||Ten cuidado con las cámaras||

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-¿Por qué iba él a hacer algo así?-me pregunto a mí mismo.
-¿Quién es, Jungkook?
-Él...,lo conocí en el centro. Parecía majo. No sé, me dio buena sensación, por eso no me cuadra.
-¿Deberíamos ir a verlo?-me dice él.
-Debería ir a verlo. No pienso llevarte allí con la cantidad de hijos de puta que hay.

Creo que está cabreado. Sí, definitivamente lo está.

-¡No eres nadie para decirme lo que debo o no hacer!-me grita-. ¡Iré si me apetece!
-Ah...-suspiro y miró al suelo-. Tae..., ya la he cagado muchas veces dejándote sólo, y en todas has acabado mal. No quiero que vuelvan a herirte, porque yo nunca me lo perdonaría. Debes entenderlo-mi voz es calmada y él parece tranquilizarse, por lo que su enfado disminuye.
-Jungkook..., realmente quiero ir contigo-me mira a los ojos y hace un puchero-...Por favor~
-Juegas sucio, Kim-sonrío y él también lo hace-. Vale, pero prométeme que no te separarás de mí.
-Nunca lo hago. Eres tú el que huye de mí-bromea él y sonrío tristemente.
-Tae...
-¿Sí?

No me lo perdonaré si no se lo pregunto.

-¿De verdad lo de antes fue un error para ti?-digo con un hilo de voz.
-...Yo...,Jungkook...-me acerco más a él y veo cómo cada vez se siente más nervioso.
-Siento si lo que voy a hacer a continuación te molesta, pero llevo soñando con este momento desde que te conocí.

Y sí. Ha pasado. No he podido contenerme más.
Llevaba soñando con besarle desde que lo vi por primera vez. Y vosotros lo sabéis.
Y realmente esperaba que me metiera una hostia o algo por el estilo, pero no.
Me sigue el beso.
Nuestras lenguas juegan sin parar en una guerra por ver quién es más fuerte.
Lo agarro de los muslos y hago que se agarre con ellos a mi cintura.
Me acerco a la pared, y le empotro contra esta sin parar el ritmo acelerado del beso.
El sube sus manos hasta mi cabeza y me estira del pelo. Cosa que hace que me pierda del todo, y pase de atacar su boca, a atacar su cuello.
Huele tan bien, o mejor de lo que me esperaba.
Beso, chupo, y marco su cuello de la manera más salvaje que conozco, y él me contesta únicamente con gemidos de placer, mientras araña mi espalda.
Vuelvo a cogerlo de los muslos, y me aparto de la pared, para así ir hacia su habitación y tirarlo sobre la cama.
Lo observo y se me derriten los ojos, el corazón, la boca y todo. Es la persona más irresistible y sexy que he visto nunca. Y si le añadimos que ahora lleva marcas con mi nombre en su cuello...Dios.
Sonrío, me coloco encima de él como la última vez y le miro.

-¿Que soy qué?-repito la escena de antes y hago que sonría. Pero su risa no dura mucho, porque atrae mi cabeza con su mano hacia la suya, y esta vez es el quien lleva el timón en el barco.

Esta vez es el quién manda. Y yo me dejo. Pero solo por esta vez.
Separa nuestras bocas y baja sus manos hasta los bordes de mi camiseta para empezar a subírmela y quitarla.
Me levanto de encima de él y termino por arrancar la camiseta, que a esas alturas ya estaba molestando.
Me encanta ver su reacción al ver los músculos que siempre oculto, y vuelvo a tirarme hacia él.
Vuelvo a besarle, esta vez más bestia que antes.
Tengo hambre de él, y esta es la única manera de saciarla.

-Eres tan...apetecible-consigo decir entre besos. De él solo consigo oír un gemido que hace que me pierda-.Si sigues haciendo esos gemidos, no me voy a limitar solo a besarte, Kim-advierto, y sonrío al ver el sonrojo que ha aparecido en su cara.

Volvemos a juntar nuestros labios, y esta vez él traza una línea de besos por mi mandíbula, y entierra su cara en mi cuello.
En un movimiento rápido, consigo darle la vuelta, y hago que él esté encima de mí, para así facilitar el acceso de mis manos a su querido y precioso trasero.
Cuando lo estrujo entre mis manos, el gime y chupa más fuerte, lo que hace que gima yo.
Esto es una especie de Tom y Jerry.
Queremos ver quién es más fuerte.
Pero lo siento, príncipe azul, esta vez no te dejaré ganar.
Aparto una de mis manos de su culo y la meto por dentro de su camiseta, en busca de sus pezones. Cuando encuentro uno, lo pellizco a la vez que vuelvo a estrujar su culo con mi otra mano. Y él gime más fuerte.
Dije que no lo dejaría ganar.
Él para de hacerme marcas, y se limita a gemirme en el oído, cosa que me enciende mucho más, y hace que acelere el ritmo de ambas manos.
Si gime tanto con esto, no quiero imaginar cuando esté dentro de él...Joder, lo que daría porque pasara pronto.

~•||Save me||•~KOOKV~•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora