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Para que se te caiga la vida en pedazos da igual que estés en un baño, en un atraco o en la entrada de un penal, ya ven, aquella tarde se le iban a sincronizar la desgracia a tres mujeres, Raquel comprendió de pronto que se había enamorado hasta las trancas del mayor atracador de España, Monica Gaztambide se había dado cuenta que al ser ella ahora la que levantaba el arma contra Arturo, la convertía en una más de los atracadores y no había marcha atrás.

Tokio caminaba siguiendo las instrucciones que les dio el Profesor en la casa de Toledo, pero sin certeza alguna, como una botella que alguien a arrojado al mar, sin tener ni idea si podrá ser recogida del otro lado, ahí iba Tokio, camino al juzgado, con aquella esperanza que su ángel de la guarda no le fallara y le salvara la vida, por segunda vez.

Era complicado tener esperanzas en un furgón, presa y esposada, pero había sido peor saber que en ese mismo instante a veinte kilómetros de ahí, su ángel de la guarda acababa de ser descubierto.

-102 Horas del Atraco-

Todos estaban agotados, por el sueño, el estrés, o la angustia de llevar años cargando con un secreto que para el lugar donde estaban, era totalmente asfixiante seguir guardándolo y todos ante eso después estaban perdiendo los papeles.

He tratado de ser buena, he intentado darles lo que les prometieron -dice London paseando entre los rehenes que horas antes habían planeado escapar- he tratado de que todo esto tenga sentido, después de todo lo que he perdído ahí fuera, he tratado de que lo tenga, soy buena -chasquea su lengua y suspira rendida- he sido buena y el mundo me escupe en la cara, he intentado darles oxigeno, pero ustedes me han dado a tomar por culo.

Saca el revolver de su bolsillo y quita el seguro.

¡Qué voy a tener que hacer para que me entiendan! -dice disparando al techo cansada e indignada- para que me respetéis, ¡¿Qué voy a tener que hacer?!, ¿Qué quieren? ¡¿Qué les corte pedazos del cuerpo y se los mande a sus seres queridos?, ¿o les pego un tiro en sus cabezas? 

Una gran idea -dice Berlín bajando por las escaleras- Ha llegado la hora de ser prácticos, la utopia de la colaboración, ha fracasado, London creo que estás un poco cansada anda a descansar, tomaré tu lugar durante unas horas, solo trata de descansar...

Era verdad, estaban jodidos por el sueño y lo último que le puedes pedir a alguien que solo ha dormido tres horas por día, es paciencia.

Todo tuyo -dice London tocando su hombro y apretando de aquel- te han pedido a gritos que vuelvas.

En los campos de concentración -chasquea esta vez él su lengua y pasea entre los rehenes- el respeto se da por descontado, pues aquí va pasar lo mismo, ¡Van a picar el túnel! ¡Hasta que les sangren las manos!, por las noches van a querer llorar de dolor, pero no van tener ni tiempo, ¡Por qué seguirán picando!

(...)

Necesito hablar contigo Berlín -dice Río entrando a aquella habitación- ¿qué ha dicho el profesor sobre Tokio?

He vuelto a estar al mando -le sonríe Berlín- la sacará de ahí Río, lo harán aquellos qué cavaron el túnel hace ya cinco años.

¿Cuándo? -cuestiona Río- joder Berlín, solo dilo...

Las mujeres son siempre las que suelen pasar capítulo rápidamente -dice Berlín- por si acaso deberías tomar ya tus precauciones.

Estoy cansado que veas a todas las mujeres como London -dice Río al instante- Tokio es diferente, ella es impulsiva, pero va a volver  y acabaremos juntos Berlín, dime algo, ¿Que hubieses hecho tú si London estuviera en el lugar de Tokio?

Eso nunca va a pasar -dice Berlín- Nunca va a pasar por que London como tú mismo dices es diferente, ella piensa antes de hacer algo, no actúa como una puta cabra loca.

Perdón Río -dice la mujer con un bostezo desde atrás de ellos- la calentura me ganó en ese momento, ella había jugado conmigo a la ruleta rusa, tú mismo viste todo.

Y ya lo entiendo todo -dice Río- pero jamás hubiese entregado a tu novio con la policía London, jamás los hubiese dado en bandeja así por que sí.

(...)

¿Acaso ya estás comiendo por dos? -dice Berlín con una sonrisa- ven ponte más aquí.

Le extiende su brazo y la acurruca en su pecho, estaban sentados en la parte baja de la escalera, a vista de cada uno de los rehenes.

Odio la pizza -dice ella con una sonrisa- pero ahora mismo es lo mejor que he comido en mi puta vi...

¡TOKIO REGRESA! -grita Río bajando lo más rápido las escaleras- ¡TENEMOS QUE AYUDARLA! ¡TOKIO VUELVE!

Helsinki encárgate de los rehenes -dice London apretando el arma de fuego contra su pecho- ¡VAMOS TODOS AYUDARLA! ¡YA!

Sus respiraciones se aceleran en cuestión de minutos.

Y escuchan el sonido de la balas en aquel preciso momento donde abren las puertas de la fábrica.

Tenemos que ayudarles Berlín -dice la mujer- tenemos que disparar.

Y es ahí donde no le importa salir sin ninguna protección, apretando fuertemente el arma contra su pecho, sale fuera y comienza a disparar a lo loco.

Seguida de ella sale Berlín, Moscú, Denver, Nairobi y Río.

Cubre su cuerpo con aquel muro y dispara devuelta.

Y es ahí cuando todos están entrando.

Solo quedan Moscú y ella.

Pero ve casi en cámara lenta como el hombre frente a sus ojos recibe tres disparos en el abdomen.

No lo iba a dejar allí tirado, claro que no.

Y fue humano de su parte e inteligente.

Sale de su escondite y lanza el arma frente los ojos de la policía, no iban a disparar a una embarazada.

Y era cierto, aquel coronel da luz roja a que nadie dispare.

Nadie se acerque - dice London- yo puedo sola, yo puedo...

¡Cierren puertas ahora! -dice Nairobi- Joder Moscú...

London entra arrastrando a Moscú con sus pocas fuerzas.

Y están viendo exactamente a la segunda pieza de Dominó caerse.

Denver.



















¿Están conscientes de que esto se está acabando?😭💔
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LN© se despide 💥

ʟᴏɴᴅᴏɴ  [La Casa de Papel] - BERLÍN  #WATTYS2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora