ʟᴏɴᴅᴏɴ [La Casa de Papel] - BERLÍN #WATTYS2019

✷24✷[Especial]

Nota abajo, espero les guste.

—Tenme paciencia —dice el hombre acariciando suavemente el abdomen de la mujer—estoy aprendiendo a cómo cuidarte —dibuja siluetas con sus dedos— nunca había tenido un amor tan valioso...

La mujer arquea su espalda suavemente y sacude su cuerpo en sensación de las cosquillas que le provocaba.

Toledo...
Joder bendito seas Toledo.

—¿Te gusta? —sigue deslizando sus dedos— joder London...

Ella muerde sus labios y seguido a aquella acción ríe suavemente.

—¿Qué hay en ese cuaderno? —pregunta ella y acaricia el pecho del hombre suavemente con su pie— ¿Acaso estás planeando algo?

El hombre niega suavemente y acaricia su pierna.

—¿Siempre eres así?— cuestiona él.

—¿Cómo "así"? —musita ella— solo soy así contigo.

—¿Conmigo? —ríe él suavemente y se acerca al rostro de la mujer— ¿Acaso soy alguien especial?

—Probablemen...—dice ella pero es interrumpida por el chillido de la puerta al abrirse...

Aquel momento fue para lanzar una carcajada al cielo.
Aquella pareja se separa fugazmente y contienen la risa.

—¿Berlín? —dice el hombre abriendo la puerta— joder —maldice— ¿Qué haces aquí London?

—Conversando —suelta ella— estábamos repasando el plan.

—¿Desnuda? —pregunta el Profesor tapando sus ojos— ya es tarde, creo que deberían ir ya a la cama.

—Joder Profesor —dice ella— ¿Acaso nunca ha visto a una mujer haciendo topless? qué es la misma piel que tengo en la cara, puede ver.

—London ponte una camiseta —dice esta vez Berlín y le pasa aquella prenda— no estamos en la playa —le sonríe— profesor, ya puede ver.

Ella sonríe traviesamente.

—¿Los tres a la cama?— pregunta ella haciéndose una coleta.

—Cada uno en la suya —contesta el Profesor— ahora mismo London, que tengo que hablar con Berlín de algo importante.

—Vale...—dice ella entre dientes y yendo a la puerta— Bona nit...

Va silenciosamente a la cual era su habitación.
Y cerrando silenciosamente aquella puerta se tumba rápidamente en su cama.

Y cuando casi logra caer a los brazos de morfeo.
Escucha desde su habitación como la cama de Tokio se mueve y golpea su pared repetidas veces.

¿Acaso está aprendiendo a bailar zumba?
¿O es que duerme nerviosa?

Ella ríe por las ocurrencias que pasan por su cabeza.
Va a aquella radio que tenía y saca aquel tequila de entre su ropa.
Y poniendo la primera emisora que saliera levanta el volumen razonablemente para que ella solo pueda oírlo.