~•||Save me||•~KOOKV~•

||Un trato es un trato||

Me acerco a él lentamente y le empujo para que se recueste sobre la cama.
Esta vista es irresistible.
Tenerlo delante de mí tumbado en una cama, con las putas piernas abiertas y mirándome con una sonrisa de hazme lo que quieras. Eso es vida, amigos.
Me coloco encima de él apoyándome sobre mis rodillas y mis manos para así no aplastarlo, y empiezo a besarlo. Desesperadamente.
Tengo hambre de sus labios. Tengo hambre de él.

Cuando era más joven, como ya os he contado alguna vez, era un jodido alcohólico de mierda.
En otras palabras: era adicto al alcohol.
Creo que nunca más experimenté una adicción.
He probado de todo, y no lo niego, pero nada me ha enganchado tanto como lo hizo la bebida.
La razón principal no era porque está bueno ni mierdas de esas. La razón principal era que me hacía escapar de la realidad.
Me llevaba a otro mundo en el que nadie me podía molestar.
Pues algo así me ha pasado con sus labios.
Los probé una vez, y creo que soy incapaz de respirar bien si paso cierto tiempo sin besarlos.
¿Se podría decir que me he vuelto adicto a sus besos?
Sí.
¿Se podría decir que me he vuelto adicto a él?
Sí.
¿Se podría decir que me gusta/le quiero/le amo/inserte cualquier verbo que signifique una atracción sentimental hacia otra persona?
No. Y quitaos eso de la cabeza.

Que le quiera comer la boca cada cinco minutos no significa que me guste.
Seguro que vosotros siempre habéis tenido un celebrity crush al que le queréis hacer de todo.
Y nada más lejos de la realidad, eso me pasa a mí con Tae, aunque él no es un famoso. Ni es mi crush.
El caso es que a vuestro celebrity crush le besaríais, le tocarías las partes prohibidas del cuerpo humano (sí, esas), y haríais cosas +18...¡Pero no estáis enamorados!...O más os vale, porque si no os vais a pasar la vida amargados.
Así que, por favor, dejad de pensar que me he enamorado de Kim Taehyung, porque a vosotros no estáis enamorados del puto Leonardo DiCaprio (cuando estaba en Titanic. La verdad es que ahora está mayorcito). Atracción física, señores. Ni más ni menos.
Ahora voy a callarme de una jodida vez, y voy a saciar mi hambre.

Sigo colocado encima de él, devorando su boca como si fuera el único alimento que queda en el mundo.
Nuestras lenguas pelean y juegan entre ellas.
Inspecciono cada rincón de su boca, y él hace lo mismo.
Adoro su sabor y también la manera en la que nuestras lenguas se ponen de acuerdo para moverse.
Me coge de la nuca para intentar estar más cerca de mí, pero es físicamente imposible porque ya estamos totalmente pegados.
Mi pierna derecha se encuentra entre sus dos piernas, y se me ocurre algo...
Avanzo un paso hacia delante, de manera que mi rodilla y su entrepierna entran en contacto.
Empiezo a mover la rodilla con suaves caricias, haciendo que él arquee la espalda en la cama mientras gime y araña la colcha con desesperación.
Mis movimientos no paran. De hecho, cada vez son más constantes. Más satisfactorios.
Acerco mi boca a su oreja, y le susurro.

-¿Te gusta lo que te hago?-pregunto con una sonrisa. Él asiente a duras penas.
-Hmm-gruñe simplemente él.
-Dilo-le ordenó y directamente me mira a los ojos.
-Cállate, capitán-me coge otra vez de la nuca, y me calla con un beso.

Su lengua ataca a la mía, pero rápidamente paro de besarlo, y le muerdo el labio inferior, y trazo una línea de mordiscos a lo largo de su mandíbula, hasta llegar a su cuello, dónde succiono y beso. Una y otra vez.
Quiero que esas marcas se le tatúen en la piel.
Mi cordura opina que le quedan demasiado bien.

-Ah~-gime él cuando succiono un poco fuerte de más.
-Quítate la camiseta-él me hace caso y se la saca como puede estando tumbado.

Su cuerpo es lo más precioso que he visto nunca.
No está demasiado fuerte, pero sí que se notan sus músculos.
No está demasiado delgado, pero me encanta que no sea un esqueleto.
¿Os he hablado alguna vez de su culo?
Es la cosa más redonda y perfecto que he visto nunca.
Por no hablar de su textura.
Siento dar tantos detalles, pero no miento cuando digo que este tío me vuelve loco.