•21•

2.3K 193 84
                                    

✓Disfruten este capítulo, besos💥

Y allí estaba London, caminando lentamente entre los rehenes.

Pensando en qué lugar iría junto a Andrés al salir.

Pensando en la última vez que vio a Tatiana.

Pensando...

¡Hey viuda! -dice Gandía, aquel guardaespaldas del gobernador- Dame agua.

¿Cómo me has llamado? -pregunta la mujer confundida- ¿Cómo coño me has llamado?

¿Como prefieres que te llame? -dice él otra vez- ¿Viuda? ¿London? ¿Anaís? ¿vendemelones?

¿Tú te crees que estás en situación de tocarme a mí las narices? -dice la mujer apretando el arma contra su cuerpo- No nos perdamos el respeto Gandía.

Eso es lo último que puedes pedir -escupe él molesto- es lo último que merecen.

¿Merecer? -dice ella agachándose a su cuerpo- ¿Comes carne?

El hombre confundido asiente y la mira con rencor.

Tú si que no mereces nada -dice la mujer con seriedad- ¿Sabes lo que pasan aquellos animales para terminar en tu plato? Bueno, si sigues así, te vas a tener que conformar con lo que desayunaste esta mañana.

Quien ose insultar a algún integrante de la banda -dice Palermo bajando la escaleras- le rompo bien la cabeza, Llévame con quién esta tocándole los huevos a London -le dice a Denver- ¿Gandía no? Joder este tío las toca pero bien.

No necesito que me defiendas Palermo -dice la mujer levantándose y fulminando con la mirada a Gandía- puedo sola...

Ya vino el Sudaca -suelta el rehén- Sudaca, hijo de puta, tuerto y maricón.

Joder.

Sudaca, sí, es cierto -dice Palermo estando en frente de él y jugando con el bastón en su manos- Pero de escuela Alemana, la de Berlín.

Y es ahí donde Palermo golpea al hombre con aquel bastón que tenía en manos.

-¡Palermo!¡Sácalo de aquí Denver!- ordena London.

Esto iba a ponerse feo.

Demasiado feo.

Palermo debido a su inestabilidad los había dejado a absolutamente todos en el mismo nivel que los Talibanes.

Ya habían pasado minutos.

Si no iba aquel momento lo siguiente que iban a ver sus ojos iba a ser una muerte más que segura, Palermo, Denver, Nairobi y Helsinki, se encontraban en aquella habitación del Banco de España

¿Han oído alguna vez que la curiosidad mató al gato?

Y eso...-escucha la voz de Nairobi- Tú no lo has sabido hacer -ríe Nairobi sarcásticamente y ella apoyando su espalda a aquella pared se queda escuchando- Porque llevas ¿cuánto?¿Diez años, enamorado de Berlín? y no te has atrevido a abrir la boca -suspira Nairobi- Claro, lo has endiosado, le has seguido como si fueses su perrito faldero, pero nada más, ¿Y ahora que? Ahora ya nada es posible, está muerto y tú vacío, es por eso que te escondes en ese discurso de mierda del bum, bum, ciao, porque, porque lo sabes...

Vamos a ver chicos -dice entrando London a aquella habitación con un nudo en la garganta- Pongámonos a trabajar, venga Nairobi, todos a trabajar...

-Dia dos-

Sus ojos tardan en adecuarse con la luz, sacude su ropa y bosteza cansadamente.

ʟᴏɴᴅᴏɴ  [La Casa de Papel] - BERLÍN  #WATTYS2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora