
-Cállate la puta boca. No lo nombres-él ya no sonríe, de hecho me mira con los ojos muy abiertos, fijamente, mientras aprieta sus puños lo más fuerte que puede, y viene andando rápido hacia mí-. Te vas a enterar de lo que es bueno, gilipollas.

Entonces, me corta las cuerdas que atan mis pies y manos, me levanta de la silla, y se coloca detrás de mí cogiendo mis brazos de forma que no pueda escapar, y de repente nos paramos en un sitio del granero que a mí me parece demasiado aleatorio. ¿Por qué ahí?
Él me suelta y me deja totalmente libre. De repente se lleva su dedo índice a la boca haciendo un gesto de que no haga ruido, y mete su mano a un bolsillo de su pantalón.
Saca un papel doblado de él y me lo entrega.
Lo tomo extrañado y lo abro.

Jungkook, estamos en el punto muerto del granero. Aquí es el único punto en el que no hay cámaras. No te muevas en absoluto.
Mi padre también me tiene "secuestrado" aquí, por así decirlo.
Me amenazó con hacerle algo a Namjoon si no le ayudaba en su plan.
Tenemos que actuar como si nos odiáramos a muerte para que él no sospeche.
Aún tengo que pensar bien en qué haré para liberarnos, pero hasta ese momento todo tiene que parecer normal.
Pero sobretodo, perdón por lo que te voy a hacer ahora mismo. Tengo que hacerlo para que no sospeche. Por favor, no me lo tengas en cuenta.
-Seokjin.

~•||Save me||•~KOOKV~•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora