MELISSA ROMANOFF || Peter Parker.© [PAUSADA]

[022]

→Yomera.
Pasado.

—Es mi hija...

—Nuestra hija jamás podrá...–la temible mujer se acerco al inevitable titan.—Jamás podra amarnos como quisieramos, y no es...—ella derramo una lágrima—...No es nuestra culpa.

—Ella la separó de nosotros.–Thanos caminó a la esquina del gran castillo.

—Y creo que estuvo bien.–Thanos miro a su amada con confusión y enojo a la vez.

—¿Qué has dicho?

—Que creo que estuvo bien.–La Muerte caminó fría y con temblor a su paso.—Nosotros le hubiéramos dado una vida de asesinato y supervivencia, ella jamás habría conocido el sentimiento de una familia, Thanos. Ella jamás habría conocido el verdadero significado de la existencia.

—¡Nuestra hija fue arrebatada de nuestras manos por tu plan de querer nivelar al mundos de los vivos y los muertos!–La Muerte lo miró con tristeza—Mortem no está con nosotros, es mi hija y siempre la buscaré a donde sea y nadie, jamás podra detenerme–el titan camino a la salida dejando atras a su amada para ir en busca de su hija—Yo seré inevitable... Cuando consiga las gemas, Mortem estará de vuelta conmigo.

Thanos llego a la puerta del castillo donde era el hogar de La Muerte, un pequeño espacio terracional entre el mundo de los vivos y de los muertos.

—Sí lo logras...–dijo La Muerte—Sí lo logras ten por seguro que serás rechazado por todos y más por ella. Yo misma me encargaré de que sepa de tu llegada y lo que sucederá, que no se te olvide Thanos...–la mujer cambio su expresión por una de seguridad—...Que no se te olvide que yo soy La Muerte. Y que cuando llegues aquí tú... ya no estarás vivo.

Thanos la miró por última vez y salió de aquél castillo donde vio nacer a su hija y donde dejo al amor de su vida. Caminó seguro de sí mismo y se prometió encontrar las gemas y buscar a su adorada hija, cueste lo que cueste.

La Muerte quedó con el corazón roto, le dolía tanto como a él el hecho de que le quitarán a su hija pero ella misma vio en los ojos de su pequeña, la manera en la que iba a vivir sí se quedaba con ellos en el castillo del otro lado, la niña no sería buena; pero entonces vio una luz, una vida alterna futura donde su hija vivia felizmente al lado de varias personas que la amarían tanto y que la pequeña conocería finalmente el amor verdadero.

Pero también vio la muerte de su amado, y aunque no lo pudo detener, podía ayudar a su hija. Teniendo a cambio dos muertes que le dolerian a su pequeña, pero sería necesario.

—Te veré en un largo tiempo... Mi amor.

La mujer se limpió una lágrima y se propuso a vigilar a su hija en todo momento, se propuso a cuidarla desde el mundo paralelo en el que vivía.

Y así comenzarían los viajes de Melissa Romanoff.

· · ·

→Melissa.